Hablemos hoy de: La confianza
Ubicándonos en el contexto actual, imagínense la relevancia y la importancia que tiene este término.
Cuando hablamos de confianza, desembocan en nuestra mente un sin número de cosas, términos, e incluso imágenes que nos trasladan a escenarios que debemos manejar de manera objetiva, para que nuestros pensamientos y conclusiones, puedan ser lo más apegadas a lo justo y lo real, cuando hablar de confianza se trata.
Podemos decir que la confianza es una manera muy personal de sentir, ver, comprender, y entender, cuál será el nivel de lealtad, seguridad, honestidad, responsabilidad, esperanza en el comportamiento de alguien o algo, motivación en sus acciones, credulidad en sí mismo, compromiso, aliento y valor, a la hora de actuar de manera adecuada de una persona o grupo de personas.
Esto debe generar un nivel importante de seguridad en no ser engañado o burlado, en nuestra ausencia, y que no sea necesaria ninguna supervisión.
También podemos decir que es una hipótesis sobre la conducta de otro, y que a su vez puede ser evaluada positiva o negativamente, dependiendo de sus actos, comportamientos y reacciones. Esta genera seguridad y esperanza en alguien.
La persona que confía, en muchas ocasiones puede ver que esta se convierte en un sentimiento en el que en oportunidades se juegan importantes momentos y eventos de su vida, es por esto, que en determinadas situaciones, las personas sienten mucho temor a ser defraudadas, lo que seguro les generará decepción, desengaño, y sentimientos encontrados, que harán que se conviertan en personas que no confían en nadie.
Uno de los aspectos más importantes en este tema, es estar plenamente seguro del nivel de confianza que tenemos en nosotros mismos. Esto hará que vivamos convencidos que todos los esfuerzos que hagamos por lograr nuestras metas, sueños y objetivos, valdrán la pena y harán posible todo lo que hagamos para alanzarlos.
La confianza genera un grado importante de armonía en la vida de los seres humanos, ya que hará que tengamos suficiente fe hacia las personas en general, produciendo un clima de armonía y seguridad en las relaciones interpersonales que desarrollemos, y un estado de equilibrio y seguridad a la hora de mantener un proceso de comunicación y relación en nuestra vida.
Su práctica conlleva a las buenas relaciones, puede aumentar o disminuir de acuerdo al comportamiento de cada quien, ya que produce seguridad en la seriedad, rectitud y buenas intenciones que tengan las demás personas.
Cuando se deposita confianza en un ser humano, se hace porque la persona ha demostrado con hechos suficientes, ser un individuo responsable, cordial, amable, justo, equilibrado, serio, comprometido, leal, entre otras características que lo hacen merecedor de un nivel de confianza significativo.
En repetidas oportunidades nos encontramos con dudas al querer establecer un grado de confianza hacia una persona, y surgen preguntas como, será digno de mi confianza o será un fraude más?, será serio al escucharme y no me juzgará?, será discreto o multiplicará lo que le confíe?, será comprensivo o me criticará?, sabrá aconsejarme y orientarme o mostrará desinterés en lo que le diga?.
Estas son solo algunas interrogantes que se presentarán en nuestra mente, sin embargo, lo más importante es estar totalmente seguro de quién es la persona a la que se le va a dar un grado de confianza, para no sufrir decepciones ni pasar malos ratos.
Algo que sí es seguro, es que al perderle la confianza a alguien, prácticamente se pierde la amistad, ya que retomar la relación que existía es casi imposible y muy difícil.
La confianza genera una forma de acercamiento o familiaridad con la otra persona, y esto lo produce su grado de seguridad, responsabilidad, fidelidad, predictibilidad y comportamiento. Todo lo contrario sería la mentira, las conductas falsas, lo impredecible, el engaño, el abuso, entre otras, que generan una total desconfianza en el individuo.
Cuando estamos seguros de quien somos, tenemos un alto nivel de confianza en nuestras capacidades, conocemos nuestro rol en el plano que nos desenvolvemos, demostramos nuestro nivel de compromiso, seriedad y responsabilidad, estamos mostrándole al mundo que somos seres emocionalmente sanos, capaces y dignos de confianza. Así la inseguridad no estará presente nunca en nuestras vidas.
Cuándo, cómo, dónde, a quién?, son interrogantes que se nos presentan a diario. Sin embargo, la evolución que hemos logrado en la vida, nos dará los elementos necesarios para seleccionar a quienes les podremos depositar un grado de confianza, sin temor a decepciones.
Y aunque hoy en día la autoestima de los seres humanos está en niveles preocupantes, no podemos dejar de pensar que aún existen personas dignas y merecedoras de nuestro respeto, admiración y confianza. No debemos juzgar a nadie, sin embargo, podemos establecer nuestras propias reglas a la hora de seleccionar a las personas que formarán parte del selecto grupo, que disfrutarán de nuestra confianza.
La confianza es un anhelo del ser humano. Este genera un estado emocional en el que el individuo muestra elementos suficientes para ser valorado como persona confiable y digna, para poderle confiar sentimientos, información situaciones que nos estén afectando de una u otra manera.
Esto se gana en la vida con un comportamiento acorde con los valores y sentimientos que la persona demuestre, sin nada que ocultar, todo de manera transparente y con la mayor disposición posible hacia los demás.
Obtener la confianza de las demás personas, solo dependerá de la decisión que tomemos en la vida para seguir por los caminos correctos, que nos lleven a buen destino.
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