Hablemos hoy de: Los buenos sentimientos
Aunque los buenos sentimientos son poco valorados y escasamente percibidos por las personas, lo mejor que podemos hacer a título personal, es cultivarlos, a la larga el mayor beneficio lo recibiremos nosotros mismos.
Los buenos sentimientos, o sentimientos positivos, son sensaciones agradables que generan una percepción mágica, de bienestar, de agrado, potencian la felicidad, la salud física y psíquica, disminuyen el estrés, estimulan los buenos intereses, afloran el amor, reviven la esperanza, fortalecen el cuerpo, alma y espíritu, y nos preparan y protegen para los momentos o situaciones de crisis. Además de generarnos bienestar, llenarnos de sensaciones de agrado, paz, y encuentro propio.
Los sentimientos pueden ser de alegría y felicidad, pero también de dolor y tristeza, y surgen producto de una emoción que hace que el individuo se haga consciente de su estado de ánimo.
Es de suma importancia observar el grado de identificación y valoración que la persona tenga consigo mismo. Para una persona que esté claro con quién es realmente y cultive su personalidad, es mucho más fácil practicar los buenos sentimientos. Esto se asocia a su capacidad para ver el bien y actuar de la misma forma.
Sabe que esta conducta los lleva a obtener mejores resultados de cada acción que emprendan en su vida. Además, están claros que el actuar en positivo, deja mejores resultados que una actitud contraria.
Cuando cultivamos sentimientos positivos, nos damos el permiso de tener un desarrollo más armónico y ajustado a las circunstancias. Incluso nos permite regalarnos momentos de placer personal complaciéndonos con algo que nos guste, una buena comida, un postre, un momento grato con un amigo, una buena conversación, disfrutar de una buena bebida, escuchar la música que nos gusta, agradecer un buen gesto, sentir la satisfacción de ayudar a alguien, formarse un mejor concepto de la vida y de las personas, reír a placer, mostrar buen humor y en definitiva, tener una mejor perspectiva de la vida.
Hay que ser cuidadoso con las cargas emocionales que imprimimos a los sentimientos, pues estas pueden determinar sus características, y generar cargas emocionales negativas que terminan produciendo desequilibrios emocionales y depresión.
En la actualidad es un tema de cuidado, pues son muchos los elementos que inciden en nuestras emociones de manera negativa, y si no estamos preparados para afrontarlas, pueden desembocar en situaciones que nos conduzcan a desequilibrios en nuestro comportamiento, y afectar la salud de manera significativa.
En la vida existen infinidad de sentimientos positivos que podemos experimentar, y a pesar que la lista es muy larga, vamos a destacar algunos: la felicidad, una tarea que tenemos que cumplir todos.
El amor como el sentimiento más puro que debemos practicar los seres humanos, y que nos debe unir como una sola raza capaz de practicarlo hasta en su más mínima expresión.
La solidaridad como una de las expresiones más humanas que existen, y así como nos lo enseñó Dios al multiplicar los panes y los peces, así podemos compartir las bendiciones que recibimos con otras personas.
La esperanza como muestra de fe y fortaleza, ante cada una de las pruebas por las que tenemos que pasar a lo largo de nuestro camino. La pasión como un elemento indispensable que nos energiza y llena de buenas vibras cada una de las acciones que emprendemos, si lo hacemos con pasión, estará bien hecho.
La alegría como el condimento indispensable para que todo lo que hagamos tenga sabor a éxito. El agradecimiento como uno de los elementos más importantes y que son escuchados por el universo, pues cada vez que agradecemos, este nos devuelve bendiciones y se nos multiplica todo lo bueno que hacemos.
Pero así como hay sentimientos positivos, también los hay negativos, y nos daremos cuenta de la diferencia y que no vale la pena quedarnos anclados, pero lo que si debemos hacer es aprender de ellos para poder crecer como personas de manera más firme.
Solo con leer sus nombres nos daremos cuenta que no nos ayudan en nada, pero que igual, hay que respetarlos. El miedo nos bloquea y no nos deja avanzar. La rabia nos roba momentos de armonía y nos causa problemas de salud.
La tristeza solo nos conduce por un camino de soledad, silencio y malestar que a la larga no nos deja nada bueno. La culpa el aspecto negativo de algo que nos golpea por haberlo hecho mal, pero que debemos asumir con responsabilidad y enfrentar para poder avanzar.
El estrés como el elemento que más está golpeando a los seres humanos en la actualidad, y que debemos buscar las maneras de superar pues se ha llegado a convertir en una enfermedad. Y así existen otros que debemos sortear pues como emociones negativas nos limitan y nos retrasan en el camino a encontrar todo lo bueno que nos ofrece el universo.
Tener buenos sentimientos no es un signo de debilidad, todo lo contrario, es una muestra del importante nivel que como ser humano se puede alcanzar. Que si somos capaces de practicarlos y de tenerlos presentes en cada instante de nuestras vidas, y mostrar y disfrutar que con cada buena acción que ejecutemos, podemos ser mejores seres humanos y estar en armonía con las leyes de Dios y de la vida.
Porque cada uno de nosotros tenemos una carga importante de buenos sentimientos, solo que hay personas que por pena o temor al comentario social que tanto daño hace, no se atreven a sacarlos a la luz y demostrarle al mundo que somos capaces de mostrar con orgullo cada uno de esos bellos y buenos sentimientos que nos adornan como personas, como seres humanos y como hijos de Dios.
Nuestros padres nos enseñaron una larga lista de buenos sentimientos, honremos sus memorias y su presencia con la práctica diaria de al menos uno de ellos, así, estaremos contribuyendo a tener una mejor sociedad y una mejor humanidad.
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