Hablemos hoy de: Y llega diciembre
Desde temprana edad pensé que al pasar el mes de julio, ya casi era diciembre. Y ciertamente es como magia, pues la dinámica de la vida se torna un poco más alegre, se siente diferente.
Tal vez motivado porque agosto es el mes de las vacaciones, y las personas se movilizan para regalarle al cuerpo, alma y mente, un espacio para el descanso y la recreación, aspecto de suma importancia para equilibrar la vida del ser humano.
Pues todo no es trabajo, el organismo necesita reposo y descanso para equilibrar las emociones y energías.
Para muchos es el mes más hermoso del año, para otros representa un signo de tristeza.
Lo que sí es cierto es que es un mes mágico (respetando las diferentes perspectivas) pues siempre está cargado de alegría y entusiasmo, e invita a despertar el espíritu para el disfrute, la unión, el compartir, celebrar, reflexionar, meditar, sonreír, llorar, regalar, perdonar, abrazar, y por encima de todo, dar gracias a Dios por permitirnos transitar los 11 meses previos para llegar a alcanzar tan noble y emocionante fecha.
Uno de los aspectos más importantes de este mes, es que nos permite hacer una revisión objetiva de lo que hicimos o dejamos de hacer en el transcurso del año. Si se es objetivo, podremos darnos cuenta de los aciertos y errores y podemos analizar para tomar las decisiones correctas para avanzar, corregir, adaptar y mejorar en los aspectos que hemos fallado.
Este mes nos enseña el valor del compartir y del buen deseo de disfrutar en sana paz, por lo que no hay cabida para el estrés, la tristeza o la desesperanza.
Pero sí hay el espacio necesario para que los buenos pensamientos naturales del ser humano nos embarguen y abramos el corazón a las tradiciones mágicas que generan esperanza, como la del niño Jesús, Santa Claus, el reencuentro con la familia para hacer las hallacas, el ponche, el intercambio de regalos, la fiesta, el abrazo navideño que tiene mejor sabor que cualquier otro mes del año, y los ya muy famosos reencuentros con los amigos y compañeros del colegio o la universidad que son realmente extraordinarios, y nos permiten compartir con personas con las cuales transcurrimos gran parte de nuestra adolescencia y juventud, y que muchos pasaron a formar parte de un exclusivo circulo que tiene un inmenso significado en nuestra vida.
También nos permite reflexionar y darnos cuenta que no hay por qué pensar en las limitaciones, claro siempre con la conciencia clara de hasta dónde podemos llegar, pero que aún con lo poco que podamos tener, es posible compartir y disfrutar del mensaje que nos traen las bellas fiestas navideñas.
Sonreír, disfrutar, desear feliz navidad, regalar abrazos, sentir el don del ser humano, dejar aflorar las emociones, animarnos a seguir adelante en la vida, multiplicar nuestras aspiraciones, proyectos y metas, cambiar nuestra visión y perspectiva de algunas cosas que no fueron tan funcionales, en fin, pensar y actuar de mejor manera y con mayor objetividad en todo lo que nos propongamos en el nuevo año.
Celebremos la vida y disfrutemos de la combinación del verde con el rojo, de las multicolores y brillantes luces que iluminan todos los espacios, de los maravillosos adornos que tienen las tiendas, de los bellos e impactantes árboles de navidad, del ingenio del ser humano para representar una fecha que ciertamente es mágica y que nos ilusiona a la construcción de una vida en perfecta armonía con Dios y el universo.
Podemos decir que este mes tiene dos tiempos que debemos observar con cuidado. Son el pasado pues podemos hacer una revisión de lo que vivimos, de quienes nos acompañaron pero ya no están, de los que aún se mantienen a nuestro lado o cerca, las caídas que sufrimos y lo que hicimos para levantarnos, los trasnochos bien por trabajo o por fiestas en las cuales nos divertimos, los momentos no tan gratos pero de los cuales sacamos aprendizajes, los malos ratos.
Pero también está el futuro que alimenta nuestras esperanzas, sueños e ilusiones por encontrar lo que tanto anhelamos, en el que depositamos los mejores propósitos por alcanzar grandes capítulos en la vida, en el que esperamos que los momentos que lleguen sean mágicos, que hayan personas nuevas con las que nos relacionemos, y que en su tiempo esté contemplado el que nuestro activo más importante como lo es la familia, esté siempre bien disfrutando de buena salud, de progreso, felicidad, unión y amor.
Y aunque sabemos que el futuro es incierto y que todo puede cambiar en un tiempo muy corto, no nos podemos negar la posibilidad de soñar y pedirle a nuestro Padre Creador que nos ilumine y nos bendiga con la mejor salud posible para que todo, o casi todo lo que anhelamos lo podamos construir.
Y no es ni querer vivir en el pasado ni absorber al futuro, es estar en el presente con los pies bien puestos sobre la tierra, pero con el anhelo y la confianza que mientras estemos en positivo, pensando y actuando con plena conciencia de nuestros límites, y teniendo un comportamiento acorde con las leyes de Dios y el universo, todo es posible.
Al final es mejor centrarnos en la belleza de la navidad, disfrutar de la compañía de quienes están a nuestro lado, agradecer y honrar a quienes ya no están con nosotros pero que dejaron una huella imborrable, y prepararnos para escribir las mejores páginas de la vida en el nuevo año que está por comenzar.
Diciembre mes hermoso, mes del amor, de renovar la fe en Dios, de compartir las bendiciones que recibimos, de llenar nuestro corazón de alegría, paz, esperanza, de reencontrarnos, y de mostrar nuestro agradecimiento por la vida.
La instrucción es, a disfrutar de la navidad, con sus gaitas, hallacas, pernil, postres, y toda la magia que ella encierra. Felices fiestas navideñas.
¿Sabes qué significa la palabra Entelequia?
La realización del propio potencial
Ten la información al instante en tu celular. Únete al canal de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link: https://whatsapp.com/channel/0029VagwIcc4o7qP30kE1D0J
También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí: https://t.me/diarioprimicia