Hablemos hoy de: Perspectivas
Las cosas más preciadas de la vida, no se pueden construir con la mano ni se pueden comprar con dinero. Son obra de Dios y del universo, que nos dicen cada día que formamos parte de ellas.
En nuestro día-día, debemos establecer procesos de comunicación. Y de la forma como lo hagamos, podemos obtener los resultados que esperamos.
Existen algunas palabras que debemos usar con cautela: Yo, aunque solo tenga dos letras, su contenido puede ser muy egoísta. Ego, si no lo manejamos con inteligencia, nos puede llevar a ser rechazados. Rumor, aunque solo tiene 5 letras, puede volar muy rápido, es negativo y se puede convertir en un huracán. Perdón, su uso es muy importante, y su contenido y beneficio es del tamaña del universo. Humildad, encierra una riqueza que engrandece al ser humano y su práctica es primordial. Amor, aunque es muy corta, es la clave de la paz y el equilibrio en el universo. La comprensión y el uso de estas palabras, es importante y nos conducen a generar armonía en las relaciones de comunicación que establezcamos.
Algunas cosas dependen de la actitud con la que podamos verlas desde nuestra óptica. Es por eso que la decisión de ser feliz en la vida, es solo nuestra y lo podemos hacer en cualquier momento y lugar. Es así como nuestros pensamientos y no las circunstancias, nos pueden hacer sentir feliz o desdichado. Por lo tanto, no olvidemos nunca que lo único que está a nuestro alcance para controlar, son nuestros pensamientos, cuando lo procesemos y lo entendamos, podemos tomar la decisión de cambiar. Solo en ese momento, veremos cambiar al mundo.
Así como la felicidad está presente todos los días, las semanas, los meses y los años, de la misma forma debe estar viva nuestra necesidad de alcanzarla. Porque no sabemos el momento en el que la podamos lograr. Y, así como la vida está llena de sorpresas, debemos aprender a vivir el presente, sin viajar al pasado ni traer el futuro. Mejor disfrutar cada momento sin hacer una combinación de estos tiempos.
Debo tener presente siempre, que amarme y respetarme a mí mismo como soy, es el primer momento de la felicidad. Si creo en mí, podré obtener resultados positivos de lo que emprenda. Así mismo, en la medida en que me conozca, podré obtener ventaja con respecto a los demás. Conocernos a nosotros mismos no es fácil, pero es un camino obligatorio a seguir hasta obtener resultados.
Dicen que soñar es fácil, pero convertirlos en realidad, tal vez no. Vamos a convertir nuestros sueños en metas y hagamos que se realicen.
La vida es una cuestión de seriedad, pero también es de alegría. Por lo tanto, vamos a sonreírle a la vida, esto mejorará nuestra autoestima y es parte de la felicidad. Además, al sonreír estamos sembrando esperanzas.
Cada día debemos alimentar la felicidad, y si la sustituimos por los resentimientos y el odio, será imposible alcanzarla. Por lo tanto, si aprendemos a dar sin esperar nada a cambio, estaremos dando un paso muy importante a descubrir los secretos para ser felices.
Es como en el perdón, al hacerlo no solo liberamos al otro de su culpa, sino que nos estamos liberando a nosotros de una carga negativa.
Al ser seres sociales y emocionales, debemos estar en constante comunicación, por lo tanto es importante que lo hagamos de manera asertiva y fluida para que los mensajes que se transmitan lleguen de forma clara y sencilla. Así podemos relacionarnos mejor y cultivar amistades. Pues la amistad es uno de los sentimientos que fluye de manera natural, por lo que no tiene condiciones.
Si damos amor, recibimos amor. Si somos indiferentes, la vida nos responderá igual. Si damos, recibiremos bendiciones, pues la ley de la energía nos devuelve lo que sale de nosotros. Si pensamos y actuamos bien, la vida nos premia con creces, .pues todo lo que hagamos saldrá bien por ley universal. Seamos buenos que eso no tiene precio, y la recompensa es significativa.
Como seres de Dios, debemos ver la fe como una fuente de confianza que genera paz espiritual y mental. Nos libera de preocupaciones, ansiedad, miedo, dudas, temores, incertidumbres, y nos da la confianza necesaria para continuar el rumbo de nuestras vidas por el camino del bien. Cuando nos convencemos de algo, es porque la fe está presente, descargando su energía sobre quienes la seguimos y creemos en ella. Así, nos mantendremos en pie por el poder que genera.
La felicidad es alcanzable cuando nos proponemos metas que estamos seguros podremos lograr, cuando sonreímos de manera natural, si compartimos lo que tenemos y no lo que nos sobra, cuando ayudamos a alguien y nos sentimos con el espíritu joven, siendo agradable con todos sin distinción de clases, color ni credo, cuando perdonamos con facilidad, en el momento en que nos vemos igual que el otro, entendiendo que el dinero es solo una vía, asumiendo riesgos, respetando a quien atraviesa momentos difíciles, practicando la verdadera amistad, y por encima de todo, creyendo en Dios y en la energía del universo.
Practiquemos la sinergia, que la magia que irradia envuelve a nuestro entorno. Eso hará que todos estén presentes en el momento en que los necesitemos. La vida es lo máximo. Aprendamos cada día.
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