Hablemos hoy de: Emociones en la actualidad
Angustia, ansiedad, miedo, intranquilidad, malestar, preocupación, impotencia, rabia, pesar, aflicción, desesperación, pena, inquietud, desconsuelo, tormento, tristeza, zozobra, y una inmensa incertidumbre, son los sentimientos que nos acompañan hoy en día, a la mayoría de los ciudadanos del mundo.
No es fácil para nadie verse envuelto en tantas emociones adversas que nos apabullan en cada momento. En un planeta normal, en un país normal, en una vida normal, en una sociedad normal, ningún ciudadano debería sentirse de esta manera, sin embargo, la dinámica en la que nos vemos sumergidos a diario nos lleva a pensar en cosas terribles. Incluso, hay personas que han llegado a decir que estamos ante el fin de la vida en el planeta. Esto, producto de la angustia en la que se ven envueltos por situaciones que apremian y que los llevan a la desesperación.
Es allí donde juega un papel muy importante el manejo de las emociones. Hay que conocerse a uno mismo, para manejar las debilidades y poder superar con creces, cada situación que la vida nos coloca por delante.
Pareciera que cada día las cosas se complican más. Es complejo ver en lo que nos hemos convertido como sociedad, pareciera que cada quien está detrás de su subsistencia, y olvida que somos integrantes de una misma especie con seres pensantes y racionales, lo que supuestamente, nos debería conducir por el camino que nos llevaría a encontrar la solución a cada situación.
Pero lejos de buscar soluciones, pareciera que quienes están al frente de la sociedad solo buscan su acomodo personal y no les interesa en lo más mínimo, el colectivo que al final es quien padece de forma más cruel y directa los embates de la inmisericordia.
Es doloroso ver a tantas personas conocidas en un estado de indefensión, con un desgaste físico impresionante y con problemas de salud.
Muy amargo saber que cada día hay alguien cercano que está atravesando por una delicada situación de salud, y por lo tanto se ve obligado a pedir apoyo económico y moral de sus amigos y personas bondadosas.
Es triste enterarse con frecuencia del fallecimiento de familiares, amigos, conocidos, y de tantas personas que por una u otra causa pierden la vida.
Es doloroso saber que hay muchos amigos atravesando situaciones terribles de desnutrición, falta de medicinas para tratamientos crónicos y otros, muy fuerte saber que los niveles de pobreza son abrumantes y que su calidad de vida ha llegado a márgenes casi insospechados.
Causa desconsuelo conocer la realidad de muchos, y verse en el futuro con preocupación, ya que la situación nos abrasa a todos y no estamos exentos de caer en una peor realidad.
Son tantas las situaciones apremiantes que tenemos que enfrentar cada día. Sin embargo, debemos buscar herramientas que nos ayuden a soportar y salir airosos de cada una de ellas.
Manejar las emociones en esos momentos, no es nada fácil, sin embargo, debemos hacer el mayor esfuerzo para llevar con calma cada situación apremiante, y con ayuda de otros y de nosotros mismos, superarlas con creces.
Somos seres de luz, y por tanto Dios y el universo están acompañándonos en cada momento para que manejemos las situaciones con carácter y buena disposición.
Debemos asumir una posición calmada, analizar cada paso que daremos y así, con la mejor perspectiva, tomar las mejores decisiones, seguir los mejores caminos y conseguir las personas adecuadas e idóneas que realmente nos aporten en positivo, para salir de la situación que nos apremia.
Hay que unirse en función de encontrar caminos y rutas que nos lleven a la superación de una crisis que pareciera, apunta a la reducción de la población en el mundo.
Buscar conexiones con perspectivas similares, con una visión global y equilibrada del deber ser, con una sinergia común en la preocupación por el mundo en el que vivimos y su futuro.
Estar claros que en momentos como estos, solo el pensamiento y la acción colectiva, será la que confluya en las propuestas necesarias, que nos lleven a encontrar la sonrisa que necesita el planeta para alumbrar de nuevo a la humanidad.
No hay cabida para las individualidades, debemos unirnos como uno solo en la búsqueda del alimento que necesita el alma, para que nos demos cuenta que formamos parte de un maravilloso universo que nos bendijo con los elementos necesarios, para que nos pudiéramos conformar como integrantes de un extraordinario sistema llamado planeta tierra.
Hagamos que las emociones sean nuestro mejor aliado, a la hora de manejar cualquier situación que nos pueda generar cierto desequilibrio.
Afloremos los mejores sentimientos hacia nuestra familia, amigos, y demás personas que están en nuestro entorno. Seamos buenas personas, justas, equilibradas, solidarias, respetuosas, amigables, amables, entre otras tantas formas que nos pueden llevar a ser mejores ciudadanos y buenos seres humanos.
La vida existe, está ahí, cada día al despertar nos demuestra que las oportunidades están abiertas, que somos nosotros los que decidimos como manejarlas, que somos responsables de los que nos suceda, que es nuestra decisión andar solos o hacernos acompañar de los mejores, de ser agradecidos con Dios por cada momento, cada espacio, cada aprendizaje, cada persona que conocemos, cada ayuda que recibimos o damos, y cada experiencia que solo enriquecerá nuestro ser y nos enseñará a ser mejores cada día.
No nos engañemos a nosotros mismos, cuando engañamos a otros. Seamos serios.
Con amor, dedicación, seriedad, armonía, equilibrio, responsabilidad, honestidad, solidaridad, respeto, sentido común, visión y decisión, podremos superar cada prueba en la que nos veamos involucrados.
Y lo mejor, seguro podremos ayudar a otros a superar también sus situaciones. Porque Dios está con nosotros.
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