Hablemos hoy de: ¿Quién soy yo?
Una pregunta que tal vez nos hemos hecho en algún momento de nuestras vidas, pero, una pregunta que nos puede complicar la existencia a pesar que es sencilla ya que podemos llegar a descubrir quiénes somos realmente, pero se nos enreda el panorama a la hora de expresarlo, ya que lo que somos está más allá de las palabras. Y más aún, porque implica entre otras cosas, enfrentarnos a la tensión existente entre lo que creemos ser y lo que queremos ser. Saber quién soy puede ser complicado para algunas personas, ya que el miedo a afrontar quien se es realmente puede bloquearlos emocionalmente negándose a enfrentar la realidad.
Cuando el ser humano no está totalmente definido se crea una crisis existencial o de identidad, pues no sabe quién es, qué quiere, hacia dónde va o qué va hacer con su vida, permitiendo de esta manera que el miedo, la ansiedad, y las emociones, bloqueen el control sobre sí mismo, generando un estrés que puede llegar a convertirse en un trastorno psicológico. La solución a esto es simplemente conectarse de nuevo con su ser, permitirse autorreflexionar sobre la dinámica de su vida para enfrentar los elementos que lo mantienen alejado de su realidad. En oportunidades puede ser que el individuo busque la manera de ocultarse de problemas queriendo esconderse de sí mismo. Solo enfrentando su propio yo, e interactuando con su entorno, podrá seguir su camino de crecimiento de manera correcta, superando sus miedos y temores y aprendiendo a manejar sus emociones. El ser humano tiene un gran potencial e inmensas capacidades que pueden elevar su nivel de autoestima al conectarlo con su yo interior, permitiendo de esta forma visualizar lo que es, para llevarlo a lo que le gustaría ser. De ahí la importancia de valorarse a uno mismo.
Es importante hacernos esa pregunta de vez en cuando, pues eso nos permite evaluar nuestro accionar y ver si el camino que estamos siguiendo es el correcto. De lo contrario, nos permite tomar decisiones y aplicar los correctivos necesarios para enderezar el camino. Es importante acotar, que el conocimiento que tenemos de nosotros mismos puede ser limitado, ya que este puede estar sesgado por una visión propia pero errada de cómo deben ser las cosas. Por esto es que en oportunidades las personas que tenemos a nuestro alrededor pueden formarse una visión más objetiva de quienes somos realmente. Recuerdo un proceso de formación en Comunicación Eficaz y Relaciones Humanas en el que aprendí a diferenciar lo que somos de lo que hacemos. Un ejemplo es cuando alguien se presenta a un grupo y dice, soy el Dr. fulano de tal, en ese momento está anteponiendo su título, y de esta forma se está presentando por lo que hace y no por lo que es realmente. En el momento de presentarnos debemos expresar lo que somos en lo más profundo de nuestro ser. Ejemplo: mi nombre es … soy un hombre de familia que busca sembrar en su hogar los mayores valores para contribuir al desarrollo de ciudadanos justos y conscientes de su rol en la sociedad, me gusta la música porque me alegra el alma, soy buen ciudadano porque creo en el respeto hacia las normas y hacia las personas, soy un buen trabajador porque agradezco a la empresa que represento la oportunidad de desarrollarme tanto personal como profesionalmente y así apoyar al crecimiento equilibrado de mi familia, creo en la gente, amo la vida, sonrío y doy gracias a Dios por la oportunidad cada día, entre otras. (Posteriormente puede manifestar la información que requiera el momento). De esta forma se expresa realmente quien es la persona en su máxima expresión. No debemos olvidar que antes de pasar por las aulas de una universidad, o tener un alto estatus económico, somos seres humanos excepcionales pues somos una maravillosa creación de Dios. Desde un punto de vista lógico, nosotros somos los creadores de nosotros mismos. Creamos nuestros pensamientos, sentimientos, ideas, experiencias, somos lo que vemos cuando nos colocamos frente al espejo, las decisiones que tomamos son nuestra responsabilidad, somos dueños de nuestras acciones, generamos los errores que cometemos, celebramos el éxito pues es el resultado de hacer bien las cosas, cuidamos nuestro cuerpo porque nos amamos y respetamos, somos cautelosos con nuestra personalidad porque esta nos define, entre otras cosas, somos una de las mejores obras de arte del creador del universo.
Tomando el texto anterior me permito hacer una reflexión: Muchas personas ocupan su vida en crear riqueza, tener y acumular cosas para un día ser alguien. Estas personas se valoran por lo que tienen pensando que lo material les dará libertad y felicidad, creándose de esta forma un falso estatus que los hará perder su esencia y dignidad ya que dependerán siempre de la opinión de los demás. Pero lo peor es que lamentablemente no se dan cuenta que están descuidando el verdadero ser y la verdadera razón de la vida, ver en su interior, amarse, respetarse y valorarse a sí mismo, darse la oportunidad de mostrarte como eres para de esta forma sentir el inmenso placer de verte como el ser libre que vino a la vida a vivir simplemente. Cuando nos pregunten quién eres?, responde con orgullo: soy un ser humano extraordinario que vino al mundo a disfrutar de las bondades de estar vivo, soy lo que he vivido y lo que he deseado, soy mi cuerpo sano, lo que pienso, lo que me ha pasado, lo que me gustaría que pasara en mi vida, soy mis creencias, mis valores, mis pensamientos, soy lo que deseo ser, un ser humano lleno de bondades que alimentan mi espíritu y me hacen ver la vida con emoción, soy mi familia, mis amigos, mi trabajo, mi casa, soy generoso, soy fortaleza con inteligencia que practica la solidaridad de manera justa, soy mi todo que expresa en el amor lo más grande que me dio Dios, soy un ser humano.
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