Hablemos hoy de: Una realidad

Libros, pensadores, filósofos, educadores, religiosos, relatos, cuentos, fábulas, canciones, y muchos elementos más, nos dicen que vinimos a este mundo a ser felices. Pero, será cierto? o, lo único real en todo esto es que cada quien tiene su propia forma de verlo, sentirlo, procesarlo y convertirlo en realidad?

Quizás la fórmula real para asimilar y procesar esto, es amarse a uno mismo como los seres perfectos dibujados por la mano de Dios, capaces de generar amor propio y sanar sus emociones, para irradiar buenas energías en su entorno.

Desde que nacemos, siempre hay alguien en nuestra vida queriéndonos decir como son las cosas, y mostrándonos los caminos.

Sin embargo, al final somos nosotros los que terminamos escogiendo uno, que tal vez no se le había ocurrido a alguien antes. Es por esto que uno de los mejores regalos que Dios nos pudo haber hecho, es que cada uno de nosotros somos seres únicos, universales e irrepetibles.

Todos los que menciono al principio, también nos dicen que nacemos para ser buenas personas, entonces me pregunto, quién o cómo se nos cambia el libreto en el camino y terminamos muchos siendo todo lo contrario? Simplemente son cosas que aunque tienen respuesta, no son sencillas y muchas veces, complejas para asimilar.

Entonces, si nacemos para ser felices y buenas personas, porqué casi siempre buscamos la manera de aprovecharnos de los demás?

Por qué si Dios me dio la bendición de tener suficiente en vez de compartir lo que busco siempre es la forma de tener más y más sin importar los medios ni a quien le quito?

Por qué si estudié para ser un buen profesional con ética me permito caer en las malas prácticas y en la corrupción?

Por qué si tengo claro que mentir es un pecado ando por la vida mintiéndole a todo el mundo, incluso a mí mismo?

Si sé que hablar permanentemente de cosas negativas solo hará que mi entorno siempre esté oscuro y nada fluya, por qué vivo constantemente en un mar de quejas?

Si estoy claro que mi voz no me ayuda para ser cantante, por qué me empeño en gastar y gastar en algo que sé que no voy a lograr?

Si los seres humanos estamos dotados de amor por qué disfruto con el dolor o el fracaso de otros?

Por qué si tengo la capacidad de ser correcto, honesto, humilde, amable, respetuoso, gentil, responsable, cortes, humano y muchas cosas más, decido ser todo lo opuesto y pongo en práctica los antivalores?

En definitiva son muchos los porqués que pudiéramos poner en el tapete en estos momentos de alteración del orden natural que vive la humanidad.

Pareciera que estamos frente a un cambio de sistemas, arreglo del universo, o en la transición hacia una nueva era, ya que la esencia del ser humano parece desvanecerse en forma silente.

La mayoría de los seres humanos estamos claros en muchas de las situaciones que se están sucediendo en la actualidad, las vicisitudes que nos agobian y golpean de manera constante, la complejidad de la vida que pareciera aumentar cada día, y a pesar de todo esto, la actitud que se ha asumido por gran parte de la población mundial, ha sido adversa a las señales que se están recibiendo del planeta, del universo, de la vida y de Dios.

Pareciera que no hay temor ante la fuerza y el poder de Dios y la naturaleza.

A pesar que las lecciones han sido muy fuertes, no se quiere ver la realidad de nuestras acciones, que van en permanente deterioro de los recursos más importantes con los que contamos para sostener la vida humana en la tierra.

Una de las muestras más duras y reales de la tragedia que nos puede sobrevenir, es la desintegración del núcleo principal del mundo y de la vida, como lo es la familia.

Hay personas incluso que pareciera están apostando a que esta base desaparezca lo más pronto posible, y tal vez, no tengan claro que con la perdida de ella, estará desapareciendo la raza misma, pues la única fuente de vida es la mujer en la unión con el hombre, ambos bajo la bendición del creador, para generar la sociedad que necesita el mundo, para avanzar y evolucionar hacia nuevos tiempos.

Son muchas las deformaciones que se están viendo, sin embargo, aún hay personas que apostamos a la vida, y lo mejor, que todavía creemos en las personas de buena fe y buen corazón, las cuales abundan y están como en reserva esperando el momento justo, en el que se deba actuar en favor de una sociedad moderada y en equilibrio, que honre y valore los preceptos más elementales del verdadero ser humano que vino a este mundo a ser feliz y a gozar de los hermosos y maravillosos regalos que Dios dispuso en el planeta, para ser disfrutados por sus hijos.

Sabemos que andar en un mundo mejor nos beneficia a todos, que las buenas acciones están a la orden del día esperando por nosotros para generar alegría y beneficios para muchos, que sumamos a nuestra vida cada vez que actuamos de buena manera, que ser buena persona no es nada difícil, que si comparto algo de lo que tengo Dios me lo multiplica, que formo parte de esta hermosa aventura llamada vida, y que tengo un papel importante que cumplir durante mi paso por este plano, que el hoy es más importante que el ayer y que el mañana, por tanto es el mejor momento para hacer las cosas bien, y que como actor principal tengo una gran responsabilidad en cada una de las acciones que ejecute en mi vida.

Al final, si soy feliz es mi decisión, si soy bueno es porque así lo quiero, si me estimo es porque soy el ser más importante en mi vida, si doy amor es porque tengo una inmensa carga para repartir, si hago las cosas bien es porque valoro la vida.

Y en definitiva, soy hijo del universo y de Dios y simplemente he decidido hacer las cosas lo mejor posible. Ah, y aunque me equivoque seguiré adelante porque esa es mi realidad.

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