Hablemos hoy de: Resistencia
Podemos entender el término resistencia como la capacidad o acción de una persona, animal o cosa para oponerse, aguantar, resistir, mantenerse firme en una posición o tolerar. No obstante, esta definición varía de acuerdo al contexto de la disciplina en la cual sea aplicada. (Física, eléctrica, medicina, química, sicología, estudios sociales, otros).
Hoy en día, y hablando en el contexto de los seres humanos, podemos decir que la resistencia es la capacidad que tenemos para hacer frente a las vicisitudes que la vida nos presenta a diario, para poder superarlas con éxito.
En un mundo en el que la dinámica se acelera a diario, el hombre tiene que hacerse de herramientas o establecer mecanismos que le permitan ajustarse a estos procesos de aceleración impredecibles.
No es fácil cambiar de dirección de manera violenta cuando llevas una ruta establecida, sin embargo, este dinamismo nos obliga a estar alertas a cualquier cambio que se genere fuera de lo que hallamos previsto.
Tal es así la dinámica, que el miedo natural del ser humano hacia el cambio ha sido sometido a la superación de los temores que este genera, y a la búsqueda de fórmulas que le permitan superar los obstáculos que se encuentren.
Uno de los contextos más complejos que en la actualidad debe superar el hombre, es la resistencia social. En este sentido, se manifiesta el rechazo u oposición que se puede sentir hacia planteamientos, formas de organización social, idealismos, o estilos para gobernar de personas o grupos que lideran procesos o instituciones que tienen que ver con la vida de los ciudadanos.
Pero volviendo a la actualidad, debemos hacer énfasis en la tremenda capacidad que debemos tener los ciudadanos del mundo, para resistir los embates de la naturaleza producto del manejo inadecuado de recursos naturales por parte de los seres humanos, de las ineficientes políticas públicas que se aplican en diferentes países del mundo, de la inflación que genera costos que consumen la economía de los ciudadanos, de los muy bajos niveles de educación que reciben las generaciones actuales, del sufrimiento de muchos padres por no saber cómo cubrir la alimentación de sus hijos, de no tener acceso a servicios médicos de calidad, en fin, de no saber cómo superar un día y prepararse para otro que tal vez sea peor.
La lógica apunta hacia un marco en el que la acción de quienes dirigen las riendas de una nación, deben estar encaminadas a solucionar problemas y situaciones complejas, para generar todo tipo de alternativas que cumplan con los preceptos enmarcados en su constitución y en las leyes que rigen su país, y en la justa medida, facilitar los mecanismos que permitan a sus ciudadanos tener un nivel de vida adecuado a sus realidades.
En virtud de todo esto, tanto quienes tienen la responsabilidad de facilitar la vida de los ciudadanos, como los ciudadanos mismos, debemos trabajar para cumplir y hacer cumplir los mecanismos que permitan facilitar el buen desenvolvimiento de la vida, incentivando y creando espacios que les permita actuar bien sea en el marco de las políticas de los estados, o actuando de manera creativa y autónoma, para poder satisfacer de manera efectiva las necesidades de sus habitantes.
La resistencia que debemos tener no la podemos medir por cada una de las acciones que logremos culminar con éxito, la mediremos con la satisfacción de tener la suficiente capacidad para salir adelante ante tantas adversidades, por la oportunidad de ver la vida con los colores del amor, porque siempre caminamos de la mano de Dios, porque nuestra capacidad de ser solidarios crece cada día, porque nuestros principios y valores están vivos en la mente de cada uno de nosotros, porque el dinero lo vemos como una vía y no como la prioridad ya que hay cosas más importantes como la salud por ejemplo, porque estamos claros en que no somos los únicos habitantes del planeta, porque cada día nos vemos más como personas y no como máquinas, porque sabemos que pensando y actuando bien nos irá bien, y porque entendimos que solo con un comportamiento adecuado, viéndonos como seres humanos, respetando las leyes del universo, de Dios y del hombre, y actuando de manera positiva, podremos tener un mundo mejor en el que nuestra resistencia no sea sometida a las pruebas extremas a las que está siendo sometida en la actualidad.
Vinimos al mundo a vivir, pues es hora que nos demos cuenta y hagamos conciencia que no debemos hacerle resistencia a esta hermosa oportunidad. Hay que resistirse a lo malo y dejar que fluya lo bueno.
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