Hablemos hoy de: Solo por un día

La vida es hermosa desde todo punto de vista. Y a pesar de los innumerables conflictos en los que está envuelto el mundo en la actualidad, de los cuales aunque no lo queramos ver tenemos una importante cuota de responsabilidad pues formamos parte del sistema, sigue siendo un inmenso privilegio estar vivo.

El planeta es maravilloso, espectacular, genial, bello, significativo, grande, rico, y capaz de sorprendernos con cada elemento que lo compone, incluyendo los que aún no se han descubierto. Por eso su inmensidad nos sorprende cada día.

Pero ante tanta maravilla, existe un elemento que aún no ha querido ver una realidad que está mostrándose cada vez con mayor intensidad, y es que el planeta todos los días nos dice que está vivo y que se está debilitando por la acción antrópica que lo desgasta sin piedad.

La mano del hombre manifestándose en su máxima expresión de inconsciencia e irracionalidad, afectando los recursos naturales que al final, son los que permiten la supervivencia en la tierra.

La conducta humana inadecuada que destruye sin pensarlo a otro ser humano, que no tiene miedo al retar a Dios sin imaginar la consecuencias de su desafío, que daña al hermano por intereses oscuros que en muchas ocasiones son por cosas inútiles e innecesarias, que antepone al dinero por encima de la vida, que no le importa llevarse al mundo por delante con tal de alcanzar sus miserias y pobrezas, porque todo lo que es mal habido, no es aprobado por Dios.

Algunas personas muchas veces nos preguntamos, hasta donde llegará el ser humano en su afán por obtener riquezas, acumular poder que la mayor parte de las veces solo lo utiliza para hacer el mal, cuándo superaremos el egoísmo, la envidia, la debilidad, la torpeza, el engaño, la mentira, la falsedad, cuándo superaremos el desequilibrio de la sociedad, cuándo le daremos el justo valor al dinero para no colocarlo por encima de la vida y podamos utilizarlo de manera justa y consciente, cuándo dejaremos de ver a los demás como enemigos, cuándo dejaremos de competir contra nosotros mismos, y cuándo entenderemos de una vez por todas que la oportunidad que se nos ha dado de venir a este plano, ha sido la bendición más grande que podamos recibir y que es una sola y que es corta y que la mayor intensión es que seamos felices y disfrutemos al máximo de todo lo que se nos regala sin cobrarnos nada.

Pues creo que llegó la hora de ver la vida diferente. Para eso hagamos el siguiente ejercicio:

Pensemos que solo por un día vamos a ser diferentes y voy a ver la vida de manera objetiva, mostrando mi necesidad de acercarme a Dios, dándole el valor que realmente merece la mujer, regalándome una mirada hacia dentro y reconociendo lo valioso y bueno que puedo ser al cambiar mi perspectiva de vida, que soy capaz de contribuir a mejorar el mundo, que en vez de la guerra se promoviera el amor entre los humanos, que podamos practicar la generosidad, la empatía, la humildad, el respeto, la solidaridad, el encuentro, la igualdad, la lealtad, la moralidad, promover la fe, mostrar la fragilidad como humanos que somos pero sin tener que ser débiles, que desapareciera el egoísmo, que la familia fuera el centro de la vida en su máxima expresión, que la luz del sol llegara hasta lo más profundo del alma del ser humano para que no haya oscuridad.

Y que también nos diéramos cuenta que no somos quien para juzgar ni condenar a los demás, que en los ancianos solo hay experiencia y sabiduría, que somos capaces de innovar, cambiar y crear cosas nuevas para beneficio de la humanidad, que ser loco de vez en cuando es bueno porque nos saca de la rutina y lo cotidiano, que la dignidad es un elemento primordial en la vida del hombre, que debemos confiar en las personas porque todos no somos iguales, que si existen normas y leyes solo son para guiarnos por el camino del deber ser en nuestros actos y conductas, que en algún momento pueda decir que 2 más 2 son 5 y me pueda reír con libertad, que podamos decir que la vida es fácil y tranquila, que si pienso y actúo con amor no hay lugar para las dudas, que ser feliz y disfrutar de la vida sea una tarea obligatoria para todos.

Por hoy me voy a dar el permiso de escribir una nueva historia donde la paz, el amor y la humildad llenen el corazón de cada ser vivo que habita el planeta Tierra, que pueda ver de manera objetiva mi derecho a expresarme libremente y sin miedo, que pueda tomar el control de mis emociones, sentir la bondad de la naturaleza en el viento, el sol y la lluvia y expresar mi agradecimiento y respeto hacia ellos, que cada día sea mejor que el otro.

Pero en definitiva, me gustaría aunque fuera por un solo día, ver a las personas desde otra perspectiva, amando, sonriendo, alegres, felices, humanos, sensibles al dolor ajeno, con una mirada diferente hacia el mundo, pensando en positivo, y actuando con plena consciencia de sus deberes derechos y responsabilidades para con la vida y el universo.

Quiero aunque sea por un solo día vivir solo vivir, que soy feliz, que me aman, que amo, que la vida es bella, que la gente es buena, que el egoísmo desapareció, que la envidia se perdió, que hoy es el mejor día de mi vida, y que con la ayuda de Dios puedo contribuir a cambiar la realidad del mundo porque así lo siento, lo deseo, lo quiero y sé que soy capaz de alcanzarlo.

No me preocuparé por el mañana, porque sé que podré hacerlo un día como hoy.

Celebremos la vida pues es el mayor regalo que podamos recibir, y a la vez demos gracias por tan alto privilegio. Y aunque sea solo por hoy, veamos al mundo con ojos de bien, de paz, de amor, de solidaridad, de vida.

¿Sabes qué significa la palabra Antrópico?

Producido o modificado por la actividad humana.

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