Hablemos hoy de: Máscaras

Los seres humanos indistintamente de creer tener una personalidad totalmente definida, de saber quién se es, de estar claros en muchos aspectos de su vida, y de tener un solo rostro para mostrarse al mundo, siempre hay un momento en el que se ve en la necesidad de utilizar una máscara.
Esto en cierto modo, se refiere a las diferentes formas que utilizan algunas personas para presentarse a la sociedad. Para muchos como una forma de protegerse, otros para sortear o adaptarse a diferentes situaciones con las que se deben enfrentar cada día.
Utilizar estas máscaras se puede hacer de manera consciente o inconsciente. Y en la mayoría de los casos, las utilizan para esconder inseguridades, ocultar el miedo escénico, sacar a flote emociones reprimidas, o animarse a interrelacionarse con grupos o personas y no verse minimizados, sentirse fuera de contexto, o simplemente darse ánimo para integrarse socialmente.
También las máscaras se utilizan como una forma de protección, y no solamente para proteger la salud, sino también para protegerse emocionalmente. Estas siempre tienen un significado y muchos incluso las adornan para dibujar una manera ficticia de esconder lo que les cuesta enfrentar.
Y aunque su uso se remonta al pasado, en la actualidad la utilización de las mismas se ha incrementado como símbolos e iconos en las formas de relacionarse entre las diferentes clases culturales, sociales y características personales de los individuos.
Lo ideal sería presentarse tal cual como se es, de manera original, aceptándose como Dios y la naturaleza nos han hecho, sin reservas ni limitaciones, porque nada más hermoso en el ser humano, es que no se desdibuje en el plástico de lo ficticio, en la falsedad de querer ser quien no es realmente, de pretender utilizar los zapatos que no le pertenecen, de minimizarse y desvalorizarse como ser, como persona, como integrante de la sociedad con características propias, asumiendo sus realidades y limitaciones, y principalmente, tomar la decisión de aceptarse tal cual como es, de potenciar y superar todo lo que se oponga a verse con ojos propios, de amarse, respetarse, valorarse, animarse y a ver con optimismo su realidad, tomando la decisión firme de dar gracias por los dones recibidos y decidirse a potenciarlos a su máxima expresión, porque al final todos somos hijos de un mismo Dios, y venimos al mundo a cumplir misiones diferentes.
Según la Teoría Psicoanalítica de Freud y su hija, Anna Freud, existen varios tipos de máscaras. Hagamos el ejercicio y veamos cuales de estas están presentes en nuestra vida.
Máscaras sociales, queriendo formar parte de grupos en los que no estamos realmente. De personalidad, adoptando comportamientos que no se relacionan con el verdadero ser. Emocionales, muestra emociones falsas a lo que se siente realmente. Rituales o ceremoniales, se desgarran el pecho alabando al Ser en el que creen pero de la boca hacia fuera porque sus comportamientos dicen lo contrario. Y así muchas otras que simplemente no nos dejan ser totalmente originales.
Asumamos lo que somos y Dios y el universo nos darán la recompensa de la sabiduría y el bien.
Sabes qué es la Hipoestesia?
La disminución del tacto.
angelito.mora29@gmail.com
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