Opinión

Hablemos hoy de: Uno Grande y Otro Bonito Sentimiento

Ahora dejemos el amor en receso y hablemos de la amistad.
martes, 15 febrero 2022

A propósito del Día del Amor y la Amistad, es bueno tratar el tema desde diferentes perspectivas, aunque al final, confluirán en una sola. El amor y la amistad, son dos hermosos sentimientos que nos alimentan la vida.

El amor es un sentimiento tan grande que cada ser humano tiene su propia percepción de su significado. Anclado en muchas ocasiones a lo aprendido de sus padres, en especial de la madre.

El amor es un inmenso sentimiento que marca el rumbo de la humanidad. Está arraigado en los seres humanos, y en el transcurrir de sus vidas, aflora de diversas maneras. Es tan grande su fuerza que requiere ser analizado y pensado con claridad, para que se exprese de manera correcta y nos lleve a resultados positivos y satisfactorios. Su proyección no solo es hacia uno mismo que es el principal, sino que nos lleva a manifestarlo hacia otros.

Amar es comprensión, respeto, admiración, entrega, servir, querer, dar, compartir, convivencia, sensibilidad, equilibrio, igualdad, entre otros bonitos sentimientos que nos llevan a manifestar a otra persona, lo grande que puede ser para nosotros.

Nos mueve a realizar buenas acciones hacia nuestro entorno, principalmente hacia nuestra familia, pero también hacia los amigos, incluso, hacia personas desconocidas. Y como es un sentimiento universal, lo podemos aplicar en cualquier parte sin importar, la raza, el color, la cultura, el idioma, el estatus social con el que han dividido al mundo, o cualquier otra diferencia que marque a la sociedad mundial en la actualidad.

En la mayoría de los casos el amor es sinónimo de felicidad, pero en otros tal vez no. Su escasez, o falta nos impulsa en ocasiones a buscarlo en la unión, encuentro o acercamiento con otros seres humanos.

Y esto es porque el amor es mágico, nos eleva a un mundo de sueños que en ocasiones nos mueve de la realidad, nos impulsa con su fuerza a conquistar lo que anhelamos, nos motiva a seguir en el camino del bien, y nos enseña que mientras contemos con su presencia, todo es posible, porque su principal sustento lo provee Dios.

Cuando hayamos amado de verdad, recordaremos cada una de las locuras que este nos hizo cometer. Por ser un sentimiento que genera libertad, nos recuerda que cada sonrisa se basa en un impulso generado por el, y que crece en la medida en que el tiempo avanza.

Amar es tan hermoso que a veces cuesta explicarlo.

Ahora dejemos el amor en receso y hablemos de la amistad.

Es un sentimiento de afecto íntimo, puro, mágico, sensorial, emocionante, y que normalmente, es recíproco. Nace de manera espontánea entre 2 o más personas, y se fortalece de una relación de forma desinteresada, y no necesariamente tiene que ver con vínculos familiares.

Los buenos amigos se regocijan al reunirse, cuando comparten buenos y malos momentos, al intercambiar experiencias, cuando la situación los lleva a discutir y reflexionar sobre quién tiene la razón. Lo más importante es, que siempre priva el respeto, y nunca se llega a imponer uno sobre otro.

Una amistad se sustenta en hacer el bien de manera bidireccional. Y algunas de las claves para que esta funcione a cabalidad, son el afecto, el respeto, la camaradería, la fidelidad, y la buena comunicación, la cual conecta el dar con el recibir. Aquí podemos sumar que el comportamiento asertivo hacia las personas, mostrando siempre un espíritu de solidaridad y compartiendo alegrías y tristezas, son elementos claves para su permanencia en el tiempo.

Una sana relación de amistad, se sustenta sobre bases sólidas que nos llevan a ser transparentes, conscientes, justos, discretos, compañeros en cualquier situación, fieles, y puede ser tan grande el nexo que se llega a la consideración, que forma parte de la familia.

Dos buenos amigos casi siempre comparten intereses personales, gustos, aficiones, placeres, cualidades, y muy importante, un hermoso sentimiento de hermandad.

Dos buenos amigos siempre buscan el consenso en las cosas. Nunca imponen el criterio de uno solo, y casi siempre, a través del diálogo, comparten sus ideas y llegan a acuerdos que satisfacen a ambas partes, manifestando en todo momento, el respeto del uno por el otro.

Los buenos amigos son como un elixir para la buena salud. Estimulan las hormonas que generan alegría y felicidad. Te ayudan en momentos de soledad, te apoyan en situaciones adversas, estimulan el sentido de pertenencia, contribuyen en aumentar tus propósitos de vida, despiertan la felicidad y alejan el estrés, evitan que caigas en vicios o malos hábitos, te apoyan a la hora de enfrentar decepciones o traumas generados por experiencias adversas, estimulan el sentido de confianza personal y la autoestima, te acompañan en la enfermedad, en el éxito y la alegría, y llegan a ser tus mejores confidentes y consejeros.

La amistad no solo se cuida sino que se agradece eternamente, porque es uno de los dones más hermosos que Dios nos regaló para compartir nuestra vida.

Y así llegamos al amor y la amistad.

Esta fecha se debe a San Valentín de Roma. Un santo del siglo III que se hizo famoso al casar en secreto a los soldados romanos por el rito cristiano, cosa que estaba prohibida y por tanto fue condenado a muerte. Se establece su celebración el día 14 de febrero, fecha en la cual las personas se desbocan haciendo presentes para sus seres queridos, manifestando su amor, y su afecto a los buenos amigos.

El amor y la amistad son dos hermanos que caminan de la mano. Cuando uno falla, el otro se siente afligido. Por tanto es importante que ambos sentimientos se alimenten con el respeto principalmente, que es uno de los valores que sustentan la moral y las cosas buenas en los seres humanos.

Una buena amistad y un lazo de amor, se pueden formar en poco tiempo. Claro, esto va depender del grado de compenetración y del comportamiento que demuestre cada uno, principalmente, a la hora de expresar los sentimientos que sean compatibles entre ambos. Unos pueden ser de corta duración, pero otros se pueden extender por el resto de la vida. Esto va depender única y exclusivamente de la decisión de quienes están en la ruta del establecimiento de una buena relación.

El amor y la amistad tienen muchas cosas en común. Entre ellas encontramos el sentido de compromiso, la lealtad, el respeto, el sentimiento profundo de afecto, y en muchos casos, la necesidad de estar cerca de la persona que genera esa electricidad, que siente nuestro cuerpo cuando requiere de algo que lo haga sentir bien.

Cuando hay amor, la amistad siempre está presente. Y cuando se trata de la amistad, nunca falta el amor. En cuanto a la amistad, esta puede llegar a ser más sólida que el amor, cuando se vive desde el afecto profundo.

La amistad y el amor se corresponden y se agradecen como la pastilla que cura un dolor, o la curita que controla una herida. Así mismo, todos necesitamos un amor y un amigo en nuestra vida, además, necesitamos de muchos amigos y un amor sincero, para hacer de la vida algo más placentero y cordial, más aún, en tiempos de crisis, en los que una buena conversación con el amor de su vida, o con un buen amigo, nos puede hacer cambiar de estado de ánimo y de realidad.

Agradezco a Dios infinitamente por haber colocado muchas personas en mi vida, para los cuales con aprecio y gran significado, les puedo otorgar el nombre de amigos. Gracias por este gran privilegio de estar rodeado de amor.

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