Hablemos hoy de: La vida es hoy
Muchas personas viven pensando en el mañana y se olvidan que realmente la vida es hoy.
No podemos perder el tiempo viviendo en el pasado porque este se quedó en el ayer, y si bien es cierto que él, será la base para muchas cosas que tendremos que vivir, también es cierto que no nos podemos quedar anclados allí porque estaríamos perdiendo parte de las oportunidades que nos brinda el hoy.
Tampoco es bueno pensar mucho en el mañana, ya que como no lo conocemos, pues no sabemos qué nos trae ni cómo será, por lo tanto es mejor concentrarnos en el hoy para que la huella que dejemos nos sirva para tener la mejor referencia que nos permitirá hacer grandes cosas en el momento que corresponda.
Si tenemos una vida maravillosa, y tenemos toda la oportunidad del mundo de hacer de ella un gran momento para evolucionar positivamente, llevar adelante nuestros proyectos con éxito, ayudar a otras personas, ser buen ciudadano, destacar en el trabajo, disfrutar de la familia, de los buenos amigos, de las maravillas que la vida nos brinda.
Aprovechar el tiempo con respeto, entre otras tantas cosas, porque sabemos que el hoy es muy corto, que no lo podremos modificar como quisiéramos y tampoco borrar cosas que ya se han hecho, y que el mañana no nos permite planificar mucho porque aún no existe.
Entonces por qué perdemos tanto tiempo disculpándonos por cometer errores que simplemente no se deben cometer, preocupándonos por personas que ni siquiera están pendientes de nosotros y por cosas que nunca sucederán, lamentándonos por algo que dejamos de hacer, pues si no lo hicimos ya no tiene objeto lamentarse, cuestionándonos por cosas que dijimos y que tal vez puedan herir a alguien, aquí solo debemos reflexionar y tener cuidado de las palabras que salen por nuestra boca, y en general perder tiempo en cosas que no tienen sentido porque nada de lo que hagamos resolverá lo que ya hemos hecho.
Al contrario de esto, debemos asumir con valentía y creer que somos capaces de resolver cada situación que la vida nos presente, que con responsabilidad enfrentamos nuestros errores, que nuestra personalidad es firme para dar la cara ante otras personas para entendernos, que nuestro nivel de autoestima es importante y refuerza nuestra conducta, que estamos orgullosos de quién somos, que rechazamos la violencia, que somos capaces de asumir riesgos, y que en cada acción que desarrollemos está nuestra voluntad, disposición, capacidad, fuerza y carácter bien definidos para salir airoso de cada una de ellas.
Todas estas afirmaciones las hacemos con la convicción que lo que hagamos hoy debe ser lo mejor. En cada evento que nos comprometamos, lo debemos hacer con la conciencia clara y con el máximo sentido de responsabilidad para que todo salga como se planifica. Solo así podemos estar tranquilos y sabremos que cada compromiso asumido es un reto que debemos cumplir, porque el tiempo es implacable y nunca debemos decir si a algo que luego no cumpliremos. Hay que tener vergüenza y ser comprometido.
Nada más hermoso que el hoy, sabiendo que hubo un ayer y que habrá un mañana, y que cada uno de ellos representa oportunidades, y que si ayer lo hicimos bien es un buen signo para saber que hoy lo podemos hacer mejor, y que como mañana tendremos posiblemente otra oportunidad, pues es nuestra decisión superar lo que se hizo el día anterior y así seguiremos creciendo de manera vertical, y que a eso se le llama evolución.
Cada día es una oportunidad para ser mejores y solo nosotros tomamos la decisión de serlo. Nadie, pero absolutamente nadie crece porque otro lo empuja, eso es una decisión sumamente personal, puedes hacer cientos de cursos de crecimiento personal, pero puedes estar perdiendo el tiempo en cada uno de ellos si no tomas la decisión de sacar el provecho que te servirá en la vida.
En una oportunidad dicté un entrenamiento en concienciación ambiental, participaron alrededor de 32 personas y al final de la actividad en el proceso de retroalimentación, al preguntarle a los participantes su opinión sobre la misma, uno de ellos respondió que todo estaba muy bien, pero que mientras su carro estuviera limpio todo lo que generara dentro de el lo lanzaría por la ventana. El tomó la decisión de no evolucionar ni aprovechar el tiempo, ni el hoy.
Todo lo que podamos hacer hoy lo debemos hacer. No debemos dejar para mañana la tarea porque se nos puede quedar inconclusa. El hoy es el mejor regalo que podemos recibir, por eso cada día al despertarnos debemos darle gracias a Dios por el regalo de abrir los ojos a una nueva oportunidad que seguro, con nuestra decisión positiva nos llevará al éxito y a sentir que somos capaces de hacer lo que nuestro corazón y nuestra mente quieran.
Busquemos la manera de conservar lo que tenemos, olvidando lo que nos ha hecho daño. Así, podremos valorar lo que poseemos y luchar por lo que queremos. No esperemos que los momentos se conviertan en recuerdos para luego lamentarnos por lo que hubiésemos podido hacer. Nunca olvidemos que la vida es una sola y que el hoy no tiene repetición, que no es como un casette que lo rebobinas y lo devuelves a la parte que quieras.
El tiempo es implacable pasa y no pide permiso, además la vida es como un espejo, todo lo que hagas se devuelve, por eso debemos hacer cada cosa de la mejor manera. No debemos olvidar que como cada camino, la vida también tiene un fin, así que vivamos cada día con intensidad,co amor y con pasión para que todo lo que hagamos esté conectado con el corazón.
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