Hablemos hoy de: El comportamiento actual del ser humano
No importa, una expresión que con mucha preocupación, veo y escucho que las personas utilizan cada vez con mayor frecuencia.
Es impresionante como el ser humano ha perdido el interés y el significado que tienen los valores y principios elementales, para que exista un nivel adecuado de convivencia entre las sociedades.
El comportamiento del ser humano está relacionado con sus procesos mentales, actividades físicas, la manera de enfocar su vida en acciones y conductas, la forma de expresarse, el manejo de sus sentimientos, seguimiento de normas y procesos morales ante la sociedad, su forma de pensar y actuar en general, y su adaptación a un mundo en constante movimiento y evolución.
Es importante destacar que este conjunto de elementos, puede estar determinado por la influencia social del entorno en el que se desarrolla.
Una de las principales necesidades del ser humano al vivir en sociedad, es la de estar organizado en todas sus estructuras. Esta organización debe ser diversa, pues comprende todas las áreas de desarrollo como la familia, educación, formas de gobierno, trabajo, recreación, comunidad y ciudad.
Solo de esta forma, y adaptándose al cumplimiento de leyes, reglamentos y normas establecidas, y a la práctica de valores y principios elementales de vida, podrá evolucionar una sociedad de individuos justos y en equilibrio.
Existen elementos cuya influencia es determinante en el comportamiento del hombre, estos actúan como patrones que ejercen un poder importante en el desarrollo del individuo.
Pueden ser biológicos y ambientales. Los primeros se relacionan con lo biológico y lo ambiental. Lo segundo, con lo natural y lo sociocultural.
Pero todo esto va depender del carácter que se haya formado el individuo en su proceso de evolución, a través de sus experiencias humanas como son el amor, el sentido de la vida, la tristeza, el miedo, la alegría, el rencor, la responsabilidad, el compromiso, la sinceridad, la mentira, otros.
Todo esto se sustenta en la necesidad de encontrarse a sí mismo, para poder aceptarse y valorarse en su más profundo sentido.
Es parte de un proceso continuo en su desarrollo, que lo acompaña a través del tiempo, y lo lleva a sincronizar lo que le gustaría ser con lo que realmente es, además, de encontrar el equilibrio entre lo que piensa, siente y hace. (Carl Rogers)
Si analizamos con atención todos estos elementos, nos daremos cuenta que en la actualidad es poca la atención que se le presta a los mismos. Pareciera que la atención está totalmente centrada en resolver el día-día, y no queda tiempo para detenerse a pensar en el deber ser de las cosas.
Hoy en día se piensa que el comportamiento del ser humano está determinado por algunos factores como la genética (mezcla de razas), lo sicológico, y los valores de una sociedad.
Lo que si es cierto, es que el comportamiento actual del ser humano en el mundo, genera angustia y preocupación por múltiples factores.
La indolencia ante la vida misma es uno de los más críticos, la desigualdad que crece de manera desmedida, los niveles de pobreza cada vez mayores incluso en países en los cuales eran muy bajos o casi insignificantes, el racismo como un factor que está mostrando que no había sido erradicado, la discriminación de clases y géneros, la deformación de los principios naturales de la existencia de la raza humana, la aberrante competencia por el dinero que no respeta ni los elementos humanos ni naturales, la falta de visión justa por un futuro de iguales y para todos como ciudadanos universales que somos, la destrucción de los recursos naturales como único proveedor de los elementos básicos para la vida, el abandono de la niñez como indicador de evolución, futuro y desarrollo de las sociedades, la perdida de acceso y calidad de la educación como único camino que nos puede conducir a la solución de los más grandes problemas del mundo.
En definitiva, un complejo proceso de desarticulación de las sociedades que apuntan aparentemente a la destrucción de la raza humana, y a la desaparición de la vida en el planeta, en función de la vida eterna de un grupo pequeño de seres que creen en la eternidad.
Y muchos se atreven a decir que no importa, que lo que está sucediendo es cíclico y que pasará como siempre ha sucedido, que no hay que preocuparse por esas pequeñeces, que lo importante es tener dinero y más nada, que mientras el “yo” esté bien, lo demás les resbala, que no importa lo que suceda en otras partes porque donde él se encuentra todo está bien, y mientras se tenga el bolsillo lleno, la nevera full y todo lo que necesite a su alcance, lo demás no tiene importancia.
Humanamente es preocupante tanta desidia y falta de sentido común. Solo Dios nos conducirá y nos hará ver la realidad de los tiempos que vivimos, y reflexionar sobre el comportamiento que estamos demostrando en la actualidad.
Somos miembros de una sola raza que se dice ser pensante, pues llegó la hora de pensar con plena consciencia, y de actuar de acuerdo a las leyes de Dios y la naturaleza, que al final son los que tienen el poder para cambiar las cosas. Debemos aceptar que frente a ellos, solo somos unos seres diminutos y dependientes totalmente.
Seamos objetivos y justos, y veamos al mundo con ojos de amor y de igualdad para que en definitiva, vivamos en paz y armonía.
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