Hablemos hoy de: Solo Dios

Cada día vemos como el mundo aumenta su grado de convulsión. Los signos son alarmantes, peligrosos y generan pánico en gran parte de la población del planeta.

La conmoción es constante, y algunas de las personas que estudian esta realidad, piensan que parte de sus raíces se encuentran en las letras de la historia, en las desmedidas ansias de beneficiarse y aumentar sus riquezas de las élites económicas, de la ceguera y egocentrismo de los políticos, y del hambre de poder de algunos individuos que se sostienen en sus finanzas y en la necesidad particular, oscura y enfermiza de aglutinar poder y de dominar a las masas.

En un periodo importante de la historia del mundo, han sucedido eventos que han diezmado a la humanidad, pero que a la vez esta ha sabido sortear y ha llegado a superar.

Guerras, conflictos sociales, crisis económicas globales, pandemias mortales, entre otras, forman parte de estos eventos que luego de un análisis, se puede establecer una relación entre ellos.

Las consecuencias de estos conflictos fueron nefastas para el mundo. Millones de personas muertas por masacres y exterminio, por su religión, condición social, política, entre otras, dando paso como resultado de sus reclamos, a lo que posteriormente se llamara el reclamo por los derechos humanos.

Luego de la superación de estos conflictos, el mundo entro en un período de crecimiento y desarrollo. Hombres y mujeres con visión de evolución, de trabajo, de bienestar para los seres humanos, de mejorar las relaciones, no solo entre los pueblos, sino entre sus habitantes, con la visión de crear mejores relaciones que trajeran beneficios colectivos y crecimiento para todos, se encargaron de establecer políticas conscientes que aportaran soluciones a los problemas que atravesaba la humanidad.

Todo esto dio paso a la construcción del sistema democrático, el cual sería el modelo que traería soluciones a los problemas de la época.

Así, durante un período importante en el tiempo, el mundo caminó por una senda de relaciones internas y externas en los países, que permitieron el establecimiento de redes de cooperación, intercambios, relaciones comerciales, tratados, convenios, todos con la intención de facilitar el camino hacia mejores relaciones y políticas de cooperación para beneficio de los pueblos.

Sin embargo, no dejaron de existir los intereses particulares de algunos desadaptados que no se satisfacían con ganar poco, sino que querían mayores beneficios en diferentes aspectos. Uno de estos, está relacionado con las riquezas naturales que tienen diferentes países.

Entre ellas, las riquezas de sus suelos que albergan minerales que son de muy alta utilidad en la elaboración de materia prima, para su utilización en el desarrollo de otros productos, que lamentablemente en algunos casos, son para la elaboración de materiales bélicos.

Por todo esto, aún en la actualidad existen conflictos que están afectando la vida en el planeta. Y otro de los aspectos que han sido fuente constante del deterioro de la calidad de vida de los seres humanos, es lo relacionado con el dinero, la economía y las finanzas.

Para algunos, lo importante es obtenerlo sin importar el medio, la forma, o a quién se afecta.

Hay que tener en cuenta algo muy importante, cuando hablamos de conflicto, no nos referimos exclusivamente a los conflictos armados, existen otros tipos de conflicto que inclusive sin utilizar armas, pueden causar grandes daños a las poblaciones.

Los conflictos se generan por falta de acuerdos, de equilibrio, de la utilización de la razón, del sentido de justeza, de querer imponer criterios y puntos de vista personales y no asociados a la verdad y al deber ser, por las desigualdades entre hombres y mujeres, por la religión, la pobreza, crisis económicas, desigualdad en el empleo, disminución de la capacidad adquisitiva de las personas, ausencia de políticas públicas por parte de los estados, ineficiencia en los servicios, y ausencia de acciones justas que inciden de manera desfavorable en la calidad de vida de las comunidades.

A esto se suma las últimas amenazas que han aparecido, cuyos efectos impactan directamente sobre el núcleo de la sociedad como lo es la familia.

Estas desviaciones que han aparecido en aspectos como el género, lo sexual, las amenazas al tesoro más preciado de Dios como son los niños, la trata de personas, la dominación de masas, reducción de la población a través de diferentes métodos malignos, declinación de la sociedad, y la conflictividad social e interna en los países, están afectando de manera brutal a la raza humana, y han creado una bomba de tiempo que puede estallar en el momento menos esperado.

Todo esto forma parte de un coctel que está amenazando a la sociedad mundial.

Debemos afianzar nuestros valores y principios, y retomar las lecciones que nos llevaron en su momento a ser una sociedad en constante evolución y apostando siempre al bien, a lo positivo y asertivo, para alcanzar estándares que nos permitan estar en armonía con el universo.

Dios nos creó como personas de bien, tristemente en el camino aparecieron algunas desviaciones que con el tiempo, se lograron sortear de tal manera que no alcanzara niveles preocupantes.

Por tanto, hoy es el día, el momento, la oportunidad y el tiempo, para que como sociedad demos el paso adelante que nos lleve a construir una sociedad basada en una moral de nivel, con altos estándares de productividad humana y con elementos significativos que nos permitan vernos como iguales, y como miembros de una raza justa, pensante y consciente de la responsabilidad, que asumimos el día que abrimos los ojos a la vida y al mundo.

Demos gracias y sigamos adelante convencidos que si podemos ser partícipes de una mejor sociedad. Por nosotros mismos, nuestras familias y por todos los seres humanos. Si podemos, adelante, que solo Dios nos puede guiar hacia el camino que buscamos.

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