Opinión

Hablemos hoy de: La maravillosa aventura de haber vivido en Guri

Tan majestuoso era el proyecto, que se logra reunir un trío perfecto para dibujar un plano extraordinario que diera paso a la construcción de una de las obras más hermosas e importantes realizadas en Venezuela.
martes, 11 mayo 2021

Las cosas de Dios son mágicas. Nunca imaginé cuando me ofrecieron y acepté la oportunidad de trabajar en Guri, que allí desarrollaría mi vida de manera espectacular, y que esta se convertiría, en la aventura más hermosa que nunca había soñado.

Un lugar lejano de mi tierra, un mundo diferente en lo social, cultural y muchos otros aspectos, un paraíso natural, pues era como una pequeña isla de la fantasía, una comunidad multicultural pues llegamos a convivir hasta 33 nacionalidades (Italia, Francia, Colombia, Chile, EEUU, Perú, Belice, Honduras, Alemania, Noruega, Argentina, Brasil, India, México, Rusia, Bolivia, entre otros) en el campamento, un lugar estratégico ya que se construía la central hidroeléctrica más importante del país y que llegaría en un momento, a ser la primera del mundo, un sitio ideal para hablar con Dios y con la naturaleza, para formar parte del grupo de aventureros que como yo aceptamos el reto de venir hasta el Guri para trabajar, para formar parte de una sociedad privilegiada en diferentes aspectos, para consolidarnos con el transcurrir del tiempo en una gran familia, para sentir hoy un gran orgullo y agradecimiento por la oportunidad que un día se nos brindó.

Guri, plantado en la historia de nuestros antepasados en tierras guayanesas, en la que habitaban tribus indígenas en las zonas cercanas a la que sería, la cama de tan importante proyecto. Un campamento llamado las Babas, sería el primer sitio en el cual se asentaría la sede de los primeros trabajadores que desarrollarían la obra. Y por ahí, comienza la historia.

Tan majestuoso era el proyecto, que se logra reunir un trío perfecto para dibujar un plano extraordinario que diera paso a la construcción de una de las obras más hermosas e importantes realizadas en Venezuela. El trío, nada más y nada menos que Dios, la naturaleza y el hombre. Un grupo de personas con mentes claras, y conciencias justas, se reunieron para dar paso con sus ideas e imaginación, a la ejecución de la central hidroeléctrica que contribuiría al desarrollo industrial y económico del país. Pero no solo eran estos aspectos los considerados por ellos, hubo una extraordinaria conciencia humanista, ya que la visión del desarrollo humano estuvo insertada desde su concepción, al pensar en que este aportaría calidad de vida a los habitantes de nuestro hermoso país.

De esta manera, en el dibujo se diseñó un juego extraordinario que permitiera generar un equilibrio entre lo natural y lo humano. Para esto cada infraestructura estaba planteada con la conciencia justa y clara de una armonía sincronizada entre ambos actores. Lo verde y lo gris llegaron a establecerse de manera espectacular, generando un equilibrio entre ambos que permitiera armonizar el concepto de la obra.

Pero más allá de todo esto, estaba el aspecto humano. Pareciera que las personas que llegaron desde sus inicios a participar de una u otra manera en su ejecución, fueron seleccionadas por el creador del universo, pues cada uno en la medida de sus posibilidades, aportaría lo que su conciencia, su ética y su visión de vida les permitiera. Pudiéramos incluso decir, que el hecho de la selección que hizo Dios de personas de diferentes países para que vinieran a aportar al proyecto, fue totalmente intencional, pues sabía lo que cada uno aportaría, no solo sus conocimientos técnicos y profesionales, sino que además dejarían una huella muy importante en lo humanista y lo social.

El encuentro de tantas culturas, permitió que se desarrollara una sociedad fraterna, justa, equilibrada, solidaria, con un inmenso sentido de pertenencia pues cada quien sentía el proyecto y el campamento como suyo, el sentido de familia que se llegó a establecer fue muy alto, y la camaradería nos convertía en un todo. Se generó una visión maravillosa de un campamento que nos pertenecía, y que era nuestro pedacito de cielo.

Todo giraba entre lo industrial y lo social. Las personas encargadas de darle vida al campamento, tenían muy clara su misión y desarrollaban actividades que permitían que el disfrute se convirtiera en parte importante de nuestras vidas.

Múltiples actividades se desarrollaban. Llegamos a disfrutar de una muy variada gama de estas, en cuya planificación participaba toda la estructura de la empresa. Estas actividades permitían generar un equilibrio en la vida de los trabajadores y sus familias, pues el aspecto de la recreación era tomado de manera muy seria.

Entre las actividades que podemos mencionar, resaltan algunas que seguro nos harán viajar en el tiempo. El centro escolar era un generador de múltiples actividades que reunían a toda la familia, claro, giraban alrededor de los hijos de los trabajadores, y en muchos casos, involucraban a sus representantes. La extraordinaria y muy esperada fiesta de graduación de bachilleres. La feria de San Buenaventura en la que se celebraban corridas de toros y tablaos flamencos, entre otras actividades.

Los carnavales de Guri llegaron a atraer a visitantes de todas partes del país. La noche de las Vegas que se celebraba en el club Náutico. Las fiestas de fin de año para los socios de los diferentes clubes, disfrutábamos de las mejores orquestas del país, incluyendo artistas de talla internacional, los mejores cómicos también nos regalaron sus repertorios y nos hicieron disfrutar de momentos muy divertidos. El cine del club Guri nos regalaba películas para pasar los fines de semana de manera relajada. Las exposiciones de pintura y arte nos invitaban a recrearnos culturalmente.

Las actividades deportivas no faltaban, disfrutamos de eventos de talla internacional como el Suramericano de tenis. Las pistas de karting y bicicross en las que se realizaron campeonatos importantes a nivel nacional. En fin, son muchas las actividades que se podrían mencionar, y que contribuían en que nuestras vidas se desarrollaran en total armonía y tranquilidad.

Importante mencionar, que todo se movía en función del desarrollo de la obra. Que siempre hubo atención a las necesidades de los trabajadores. Que los familiares y amigos que nos visitaban se quedaban maravillados, y que cada momento que vivimos, nos convirtió en lo que hoy en día somos, la gran familia universal de Guri. Una aventura inolvidable y que nos hace dar gracias a Dios por la oportunidad.

Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link: https://chat.whatsapp.com/HacpzrELbvs9AUtqSSlfsR

También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí:https://t.me/diarioprimicia

error: