Hablemos hoy de: La Conciencia
Hablar de este concepto es sumamente complicado. No existe en la ciencia los medios suficientes para medir algo que no tiene materia y carece de energía que pueda ser medida. Sin embargo, este ha evolucionado con el desarrollo de la psicología, la filosofía y la neurofisiología. Por su parte la filosofía habla del aspecto subjetivo, y la psicología y la neurofisiología se basan en el comportamiento o propiedades fisiológicas. Al final, cada una ofrece su propia definición del concepto.
Por tanto, podemos decir que la conciencia es un estado mental propio del ser humano que le permite ver y analizar cómo se percibe y, lo hace consciente de su responsabilidad moral por su conducta en la sociedad. No es una cualidad innata ya que se determina a través de su relación con estímulos externos tales como sus condiciones de vida, su nivel de educación, entre otros, los cuales por medio de sus sentidos le permiten interpretar y reflexionar sobre esos estímulos, relacionándolos con su memoria y así construir su propia realidad.
La conciencia limpia por el deber cumplido, representa la capacidad del hombre para dar respuesta a las constantes exigencias de la sociedad sin remordimientos, pues su comportamiento demuestra su capacidad moral como ser humano.
El ser humano no es solo lo que a simple vista demuestra. Somos consciencia y conciencia, dos dimensiones que nos hacen ser seres humanos. Su diferenciación hará que nos conozcamos mejor. La consciencia nos permite formar parte de nuestra realidad, mientras que la conciencia nos conduce a comportarnos de la manera correcta moral y socialmente. Un ejemplo, no es igual decir tengo mi conciencia tranquila, que estar consciente de haber recibido un revés. La Real Academia de la Lengua Española (RAE) dice que en ocasiones podemos encontrarnos con situaciones algo ambiguas que nos puedan llevar a equívocos. Incluso es común encontrar autores que confunden los términos.
Jean Paul Sartre dijo que “La conciencia solo puede existir de una manera, y es teniendo conciencia de que existe”
La conciencia es un concepto moral y ético, y se refiere a la capacidad de las personas para saber cuáles actos pensamientos, actitudes, situaciones entre otras, son correctas y cuáles no.
La consciencia según William James, padre de la psicología norteamericana, es subjetiva. Es un proceso personal en el que el individuo se hace consciente, forma parte de su realidad interna y de su entorno. Se relaciona con el pensamiento por lo que siempre está en permanente cambio.
Y hablando de cambios, en la actualidad el ser humano necesita realizar una profunda serie de cambios en su dimensión de la realidad y del contexto en el que nos estamos desarrollando. No es para nadie oculto, la profunda crisis que se vive a nivel mundial. Pero esta crisis se genera precisamente por la poca conciencia de grupos de individuos que tienen en sus manos la toma de decisiones que beneficien o afecten a la humanidad. No es posible que el tema financiero o económico, sea la preocupación principal que mueve a estos grupos a tomar las decisiones que desde su punto de vista generarán la hegemonía que necesitan para asumir el control y el poder en toda la dimensión que según ellos, les generará la tranquilidad y el equilibrio necesario para estar cómodos y satisfacer sus egos, sin importar las consecuencias que para la raza humana trae como consecuencia. A pesar que la conciencia no tiene color, se puede decir que hay algunas muy oscuras y otras muy negras.
Es hora de reflexionar y de tomar decisiones que conlleven a la toma de conciencia justa, y genere el equilibrio que la humanidad necesita para retornar los ejes a sus puntos neutros y de esta forma conseguir el equilibrio tan ansiado por los seres humanos de bien.
Seamos conscientes, tomemos las mejores decisiones y actuemos en consecuencia. Demostremos que somos verdaderos seres humanos.