Opinión

Hablemos hoy de: La Tolerancia

"Vamos a darnos el permiso de convivir todos en el único espacio que el universo nos dio para compartir el hermoso recorrido por el maravilloso regalo de la vida"
martes, 09 abril 2019

Según Mónica Beltrán Gaos del Instituto Intercultural para la Autogestión Cultural de España, la tolerancia es la virtud de la democracia. El respeto a los demás, la igualdad de todas las creencias y opiniones, la convicción de que nadie tiene la verdad ni la razón absolutas, son el fundamento de esa apertura y generosidad que supone el ser tolerante.

Desde mi óptica personal, la tolerancia reúne un importante número de elementos que permiten a través de su práctica que un individuo tenga el don de ser tolerante. El respeto, la flexibilidad, solidaridad, cordialidad, empatía, adaptación, comprensión, entendimiento, actitud, prudencia, entre otros, son parte de estos elementos. Aunado a ello, la educación y cultura del ser humano complementan las características de una persona capaz de entender, pensar y actuar libremente, y a su vez, saber escuchar, observar y aceptar que la diferencia forma parte de nuestras vidas. Es así como uno de los mejores regalos de Dios fue hacernos diferentes, siendo esta una de las riquezas más grandes del mundo, la diversidad.

La tolerancia es aceptarse unos a otros, es saber respetar a los demás como son y a su entorno, es considerar la forma de pensar y ver las cosas de cada quien, sus opiniones, creencias, cultura, pero también es saber discutir de manera asertiva cuando se está o no de acuerdo. Muy importante es, que para poder ser tolerantes, debemos aceptarnos a nosotros mismos y así podemos generar respeto al otro.

Algunas personas piensan que tolerar es aguantar, es rendirse a la voluntad de otro o darse por vencido. La realidad es que se trata de un principio de vida que hoy día cobra una importancia relevante, es adaptarse, comprender y respetar a los demás y a la energía del universo.

Para poder convivir en armonía debemos practicar la tolerancia. Un ejercicio nada fácil, ya que debemos guardar el orgullo y frenar el egoísmo. Pero debemos entender que una manera de solucionar problemas en el mundo, es precisamente practicar la tolerancia para derrumbar las barreras del odio, la injusticia, la mentira, la traición, el engaño, entre otros elementos que están haciendo de la humanidad una sociedad cada vez menos accesible.

Una hermosa forma de describir la tolerancia es “olvidar y perdonar, liberándonos de prejuicios e injusticias y evitando toda forma de violencia, respetando las ideas y practicas diversas y admitiendo que puedo equivocarme, sin desear imponer mi voluntad, comprendiendo los distintos puntos de vista e intentando soluciones flexibles para de esta forma, aceptar y respetar la diversidad humana”.

El mundo sueña con la tolerancia desde que es mundo, quizá porque se trata de una conquista que brilla a la vez por su presencia y por su ausencia. Se ha dicho que la tolerancia es fácil de aplaudir, difícil de practicar, y muy difícil de explicar.

Es importante tener en cuenta que la tolerancia no es sinónimo de indiferencia. Esta implica en primer lugar respeto y en oportunidades entendimiento al otro. Además, es importante destacar que, pese a que la tolerancia invita a respetar y comprender a los demás, no supone aceptar aquellos que atropellan los derechos de la mayoría.

Ser tolerante es complejo, más aun cuando nos enfrentamos a posiciones que van en contra de nuestra moral y nuestros valores. Es allí, cuando interviene la autoestima facilitándonos las herramientas que a través de nuestra actitud, nos permitan manejar la situación.

Hoy en día la dinámica de la vida nos invita a practicar la tolerancia con nuestra familia, con los amigos, en el trabajo y en la sociedad. Ante tanta sensibilidad, debemos manejar con cautela la posición que adoptamos en las diversas situaciones que se nos presentan pues la violencia está ubicada en un nivel muy alto de las emociones del ciudadano común. Hay que actuar con inteligencia.

La tolerancia debe buscar un bien general de una manera correcta, es así como requiere de una distinción entre lo correcto y lo incorrecto, del bien y el mal. Estos elementos, el mal, la mentira y lo incorrecto no deben ser tolerados por lo que nada justificaría una acción en contra de los principios elementales de la vida, por lo que la tolerancia no puede ser un simple hecho teórico sino que debe verse reflejado en las acciones de los individuos.

La tolerancia es considerada como una cuestión de la moral y de la vida en sociedad. Es por ello que se considera a la tolerancia como una gran virtud y una responsabilidad cívica que para algunos, forma parte de una cultura democrática ya que posibilita una integración hacia el establecimiento de una verdadera identidad de la sociedad.

La tolerancia hace que los conflictos se resuelvan sin violencia mediante el dialogo entre quienes no están de acuerdo entre sí. Aunque hay un límite en que esta deja de ser virtud.

La actualidad nos exige la práctica urgente de la tolerancia. Nuestra realidad pide a gritos que seamos tolerantes ante una serie de eventos que nos afecta a todos y que está depredando a las sociedades. Si la vida es tan bella y mi semejante es uno de los seres más hermosos que dibujó el universo, por qué no ser tolerantes ante situaciones que en su mayoría no revisten de importancia y que lo único que logran es afectar nuestras vidas?

Vamos a darnos el permiso de convivir todos en el único espacio que el universo nos dio para compartir el hermoso recorrido por el maravilloso regalo de la vida.

Yo soy como soy, tú eres como eres… construyamos un mundo donde yo pueda ser sin dejar de ser yo. Donde tú puedas ser sin dejar de ser tú, y donde yo, ni tú obliguemos al otro a ser como yo o como tú!

Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link: https://chat.whatsapp.com/G1A3T9ZMeGbLSwky655UNo

También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí https://t.me/diarioprimicia 

error: