Hablemos hoy de: Puntos de Vista
Todos sabemos que para inicios del año 2020, el mundo atravesaba una crisis social, humana y económica, de dimensiones importantes. A esto se sumó un evento que sería el que desataría una serie de escenarios con profunda polémica en temas importantes para el desarrollo y equilibrio de los países.
Este sería lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinaría como pandemia mundial. A partir de este momento, la vida en el planeta no sería nunca más igual a lo que había sido hasta el momento.
Consecuencias en lo social, educativo, empresarial, económico y otros, alteraron la dinámica de la vida en el mundo. Muchas fueron las formas como se abordó el problema, y muchas las consecuencias para los seres humanos.
En otras palabras, se generaría un proceso de cambio complejo en las estructuras internas de cada país a nivel mundial.
Fueron muchos las consecuencias de esta crisis. El dolor embargó infinidad de hogares a nivel mundial, la falta de acceso a los alimentos llego a muchas familias, la salud ocupó un nivel de crisis muy alto por la complejidad en el acceso y el crecimiento de la demanda, los niveles de pobreza aumentaron porque el acceso al trabajo se vio reducido.
En términos generales la vida de los seres humanos fue afectada de una manera muy compleja. Pero todo esto conllevó a generar una dinámica que involucraría a todos los sectores, a contribuir en la generación de medidas que facilitaran o dinamizaran un poco la vida ante tal crisis.
Se implementaron nuevas modalidades de trabajo, sistemas de educación virtual, se incrementaron las ventas por internet, tomó auge el servicio delivery. En general las personas se ingeniaron nuevas formas de generar ingresos para paliar la crisis.
El año 2020 ha dejado huellas que serán recordadas por mucho tiempo. Pero a pesar de lo extraño, lo complejo, lo atípico que fue, los aprendizajes que nos deja serán de suma importancia para enfrentar futuras situaciones similares que puedan generarse.
La fuerza y capacidad de reponerse a lo adverso, la importancia de prestar atención a las emergencias, el inmenso valor de la solidaridad, la relevancia de ser atrevido en sus acciones, innovar y pensar con libertad, la necesidad de trabajar en grupo, y lo más importante, vernos como una sociedad que al actuar en conjunto, podemos resolver infinidad de problemas o situaciones que la vida nos plantea. Apliquemos los aprendizajes y como humanidad, avanzaremos hacia el desarrollo del mundo.
Hay algo que es muy cierto, y es que esta crisis nos está colocando frente al espejo para que nos demos cuenta de quiénes somos realmente.
Está desnudando lo mejor y lo peor de cada ser humano, y ha sacado a la luz los niveles de egoísmo inmensos que está radicado en el corazón de muchas personas. Pareciera que hay cierto desprecio hacia la humanidad por parte de algunos que se hacen llamar seres humanos.
También es cierto que ha resucitado la humildad en el corazón de muchos, pues el miedo nos ha hecho reflexionar sobre cuán frágiles podemos ser ante la naturaleza y ante la maldad.
Al final habrá que evaluar con objetividad lo que ha significado este 2020.
Para muchos negativo, pero para otros positivo. Depende desde qué punto de vista evaluemos. Particularmente doy gracias a Dios y a la vida por permitirme estar en este momento en el plano físico, y poder escribir estas líneas de reflexión. Aún falta mucho por hacer.
Debemos extraer el máximo aprendizaje a las lecciones de humanidad en primer plano, y de valores en general que nos deja el año que acaba de terminar. Hay que pasar la página, y con mucho respeto ubicarnos en el ahora para poder transitar el camino que nos conduzca hacia el encuentro con el desarrollo y equilibrio del mundo.
Transitemos con fe el camino de las 365 oportunidades que tendremos en el 2021. Solo con la mejor actitud y la esperanza puesta en Dios y en nuestras mejores acciones, podremos lograr los objetivos y metas que nos tracemos.
El mundo cambió, y el modo de vida de los seres humanos se ha afectado de manera significativa. Pero debemos aunar esfuerzos para que los efectos del impacto generado por la crisis, no nos afecte a niveles que no podamos superarlos.
Debemos mostrar de manera diferente respeto hacia la naturaleza, hacia nosotros mismos, manejar con mayor sentido de justeza y equilibrio la economía, trabajar por el desarrollo de una sociedad con valores y principios bien arraigados, diseñar sistemas educativos contextualizados en la realidad de cada región y país, profundizar en la cultura cuidando las raíces de los pueblos, armonizar los sistemas de vida de las sociedades para reducir la brecha social existente, darle el puesto real que le corresponde a la política en su más amplia concepción, para que de esta forma profundice en el logro de beneficios colectivos y no particulares, erradicar de manera clara la corrupción que se ha convertido en un cáncer de las sociedades, reforzar la cooperación entre las naciones, haciendo énfasis en los países de menores recursos. En general, debemos trabajar de manera aunada por el rescate de la vida y la subsistencia en el planeta.
Al mirar hacia atrás podremos ver los rastros de vidas perdidas, crisis económica, pobreza, personas varadas en sitios lejanos a sus zonas de residencia, calles vacías y ciudades desoladas, animales salvajes en los patios de las casas, cielos sin aviones, poblados en silencio, en fin, un sinnúmero de situaciones que harán que nuestra mirada nos haga reflexionar sobre lo que hemos hecho y lo que debemos hacer en adelante.
Como dice Sergio Prieto, “La tormenta pasará y el mundo seguirá evolucionando. Pero de las decisiones que tomemos hoy todos, Gobiernos, empresas, organizaciones y ciudadanos, se conformará nuestro mundo en los próximos años”.
Apostemos a nuestras capacidades y a la familia, que son los activos más importantes que tenemos y que con seguridad, nos darán las herramientas que necesitamos para crecer y evolucionar de manera correcta.
Abundante salud, trabajo con honestidad y mente positiva en un mundo maravilloso y lleno de oportunidades. Al final cada quien tiene su punto de vista. Bendecido 2021.
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