Hablemos hoy de: Hay Momentos de Momentos

Todos los días al despertarnos y al abrir los ojos debemos agradecer a Dios la oportunidad de poder decir buenos días a la vida y seguir en este hermoso plano, para emprender con entusiasmo tanto la rutina, como las tareas que nos hemos asignado para las próximas horas.

Es el momento en el que debemos cargarnos de energía positiva y buenos pensamientos, para que todo fluya con armonía y las corrientes que transportan y recargan el sistema en el que nos desenvolvemos, funcionen sin obstáculos y nos permitan que cada cosa que emprendamos se logre con facilidad, mostrando nuestra capacidad y eficiencia al momento de cumplir con las tareas, deberes y asignaciones.

Somos energía pura capaz de realizar todo lo que desde una perspectiva sana y lógica se nos presente en la vida.

Es impresionante como un día en la vida del ser humano está lleno de ritmos que hacen que se mueva en la medida de lo que este impone. Bien sea una salsa suave o un joropo recio, tal vez un buen merengue, o una balada, puede ser un rock and roll, o un bolero, siempre la dinámica nos conlleva a bailar a su son.

Lo importante en todo esto, es que el paso lo podemos adaptar a nuestro ritmo y llegar a bailar con la vida en sincronía perfecta que nos permita hacer las cosas sin ahogarnos y sin asfixiarnos, dando espacio a momentos de relax, que nos facilite armonizar cada paso que demos hacia el logro de nuestras metas y objetivos.

Tenemos que procurarnos el tiempo suficiente para disfrutar cada espacio de nuestra vida, tiempo para llenar el alma de música y de ritmo, para disfrutar de nuestras familias, para regalarnos las mejores sonrisas, para disfrutar de nuestros triunfos y del éxito, para saborear el ser buenos en lo que hacemos, para limpiar y llenar de buenas energías nuestros pensamientos, para compartir con nuestros amigos, para regalar y recibir amor, para enriquecer nuestro accionar, para sentir que nos respetamos y que somos valiosos para nosotros y para la vida.

En fin, para dar gracias a Dios por formar parte de esta gran aventura llamada vida, y tener la capacidad para ver al mundo de la manera más humana y bonita que se pueda ver.

Debemos tener en cuenta que para mejorar algunos aspectos de nuestra vida, hay que hacer algunos cambios que redundarán en beneficio de la salud y bienestar en general.

No hay que cargarse de muchos elementos que a la larga solo complican el accionar y la dinámica a la que debemos ajustarnos en nuestros quehaceres diarios, hay que buscar elementos que faciliten las tareas y las acciones que se deben desarrollar y de manera no complicada, hacer las cosas con amor y dedicación para que estas no se conviertan en una carga, sino que al contrario, al hacerlas con la mejor disposición la energía fluya libremente y se materialice el objetivo sin complicaciones.

Para todo existen momentos. Solo debemos tener claros los objetivos y metas para que cuando se presenten, aprovechar las cargas energéticas que nos facilitarán desarrollar las actividades en completa armonía y aprovechar los tiempos positivos para que cada cosa que hagamos la hagamos en completa sincronicidad con el universo.

Pero para que todo esto se pueda hacer, hay un aspecto muy importante que debemos tomar en cuenta, y este aspecto se llama salud.

No es falso que en muchos momentos nos dejamos arropar por las situaciones y tribulaciones y nos olvidamos que debemos alimentarnos, tal vez descansar o dormir aunque sea un lapso corto de tiempo, pues estos elementos forman parte de una vida sana.

Si descuidamos la alimentación, el ejercicio, el podernos relajar y tener períodos completos de sueño, estamos atentando contra las principales medidas que debemos observar para gozar de buena salud.

En este sentido solo hay que saber utilizar el tiempo y manejarlo a nuestro favor porque no podemos olvidar que lo mejor que existe es que después de un día, hay otro.

Para no cansarnos de nuestra rutina diaria y esta se convierta en algo desagradable o malo, solo debemos hacerla dinámica y cuidar cada uno de los actos que hacemos día a día, evitando así que se torne repetitiva, fastidiosa, y que se termine haciendo de forma automática.

Hay que variar las formas de realizar nuestras tareas para que estas nos lleven a desarrollarlas con mayor fluidez, energía, y no nos cansemos pensando que hay que hacer lo mismo otra vez. Dicen que de la variedad se saca buen gusto.

Hay momentos de momentos, solo debemos esperar que cuando llegue el nuestro, estemos preparados para aprovechar la oportunidad, y con la mayor disposición, sacar el beneficio que nos corresponde al actuar de manera correcta y siempre estar dispuestos a funcionar en positivo como debe ser.

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