Hablemos hoy de: Una época única

12 meses tiene un año, pero ninguno tiene la connotación y el significado tan especial, como lo tiene el mes de diciembre.

Pareciera que es mágico, que cada uno de sus 31 días estuviera diseñado de manera especial, llenos de buena energía y de una espiritualidad del tamaño del universo.

Esto solo puede ser una obra de nuestro Padre Creador trabajada con mucho detalle, para que cada ser humano se regale el permiso de una vez al año, sentirse un verdadero ser humano capaz de expresar sus emociones y de manifestar de manera abierta sus sentimientos, hacia las personas que están relacionadas con su vida.

Es realmente increíble la magia que toca nuestro corazón, la forma como se despierta el verdadero sentir como seres humanos que somos, la fuerza emocional que se imprime en nosotros, la forma tan distinta de ver la vida, de sentirla, de actuar, de ver a los demás, y, de incluso vernos a nosotros mismos y lo que somos capaces de hacer cuando dejamos aflorar nuestras emociones.

Es una época especial y única cuyo significado va más allá de lo cotidiano, de lo normal, de lo que estamos acostumbrados a hacer cada día. Se nos despierta la creatividad, la solidaridad, nos volvemos caritativos y nos sentimos bien cuando ayudamos a alguien, nuestros hogares se llenan de luz, calidez, hermandad, fraternidad, y algo muy importante, se despierta el amor puro y sincero que nos lleva a realizar, acciones hermosas hacia los demás.

Un aspecto que quizás muchos no tomen en cuenta pero que tiene un significado especial, es el nivel de atención que le damos al hogar en el que pasamos los días junto a la familia, nuestra casa, el sitio más importante de nuestra vida pues es el que nos da techo y cobijo, y nos permite estar tranquilos y seguros.

Pintamos, arreglamos, decoramos, limpiamos, alumbramos, y le regalamos el tiempo que en los 11 meses anteriores, no nos permitimos hacerlo.

Otro importante aspecto, es el que nos permite enseñar con el ejemplo a los más pequeños, el significado de la solidaridad y el sentido del humanismo, al permitirnos compartir y regalar, cosas que tal vez ya no utilicemos, o que simplemente no las necesitamos. Esto despierta en ellos, la espiritualidad, alegría, curiosidad y los buenos sentimientos hacia las personas que verdaderamente necesitan, pues tal vez no han tenido las mismas posibilidades para evolucionar en su vida.

Para muchas personas la navidad tiene un verdadero y gran significado, pues es una época para disfrutar con la familia, amigos, compañeros de trabajo y vecinos, la magia de estos maravillosos días que solo nos traen cosas positivas y estupendas, y que nos invitan a darnos un permiso para ser nosotros mismos, y de la manera más original que podemos ser.

Nos trae felicidad, alegría, momentos para compartir, celebrar, festejar, sonreír, y ver al mundo de una manera distinta, que ojalá nos diéramos el permiso de extender hacia los otros meses del año.

Un aspecto también importante y relevante en este tiempo, es la música. Pareciera que esta es totalmente diferente a la que escuchamos normalmente, se siente que su contenido es diferente, que nos transmite un mensaje bonito que inspira los sentimientos, y que nos invita a disfrutar de los días más hermosos del año.

Muchos aprovechan esta fecha para planificar viajes de encuentro, pues lo más importante es reunirse con la familia. Y que hermoso se siente cuando llegamos al destino planificado, el recibimiento, la emoción de ver los rostros de seres que amamos y que la distancia no nos permite ver a menudo, la felicidad que nos embarga, los recuerdos que nos invaden, los abrazos que nos regalamos, el encuentro con amigos de la infancia, con nuestro pasado, con nuestra verdad, todo esto es mágico y mayormente solo lo vivimos, en la navidad.

No podemos dejar de lado la cocina navideña. Hallacas, pernil, pavo, ensalada de gallina, asado negro, pollo al horno, pan de jamón, dulce de lechosa, torta navideña, ponche crema, entre otros tantos platos y bebidas que nos regalamos en diciembre.

También como es tiempo de encuentro, no podemos dejar afuera las celebraciones religiosas y el encuentro con Dios.

Asistir a misa nos permite tener una cercanía con nuestro Padre Todo Poderoso, nos permite orar, rezar, pedir perdón por los errores, por nuestros pecados, por nuestras faltas, y reflexionar de corazón, para corregir y tomar la decisión de hacer las cosas mejor en adelante.

La alegría y el amor que inspiran la navidad a través de los momentos mágicos y maravillosos que nos invitan a compartir, nos llevan a un proceso de revisión interna, de pensar y ver en qué parte del camino nos equivocamos, para orientar los objetivos y metas, y ver cuáles fueron los logros que realmente obtuvimos.

Así, podemos planificar la forma que debemos seguir para superar las fallas y errores, y alcanzar todo lo que de buena manera, nos propongamos en la vida.

Otro regalo hermoso que nos da la navidad, es viajar en el tiempo a través de los recuerdos y experiencias vividas, que se convierten en aspectos inolvidables que han quedado guardados en nuestro corazón y en el alma, y que tienen un significado maravilloso, pues nos muestran lo que ha sido nuestro paso por los caminos de la vida.

Ah, no podemos olvidar que la navidad viene acompañada del año nuevo, y este también tiene su propósito y su encanto. El año nuevo es un momento en el cual nos tenemos que ver en el espejo del tiempo, pues es buscar la renovación y abrigar las esperanzas de un mejor futuro.

Es marcar un stop en lo que debe quedar atrás, y el mundo de posibilidades que se presentan con los nuevos 365 días que nos abren los brazos, para recibirnos con amor.

Solo de nosotros dependerá, lo que en ellos podamos hacer a través de nuestras acciones. Tomemos las mejores decisiones y esperemos los mejores resultados.

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Fatiga del alma.

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