Hablemos hoy de: Un Punto de Vista

Cada ser humano tiene la capacidad para formarse su propio punto vista sobre la vida. Y ese punto de vista lógicamente, se ve influenciado por el entorno y las circunstancias y eventos que le suceden a cada uno de nosotros.

Hoy en día cuando la vida nos está dando lecciones para que nuestro comportamiento y nuestros paradigmas sean revisados a profundidad, muchos no nos queremos dar cuenta del mensaje y de la necesidad de dar una lectura correcta a todo lo que en el mundo está sucediendo. Ojo, la crisis no solo nos afecta a nosotros, es una crisis mundial que está afectando la vida de la humanidad.

Pareciera que la naturaleza con su sabiduría, se ha venido aprovechando del stop en el que muchos países han tenido que entrar, debido al evento que nos afecta al mundo entero. Ella se ha beneficiado porque la intervención humana ha disminuido su accionar, y de esta manera su ciclo de recuperación ha sido beneficiado, pues los signos que presentan muchos ecosistemas en la actualidad, son de una franca evolución.

El aire está más limpio pues la actividad de las industrias ha disminuido y por ende, la emisión de gases y partículas a la atmósfera se ha detenido de manera significativa. De igual forma, la fauna ha visto como se han recuperado muchos de los espacios naturales que por ley de vida les pertenece, y pueden estar más libremente en ellos. En general todos los espacios naturales se han beneficiado de este largo stop que ya supera los 12 meses.

Pero los seres humanos de conciencia clara, también se han visto beneficiados por este alto en su rutina. Las familias nos hemos encontrado de nuevo, ha habido un reencuentro en casa en la que en muy pocas oportunidades, coincidían todos a la hora del almuerzo o la cena.

Se ha generado un espacio importante en la comunicación y los hijos están disfrutando como tal vez no lo hacían antes, de sus padres, hermanos, abuelos. Nuestros hogares están recibiendo el calor y la atención que dejaron de recibir por la misma dinámica de vida que nos envolvía, y nos mantenía casi ausentes.

Y así, en general todos los elementos que conforman nuestra vida se han visto modificados en su dinámica, ya que el tiempo nos ha permitido atenderlos y prestarles la atención que cada uno de ellos reclama.

Pero a pesar de todo esto, aún existen personas que no quieren entender que como habitantes del planeta deben ver, internalizar, atender y comprender, estas señales que cada día van en aumento.

Por ejemplo, si todo lo que está sucediendo nos afecta a todos por igual, ¿por qué la conducta de muchos es como si a ellos no les fuera a suceder nada porque se creen inmunes a cualquier cosa? ¿Por qué cuando un vecino se ve afectado en su salud, algunos se alarman y su trato es de indiferencia y poca solidaridad? ¿Por qué si tu situación laboral es favorable, actúas como si no te importara que alguien de tu comunidad no está en la misma condición en la que tú estás? ¿Por qué jactarse derrochando en fiestas y reuniones, y en eventos sociales sin importar que tal vez la condición de otros, incluyendo familiares, no es tan favorable como la tuya?

Creo que es momento de tocarse el corazón y actuar en consecuencia con la situación actual. No podemos andar por la vida como si no formáramos parte de este mundo.

Es hora de vernos hacia dentro, y entender que como miembros de esta sociedad que implora cambios que nos permitan frenar las lágrimas que a diario brotan de nuestros ojos, por el fallecimiento de algún familiar, amigo o conocido, por las noticias de tragedias por algún accidente en el que fallecen varias personas, por el maltrato a un niño por parte de alguien sin sentimientos, por las imágenes de personas buscando comida de cualquier forma, y de tantos momentos que vemos y escuchamos a diario en los que seres humanos buscan la manera de subsistir, debemos pensar un poquito y darnos cuenta que si Dios nos está dando la oportunidad de estar bien a pesar de las circunstancias, lo mejor que podemos hacer es adaptar nuestra conducta a la realidad que vive el mundo y en la medida de nuestras posibilidades, practicar la solidaridad.

Hace unos días leí en el Facebook de una amiga, un escrito en su historia que me encantó y me dijo, aún hay personas con corazones buenos. Parafraseando sus palabras, fue algo así: “Hola amigo, no sientas pena si tu situación social y económica no es la mejor, recuerda quien eres y que siempre fuiste bueno en la vida. No te sientas culpable pues esta situación no es tu responsabilidad, tampoco dejes de alimentar a tu familia porque te da pena pedir, acércate que siempre encontraras alguien que te tienda la mano, Te tiendo la mía y aunque sea un paquete de harina y una mantequilla, podré compartir contigo, a pesar que no me sobra, pero Dios me dará la oportunidad de hacerlo”.

Esto me emocionó y me transmitió un hermoso mensaje de cuán grande podemos llegar a ser. No es necesario que nos sobren las cosas, siempre que tengamos algo que podamos compartir lo debemos hacer, porque eso engrandece nuestro espíritu y purifica nuestra alma. Además, la satisfacción que se siente cuando apoyas a alguien que realmente lo necesita, es grandiosa y nos llena el más bello sentimiento del ser humano. Seamos agradecidos.

Los seres humanos somos buenas personas, solo debemos sacar desde lo más profundo de nuestro ser los más hermosos sentimientos que conforman nuestra personalidad. Es hora de actuar más que de hablar. Seamos consecuentes con nosotros mismos y con nuestros semejantes. Demostremos que cada día nuestro corazón siente cada situación que se sucede en el mundo y que está dispuesto a reflexionar y actuar de manera positiva ante las adversidades.

Escojamos un pequeño espacio en nuestra vida y pensemos en el mundo que podemos tener, con solo pequeños cambios en nuestra conducta y en nuestra forma de comportarnos ante la vida. Somos los responsables de hacer que las cosas funcionen mejor y que la vida se pinte de colores de luz, amor, paz, comprensión, respeto, solidaridad, empatía, encuentro, humildad, equilibrio, y de cada uno de los valores y elementos que nos permitan tener un mundo mejor como Dios nos lo regaló.

Seamos mejores seres humanos cada día.

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