Hablemos hoy de: En Tiempos de Crisis
El universo está en una etapa crítica e inestable. Su energía se está moviendo de manera confusa, irradiando inestabilidad y desequilibrio en la armonía en la que se debe mover el mundo.
Claro, todo esto enmarcado en la conducta del ser humano que cada vez más transgrede sus leyes y modifica sus patrones, generando una gran turbulencia y una inmensa crisis en la vida del planeta.
La crisis son momentos decisivos de cambios, o modificaciones que se dan en el orden que se tenía establecido, lo que genera la construcción de uno nuevo, aunque este no represente una garantía de que pueda ser mejor o peor que el anterior. También significa escasez, generando un desequilibrio que conlleva a la modificación de las rutinas en las que el ser humano se ve involucrado diariamente.
En la actualidad nos estamos moviendo en una constante crisis en todos los aspectos que generan la dinámica social del planeta.
Es así como la convulsión social en gran parte del mundo, los efectos de la caída de las economías que profundizan la problemática en el aspecto social, la pandemia que no solo está afectando a los gobiernos, sino que también afecta la salud física y mental de la humanidad, y que ha generado el deceso de millones de personas que aunque muchos digan que la cifra es baja, solo basta preguntarle a alguien que ha perdido a un ser querido, los graves efectos que produce el desequilibrio ambiental, con la afectación de los recursos naturales que sostienen la vida en el planeta, y uno de los más importantes, la apatía, el desinterés y la irresponsabilidad en el comportamiento de los seres humanos, que pareciera que apuntan a su propia y pronta extinción.
Aunque muchos utilicen la palabra crisis como la responsable de la mayoría de los sucesos adversos, importante es asumir con responsabilidad, que la actuación de los individuos motivados en la mayoría de los casos por un móvil económico, es la principal causa de los problemas que atraviesa la humanidad en la actualidad.
Importante entender que cuando hablamos de crisis, estamos hablando de la ruptura o modificación de los sistemas actuales. La mayoría de las crisis son impredecibles, y su incidencia en la modificación de lo actual, dependerá de su duración en el tiempo, y la racionalidad con que el ser humano las asuma.
La mayoría de las crisis se fundamentan en la crisis humana. La crisis de valores de una sociedad en constante modificación, en la que los niveles de autoestima se ven cada vez más vulnerados por los efectos de la decadencia económica en las familias, la cual los obliga a doblegarse ante múltiples situaciones que aunque estén fuera de sus principios, obligan a las personas a ceder ante ellas, solo con el objetivo de conseguir algo para llevar a casa, o resolver algo puntual.
Es por esto que algunos expertos consideran que la crisis es un concepto netamente humano, y por tanto, para buscar solución a muchas de ellas, se debe trabajar en función del establecimiento de una cultura éticamente humanista.
Las personas asertivas y positivas, piensan que las crisis son oportunidades que no se deben dejar pasar sin sacar el provecho que estas pueden generar.
Utilizando una buena visión de las cosas, se pueden detectar los aspectos positivos que nos lleven a obtener éxito con la toma de decisiones conscientes, que abran el compás a estrategias claras que conduzcan al logro de objetivos y metas.
Las crisis generan cambios. Por lo tanto debemos utilizar la creatividad como la herramienta más importante, que nos guíe hacia el proceso de adaptación y al manejo de los cambios que estas generen.
Asumiendo que las crisis son oportunidades de crecimiento y desarrollo en diferentes aspectos de nuestra vida, debemos adoptar una posición totalmente consciente de nuestra realidad, y lejos de buscar soluciones inmediatas, debemos sumar esfuerzos para que las soluciones se puedan extender en el tiempo, y contribuyan incluso a la solución de problemas que se hacían cotidianos.
Se deben superar los temores y la resistencia al cambio que estas generan, y trabajar en función de cambiar la visión de lo negativo, por una totalmente positiva que produzca beneficios no solo individuales, sino colectivos.
Las crisis generan diferentes posiciones en la sociedad, algunos las asumen como oportunidades para sacar provecho en medio del desorden social, otros se hacen indiferentes, algunos intentan hacer cosas pero se dan por vencidos con facilidad, y otros las asumen con responsabilidad y trabajan en función de lograr cambios positivos que produzcan beneficios que los lleve a seguir adelante.
Lo que estamos viviendo nos demuestra que debemos adaptarnos a los tiempos de cambio, para poder seguir adelante con nuestra vida.
Tenemos las herramientas necesarias, el valor, los motivos, y la capacidad para superarlas y seguir en el camino de la vida. Demostremos que somos líderes de nuestras crisis, y desempeñemos nuestro rol como nos corresponde, con un alto grado de responsabilidad y ética, sin importar lo que nos suceda, solo mostrando la capacidad para transformar los problemas en oportunidades, y convertirnos en el mejor ejemplo del buen ser humano que merece el universo.
Hagamos gala de nuestra creatividad, manejemos nuestras emociones, prioricemos lo esencial, pongamos en práctica lo aprendido, utilicemos a nuestro favor la tecnología, desarrollemos nuevas competencias, profundicemos la relación con nuestras familias, seamos personas responsables, y por encima de todo, hay que invertir en educación que es el camino correcto a la generación de sociedades plenamente conscientes de sus derechos, deberes y responsabilidades sobre todo lo que ocurre en el planeta.
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