Hablemos hoy de: Tiempos actuales
Estamos viviendo tiempos de cambio, pero a la vez estos tiempos están cubiertos por una densa nube que no nos deja ver el sendero por el cual estamos transitando.
Lo que nos indica que estamos recorriendo un camino sin saber a qué destino o hacia dónde nos llevará, pues ante nuestros ojos no aparecen imágenes que nos señalen las diferentes rutas a seguir para el logro de objetivos tanto individuales o colectivos, como miembros de una sociedad.
En el mundo se ha planteado una guerra en contra y hacia el modelo capitalista como modelo de producción, afectando de manera sustancial, las condiciones económicas de la sociedad en general. Esto ha traído como consecuencia, que tanto el padre como la madre se incorporen al campo laboral con el objeto de procurar los recursos necesarios para sustentar los gastos que se generan en el hogar y con sus respectivas familias.
De allí se desprende gran parte de las situaciones adversas que enfrenta la familia en la actualidad. Fractura en las relaciones de pareja, abandono a los hijos, competencia financiera, abandono de responsabilidades, descuido general en el hogar, ausencia por migración de uno de los padres, producto de la necesidad de trabajar, entre otros.
Todo esto se suma a otra serie de factores que están atentando contra la única institución capaz de sustentar a la sociedad, esta es la familia como fuente generadora de vida.
En este sentido todos los contextos relacionados se están deteriorando, siendo uno de los principales, la educación.
La escuela es la institución encargada de formar ciudadanos, de socializar al individuo, de formarlo a nivel intelectual, de prepararlo para el sistema productivo, de garantizarle a la sociedad la conformación de personas idóneas e integras, capaces de conducir los destinos de una nación.
Para nadie está oculto el hecho que la escuela debe ser renovada en su totalidad. Sus modelos obsoletos deben ser sustituidos por modelos futuristas, concienciados con las necesidades actuales que plantea el mundo, basados en la formación de individuos integrales, y con una carga de valores que contribuyan al engrandecimiento y sostenibilidad de la vida en el planeta.
Pues como parte de este sistema llamado universo, todos tenemos una importante cuota de responsabilidad en lo que ha de ser nuestro futuro.
Este reto plantea cambios que deben centrarse en la formación de los docentes y personal encargado de guiar las riendas de los centros educativos.
Partiendo de esto, se estará garantizando una educación de calidad, pues el primer y más importante recurso tendrá la formación y capacidad necesaria para encargarse de conducir las riendas de los individuos que cambiarán al mundo hacia lo positivo, al recibir educación integral, y de muy alta calidad. Solo así, la escuela volverá a ser el centro motor de la comunidad.
Hay que estar muy pendiente con la integralidad e identidad del ser humano, pues en la actualidad la tecnología se ha encargado de cambiar patrones en el individuo que lo convierten en muchos casos, casi que en una máquina. No se puede permitir que se pierda la humanidad en la persona.
La tecnología ha hecho que las comunicaciones evolucionen de manera arrolladora. La distancia ha dejado de ser un inconveniente a la hora de estar comunicado, pero hay que estar atentos a la forma como se maneja la información, ya que por su velocidad en muchos casos no permite reflexionar de manera objetiva lo que se está comunicando, entrando en un proceso emocional que se inclina, en muchos casos, hacia lo afectivo y lo personal, desvirtuando de esta manera la objetividad y veracidad del hecho comunicativo.
También la privacidad se ha visto afectada por este hecho, lo que nos debe hacer reflexionar aún más en el manejo del fenómeno tecnológico. Algo cierto es que debemos adaptarnos a la tecnología y a lo digital, pues este proceso no tiene retorno.
Al final son muchos las reflexiones que debemos hacer si queremos seguir adelante en una sociedad que sea capaz de pensar en el beneficio general, y no solo en el personal.
Existen elementos que han evolucionado de manera abrupta, tal es el caso del tiempo. Si bien alguien podría decir que es el mismo de hace 50 años, también es cierto que existen muchos elementos que no son los mismos de esa época, y esto hace que se vea como reducido en la capacidad de accionar de los ser humanos.
Tal vez podríamos decir que vivimos una vida un poco acelerada, y que nuestros chicos ya no queman etapas como lo hicimos en nuestros tiempos, también podríamos decir que hay generaciones que se están quedando estancadas y que no están evolucionando.
Esto porque lo externo ha cambiado significativamente para muchos, mostrando un mundo que no se detiene y que no tiene ninguna tecla que diga pausa, simplemente hay que adaptarse y seguir adelante al ritmo que este exige.
La realidad actual nos ha enseñado que debemos dejar de ser consumistas, que no tenemos porqué alinearnos a la moda, ya que esta generalmente es pérdida de identidad y genera inestabilidad en el individuo, que debemos ser cada día más originales y agradecer al universo por como nacimos y por quienes somos y en lo que nos hemos convertido gracias a nuestro esfuerzo personal y a nuestra dedicación y ganas de crecer en un mundo con valores y donde seamos reconocidos por lo que realmente somos, y no por lo que tenemos o fingimos tener.
Si en oportunidades cambiamos de trabajo, de pareja, de ciudad o país, de amigos, de ropa, de restaurante, por qué no darnos el permiso y cambiamos la perspectiva que tenemos del mundo y de la vida, y adoptamos una postura más justa y real con la actualidad, sin tener que pertenecer a las élites, sino siendo parte de las personas que con fe y sentido de lo justo, quieren formar parte de una sociedad en equilibrio y en armonía con el universo.
La decisión es nuestra.
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