Hablemos hoy de: La crítica
La crítica puede ser la manifestación o el reflejo de lo que una persona lleva por dentro, o de sus carencias. Casi siempre alimentado por la envidia, el egoísmo, la falta de carácter y decisión para alcanzar, lo que otros si logran con esfuerzo propio.
También podemos decir que la crítica es un comentario, análisis o juicio que se hace de una persona, trabajo, obra, libro, película, entre otros, y puede hacerse desde un contexto objetivo o subjetivo.
La crítica objetiva, es precisamente la que desde un punto de vista objetivo, hace una evaluación justa de los criterios relacionados con la causa, persona, tarea, u otras.
Representa una ayuda o apoyo para la otra persona, al hacer que no sienta que lo están juzgando, ni atacando, lo que le permite visualizar con más claridad, nuevos criterios que no había visualizado anteriormente.
La subjetiva, solo expresa puntos de vista personales o particulares, sin basamentos justos ni objetivos. Afecta a las otras personas, ya que carece de objetividad y buenas intenciones pues los juicios que se emiten, no buscan nuevas alternativas o soluciones sino desacreditar, asignar culpas, o menospreciarlos.
Lamentablemente, hoy en día las personas no toman en cuenta ningún criterio justo para hacer críticas de cualquier tipo. Creo que lo turbio del ambiente que se vive, oscurece su mente y su ego, y los lleva a asumir posiciones de críticos sin tener ningún nivel o capacidad técnica, profesional, o, peor aún, moral, para entrar en el mundo de la crítica.
En este tipo de crítica normalmente lo que se hace, es mostrar una forma de defenderse mediante el ataque, ya que solo evidenciamos que nuestras capacidades se ven minimizadas con las acciones del otro.
Lo cierto y relevante de todo esto, es que debemos buscar la forma de ser justos y objetivos a la hora de materializar las opiniones, puntos de vista o comentarios sobre las personas, trabajos, o cualquier actividad realizada por los demás, ya que esto solo genera una situación de alivio sobre la emoción negativa que nos genera la otra parte.
La crítica subjetiva puede generar una serie de situaciones negativas en los diferentes contextos, social, familiar, laboral, religioso, otros.
De igual forma, sin darnos cuenta nos afecta en lo personal, ya que nos demuestra la incapacidad o falta de personalidad para ser objetivos a la hora de opinar sobre lo que criticamos. No nos permite dar la cara y enfrentar la verdad que está ante nuestros ojos.
Aristóteles decía que la única manera de evitar la crítica, era no hacer nada, no decir nada, y no ser nada. Creo que su teoría fue rebasada hoy en día, ya que cuando haces algo te critican, pero cuando no lo haces también.
Debemos hacer un examen de consciencia y plantearnos la posibilidad de cambiar nuestra perspectiva al respecto de la crítica, ya que a pesar que pueda haberse convertido en una costumbre, podemos desarrollar una serie de actividades que nos apoyen para verlo de una manera más objetiva:
Desarrollar una visión más humana de la vida, practicar el respeto de manera cotidiana, aportar en vez de restar, aprovechar asertivamente el tiempo, practicar la empatía, saber escuchar, estar claros en nuestras opiniones y posiciones respecto a un tema determinado, tener seguridad, no convertirse en juez.
La práctica de estas actividades nos llevará a sentirnos mejor con nosotros mismos, y a despejar dudas sobre nuestras propias capacidades y formas de ver las cosas de la vida.
Algo muy importante es mencionar, que el concepto de la crítica nos lleva a mostrar el pensamiento individual, grupal, y la opinión de personas expertas en ejercerla. Y es importante tomar en cuenta, que hay personas que han llegado a ocupar niveles importantes en el conocimiento, que les permite emitir críticas sobre diversos temas en los que se han especializado como, humanidad, ciencias, arte, política, deportes, otros).
Comparto algo que leí y me pareció interesante: “cuanto más críticas a la gente y cuanto más juzgas cómo se comportan, más pequeño te haces y menos sumas al mundo”
Es importante darse cuenta que en la medida en que criticas a los demás, en la misma medida estás hablando de ti, solo que no te das cuenta, porque no lo ves.
Hay que reflexionar sobre el tema, ya que su práctica crece cada día y genera más complejidades en las relaciones entre las personas.
En una sociedad que ocupa la mayor parte del tiempo buscando la manera de resolver las situaciones que les permitan tener una vida más tranquila y digna, es complejo entender que algunos se ocupen, de consumir el tiempo en criticar a los demás, descuidando por supuesto, sus realidades. Es como una manera de escapar de su verdad, descargando sus limitaciones y frustraciones en criticar a otros, para ocultar sus verdades.
Es gastar el tiempo en otros, antes de ocuparse en resolver cada una de las situaciones que los envuelven, y que los convierte en personas complejas y difíciles de entender. No se abren a las relaciones concienciadas y armónicas, las cuales facilitan la comprensión y el entendimiento entre los seres humanos, y generan una convivencia sana.
Es triste cuando a tú alrededor existen personas con esta característica, ya que no permite el encuentro claro y consciente que debe existir, para que haya un proceso de comunicación fluido y participativo en el cual todos puedan ejercer su derecho a expresarse, sin el temor de ser criticado y minimizado.
A pesar que la crítica puede ser necesaria en algunos casos, es importante ser objetivo y formar parte del grupo de personas que lejos de aplicarse hacia la crítica, prefieren ser parte de las soluciones y aportar criterios justos y acordes con las necesidades que generan los desacuerdos. Siempre buscan el consenso como el mejor camino hacia la solución.
Antes de criticar mírate al espejo.
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