Hablemos hoy de: Lo Imprevisto
Normalmente los seres humanos pensamos que tenemos todo bajo control. Sin embargo, la vida nos puede sorprender con eventos inesperados para los cuales no estamos preparados. Son situaciones que se presentan de improviso, y que alteran el ritmo de nuestras vidas de manera significativa.
Lo imprevisto es algo que simplemente no vimos venir, que no detectamos a tiempo, que no conocemos y que nos sorprende de manera inesperada, que se presentan sin dar señales o signos que anticipen su presencia. Son situaciones que incluso se presentan con cierta regularidad en nuestras vidas.
Estos eventos nos llevan a cambiar los planes o programas que teníamos en determinado momento, alterando de manera negativa, los compromisos que se debían llevar a cabo.
Cada vez que sucede un imprevisto, podemos pensar que no tenemos control sobre la planificación que realizamos y nos genera un gran estrés, sin embargo, esto nos hace ver que no debemos ser tan lineales a la hora de planificar, y debemos dar un margen de flexibilidad, que nos permita reorganizarnos de manera rápida y efectiva.
De igual forma, nos enseña que debemos estar preparados para el cambio, pues existen eventos externos que nos pueden llevar a modificar las acciones, de manera repentina.
Es importante entender que no todos los eventos imprevistos tienen un carácter negativo, simplemente son sucesos que se presentan y que nos llevan a modificar lo previsto, para adaptarnos a la nueva acción que nos permita seguir adelante.
Precisamente, por generarse por circunstancias externas, debemos asumir actitudes positivas que nos conduzcan a superar de manera rápida, la situación.
No es nada fácil adaptarse a los imprevistos, y a pesar que no todas las situaciones son negativas, hay algunos de estos eventos que nos pueden causar un desequilibrio importante en el ritmo de nuestras vidas.
Nos hacen ver cuán vulnerables podemos ser, cuán frágiles, y qué capacidad de respuesta tenemos, ante situaciones que simplemente se presentan y deben ser resueltas en el menor tiempo posible.
Ellos suelen traer grandes lecciones, que nos pueden ayudar a implementar los recursos que necesitamos para gestionar cambios que nos mueven desde nuestra zona de confort, hacia espacios que ni siquiera imaginábamos y que pueden llegar a ser agradables, y que no habíamos visto de esa forma.
Como nadie sabe lo que sucederá mañana, los imprevistos generan una especie de dinamismo en nuestras vidas, a través de la sorpresa y lo impredecible. Esto nos enseña a vivir más en el aquí y en el ahora, en el presente, sin pensar demasiado en el futuro pues es desconocido. Al final, la vida es hoy.
Es importante entender que en esta vida nada es imposible. Lo súbito, lo inesperado o lo imprevisible, se pueden presentar en el momento menos esperado, por lo tanto, debemos ser inteligentes y actuar con plena conciencia para solventar, superar y salir delante de la situación que se presente.
Ser organizado es importante, y esta organización incluye un aparte para lo imprevisto. Como sabemos, esto es algo que se presenta sin que lo veamos o nos toma por sorpresa, y en muchos casos debemos disponer de recursos económicos para superar el evento o situación, por tal motivo una persona previsible, tendrá un fondo de ahorro para hacer frente al imprevisto, lo que contribuirá, a la superación del mismo.
Los imprevistos forman parte de nuestra vida, y en ocasiones suceden para decirnos que por muy planificados que seamos, no estamos exentos de vivir este tipo de situaciones.
La vida nunca podremos llegar a controlarla, y lo mejor es lo que nos sucede en cada momento. Por eso debemos tener claro que lo imprevisto es algo que nos puede suceder, y para ello podemos prepararnos para preverlos y poder minimizar la sorpresa, esto nos ayudará a disfrutar de lo que está fuera de nuestro control.
Muchas veces cuando nos sucede un imprevisto, nos concentramos en buscar la solución y nos olvidamos de pensar que tal vez pudimos evitarlo. Esto incluso, nos puede llevar al desánimo y a actuar de manera negativa, a tal punto, que nos hace sentir culpables.
En ese momento debemos reflexionar y ver las cosas desde una óptica positiva. Avanzar hacia la solución es el camino a seguir, y no detenerse ni en buscar culpables o responsables, simplemente debemos solucionar y continuar el camino hacia los objetivos y metas que teníamos planteados. No olvidemos nunca que la falta de previsión, nos puede llevar a la improvisación, lo cual no siempre sale bien.
Sobrevivir a los imprevistos no es imposible, además, estas situaciones siempre están presentes en nuestros tiempos. Es allí donde la previsión entra en el tapete, y contribuye de manera efectiva en la solución de tales sucesos.
Tener planes de contingencia para estos eventos, no es una idea fuera de lugar, todo lo contrario, facilita el camino hacia su superación. Ah, que no te de pena, si tienes un imprevisto y sientes que te supera, busca ayuda, y recuerda que acompañado se llega más lejos.
No confundas todos los eventos que puedan sucederte con los imprevistos, asume tu responsabilidad y acepta que en muchos casos, es tu falta de decisión, planificación, responsabilidad, entre otros, los que hacen que sucedan diferentes situaciones de apremio en tu vida.
Sé responsable y asume que todo lo que en tu vida sucede, es única y exclusivamente tu responsabilidad.
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