Hablemos hoy de: ¿Por qué siempre los demás?
Como parte de la sociedad del mundo, se tiene el compromiso de asumir la vida con seriedad. Lamentablemente muchos no lo hacen de esta forma y se pasean como si nada mostrando sus carencias al culpar a los demás, de todo lo malo que les pueda estar sucediendo.
Se consideran siempre víctimas de lo que ocurre para no reconocer sus propias responsabilidades.
Encuentran en estas conductas su mejor aliado o la mejor forma de escapar de la realidad, que por muy dura que sea, es su responsabilidad asumirla y encontrar los modos y maneras de superarla.
Activan el mecanismo de la culpa hacia lo externo, y siempre se consideran inocentes pues son las víctimas, porque ellos nunca hacen nada malo.
En la mayoría de los casos se convierten en unos actores del drama, pues nunca tienen nada que ver con los eventos que sucedan y en los que ellos tienen responsabilidad directa.
Culpan al mundo, al destino, y a cuanto elemento puedan utilizar, para evadir sus faltas en determinados hechos.
En la mayoría de los casos son conductas que requieren de madurez para asumirlas, pero lamentablemente se escudan tras una posición infantil como defensa para no enfrentar las consecuencias de sus actos.
En este sentido es muy importante revisar la conducta y ver en qué se está fallando, o qué debo hacer para asumir mis responsabilidades y dejar de culpar a otros por todo lo malo que me sucede, ya que es importante reconocer la falla para tomar los correctivos necesarios, evolucionar en este sentido, y ver con objetividad que somos responsables de admitir la influencia que tenemos sobre nuestra propia vida.
Otra situación que requiere ser atendida, es cuando la persona siente la necesidad de complacer a los demás antes que a sí mismo.
Normalmente cuando las personas sienten la necesidad de anteponer a sus intereses los de las demás personas, es porque sienten un profundo temor a ser rechazados o, a no cumplir con lo que los demás esperan de él o ella, y por lo tanto esto les puede traer consecuencias negativas.
Muchas veces aunque no quieran, sienten una profunda necesidad de complacer a los demás, de estar disponibles para cualquier requerimiento externo, de resolver situaciones que no tienen nada que ver con ellos, de involucrase sin que los llamen, entre otras actitudes que van totalmente en contra del deber ser, y que hasta cierto punto les genera inestabilidad emocional.
Todo esto es parte de la inseguridad y la baja autoestima en el ser humano. Tiene asociado un importante número de elementos que han jugado y siguen jugando un rol muy determinante en la evolución del individuo como son sus raíces, los modelos mentales que le han inculcado, el medio en el que se desenvuelve, valores y principios familiares, entre otros que conjugan en creencias que llevan a la persona a subestimarse y a quedarse como en la reserva, permitiendo que sean otros los que tomen las iniciativas o decisiones.
Una persona que complace, que es amigable, buena gente, le gusta ayudar a los demás, no genera conflictos, atrae a la gente y que es amigable, es alguien que maneja una parte bonita de la vida, en la que se tiene la característica de poder expresar amor, dar afecto, contribuir, ayudar, y otras tantas cosas buenas que tenemos los seres humanos, pero que a la mayoría nos cuesta sacarlos a la luz y demostrarlo de la mejor manera posible.
Pero esta actitud también puede representar una muestra de baja autoestima, de no creerse merecedores de reconocimiento, de pensar que las necesidades de los demás están por encima de las propias, de asumir que nos pueden querer más por lo que hacemos que por lo que somos.
Y todo esto tiene relación con nuestra infancia y nuestra formación, pues se puede estar arrastrando traumas infantiles o de la edad adulta que nos conllevan a desarrollar estas conductas.
Cuando una persona es complaciente, muy agradable, piensa mucho en el qué dirán, colocan las necesidades de los demás por encima de las suyas, tienen sentido de culpa, tiene temor al rechazo, entre otras características, casi siempre son personas que priorizan a los demás por encima de ellos.
Cuando una persona es irresponsable, se engaña a sí mismo, cree en la mentira, no asume su responsabilidad, siempre encuentra a alguien o algo en quien descargar sus culpas, nunca hace nada y se dibuja como una víctima del sistema y de las calamidades de la gente, es una persona que simplemente anda por la vida casi sin existir pues nunca hace nada, ya que siempre hay otros que cometen los errores y se equivocan por ellos.
En una sociedad de personas serias y responsables, este tipo de individuos son rechazados con frecuencia, pues rompen el esquema de comportamiento social y el equilibrio en el que se debe comportar el ser humano en el universo.
Dejemos de ser irresponsables, cómodos, y hasta sinvergüenzas al no asumir con la cara que nos representa, las fallas, errores o equivocaciones que como ser humano podamos cometer. Porque todos tenemos derecho a equivocarnos, pero a la vez también tenemos el derecho de reconocer y asumir, cada una de nuestras fallas.
Es hora de ser, de mostrarnos tal y como la vida nos ha hecho, de enseñarle al mundo nuestras capacidades, de romper esquemas, y de decir aquí estoy, dispuesto a ser yo mismo y a evolucionar para bien de la humanidad, y sin tener que culpar a otros de los errores que pueda cometer.
Sabes lo que significa la palabra Hermeneuta?
Persona que interpreta textos normalmente de carácter religioso o ético, para fijar su verdadero sentido.
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