Hablemos hoy de: Cada minuto cuenta
En algún momento de la vida alguien dijo que el tiempo hay que disfrutarlo en tiempo real, porque simplemente pasa y no retorna. Y, tristemente lo que deja es el arrepentimiento de haber permitido que avanzara sin cristalizar tantas cosas que queríamos hacer.
Como dijo un sabio, el tiempo y la vida son los maestros más grandes, pues cada uno nos enseña a valorar lo importante del existir. La vida nos da lecciones de cómo aprovechar el tiempo, y el tiempo nos enseña el valor de la vida.
En la actualidad los seres humanos llevamos el pie al fondo del acelerador sin querer ver que estamos convirtiendo al estrés, en parte de una filosofía que nos lleva por una corriente de incertidumbre, pues no nos damos cuenta si lo que hacemos está bien o mal, lo importante es hacer y cumplir simplemente.
No logramos entender que cada minuto se convierte en una oportunidad para reescribir nuestro destino.
Lo bueno sería aprender a emplear el tiempo de manera óptima, hacer que cada hora, minuto y segundo cuenten en cada tarea y actividad que emprendamos, y seguro podremos observar como fluye la vida a un ritmo que nos permita ser quienes manejemos cada aguja del señor llamado reloj.
Todo en la vida tiene su tiempo y su momento, pero lamentablemente el ser humano ha querido estar por encima del mismo y ser quien marca sin necesidad, el ritmo acelerado que lo llevará a alcanzar lo que se propone, y que al final, o termina agotado o simplemente no logra lo que esperaba.
Existe un dicho popular muy mencionado que dice “no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”
Pienso que es absolutamente aplicable en todos los contextos de nuestra vida, y que es un momento totalmente oportuno para comprobar, que el tiempo más importante es el ahora y el hoy, y que no existe otro momento más oportuno para darnos cuenta que simplemente debemos avanzar y en el camino corregir si es necesario, pero lo relevante es hacer las cosas y no dejar que el tiempo simplemente corra.
Es mejor decir que lo intentamos a decir que perdimos la oportunidad.
Una manera de ver que cada minuto cuenta, es nuestra edad. Nacemos y comienza nuestra evolución, y en la medida en la que el tiempo avanza, queremos crecer y cumplir la mayoría de edad, para luego como muchas cosas en la vida, llegar a una etapa en la que queremos detener el tiempo y que se haga una pausa en su avance, pero esto es imposible, no basta quitarle velocidad a la vida pues él seguirá su camino como si nada.
Es en este momento en el que debemos mostrar la madurez que hemos alcanzado, y luego de un profundo análisis de lo que hicimos o dejamos de hacer, pensar de manera objetiva sobre lo que aún no hemos hecho, y tomar las decisiones correctas sobre el camino que nos queda por andar.
Si somos conscientes nos daremos cuenta que la vida es solo un minuto, y que en esos sesenta segundos debemos mostrar lo mejor de nosotros, sin pensar en lo bueno y lo malo, en ser felices, en dar amor, actuar bien, dejar los miedos, liberarnos de las ataduras, decir lo que pensamos y no nos hemos atrevido a comunicar, cumplir sueños que hemos pospuesto para después, ser realistas, hablar con sinceridad, mostrar nuestro verdadero ser, compartir abrazos, disfrutar de buenas conversaciones, dar gracias a Dios, pedir perdón, mostrar respeto por la naturaleza, y principalmente, mirarnos al espejo y ver lo que hemos sido, lo que pudimos ser, y lo que tal vez quisiéramos poder hacer, pero para lo cual tal vez se debería alargar el tiempo para lograrlo.
Lo cierto de todo esto, es que un segundo intento se quedará en las ganas simplemente, porque el tiempo no se detiene y la oportunidad ya pasó.
Es hora de emplear el tiempo de manera correcta y aprovechar cada tic tac del reloj. Y esto solo es posible cuando tomamos las riendas de nuestro destino.
Por lo tanto dejemos de lado lo que no tiene importancia, saquemos provecho de todo lo que hagamos objetivamente, definamos y atendamos las prioridades, no dejes pendientes y atiende las tareas del día de forma eficiente, se organizado y aprende a registrar tus actividades recuerda que la mente a veces falla, se responsable contigo mismo y no asumas más de lo que estás en capacidad de cumplir, recuerda siempre que el logro de metas requiere de planeación, organización, armonía y equilibrio, se justo aprendiendo a utilizar el no, recuerda que si la mente y el cuerpo están sanos podrás estar activado y operativo de manera eficaz por mucho más tiempo, aprende a delegar que esto hará más liviana la carga, ocúpate de ti porque no todo es trabajo, recuerda que a tú alrededor existen personas muy importantes como tú familia y que al igual que todos mereces tiempo libre de esparcimiento y recreación, esto hará que el equilibrio forme parte de tú vida y que la armonía traiga tranquilidad a tú ser.
Sí, sabemos que un minuto son solo sesenta segundos, pero en este lapso se puede ganar o perder la vida. Es cuestión de visión y decisión, y no olvides nunca que no hay tiempo para el arrepentimiento.
Por eso, piensa en ti y en lo que realmente quieres y esperas, y nunca olvides que nada de lo que construyas en tú vida te acompañará a tú destino final. Por tanto, vive más lo espiritual y deja un poco de lado lo material.
El tiempo es valioso e importante, por tanto debemos mostrar respeto y considerar cada uno de sus pasos.
La vida se puede vivir o perder en un minuto o menos.
¿Sabes qué significa la palabra Barbián?
Una persona desenvuelta, gallarda y de carácter jovial.
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