Hablemos hoy de: Ayer

Se suele decir que hoy es el ayer de mañana y que no debemos extrañarlo, solo tenemos que agradecer por los momentos vividos que son reflejo de nuestra existencia, bien o mal, pero los pudimos vivir y seguro se convertirán en la mejor referencia para lo que debemos hacer en cada día que la providencia nos de la oportunidad de abrir los ojos a la vida.

Cuando miremos hacia atrás, hagámoslo con cara bonita para que la energía del universo sienta que estamos agradecidos por la oportunidad y las experiencias que nos regalaron, y que seguro servirán para que lo que emprendamos lo hagamos con seguridad y podamos garantizar el éxito de nuestras acciones, sin miedo ni temor a la equivocación.

Nunca olvidemos que el hoy es el mejor momento de nuestra vida. No existirá jamás uno mejor o igual, porque lo que pasó, solo quedará en nuestro banco de memoria y formará parte de nuestras experiencias, las cuales el tiempo se encargará de traerlas al presente, tal vez en el momento menos esperado, pero recordándonos que ahí están. Por todo esto hay que ser agradecidos, pero sin extrañar lo que ya pasó.

Demos gracias a Dios cada mañana al despertar y activemos nuestro entusiasmo por la vida. Demostremos que nuestro existir tiene significado y que todos los motivos del mundo nos llevan a pensar, ser y actuar de la mejor manera para que la energía fluya y nos acompañe en cada paso que demos, para felicidad nuestra y de las personas más importantes en nuestro entorno. Como lo son nuestras familias y los verdaderos amigos. Seamos agradecidos.

El corazón siempre se alimentará con los bonitos recuerdos de las personas que han pasado por nuestra vida y que estarán presentes por siempre, pues las amaremos eternamente. Por eso hay que disfrutar de todo lo que tenemos hoy, ya que el tiempo no regresa. Así mismo, no hay que renunciar ni rendirse ante nada, porque todo lo bueno se lleva su tiempo.

El presente es maravilloso, nos regala oportunidades, tranquilidad y paz, y nos abre una luz hacia lo que queremos y la forma como debemos hacerlo para que mañana, podamos recordar que lo que hicimos estuvo bien y por eso el éxito es nuestro camino.

Uno de los aspectos más positivos del ayer, es que nos recuerda lo que no debemos hacer. No es cuestión de olvidar por completo lo que pasó, es, que a través de las experiencias vividas, podemos encontrar el camino correcto para hacer las cosas como debe ser, sin temor a equivocarnos y con la seguridad que garantice que todo lo que hagamos, salga como lo esperamos y nos lleve al logro de las metas que hayamos establecido.

El mañana es nulo porque no sabemos cómo es ni que trae consigo, sin embargo, no podemos descuidarlo porque de la atención que le prestemos, podremos obtener resultados favorables que nos conduzcan por el camino correcto para ser mejores personas cada día.

Al mirar hacia atrás no lo hagamos con nostalgia, pues nuestra vida en tiempo presente está llena de sabiduría, oportunidades, conocimientos, y un mundo de experiencias, que forman parte de lo que hemos vivido y que ha sido el camino que nos ha conducido al maravilloso presente que hoy estamos disfrutando.

Además, recordar es bonito y nos permite en muchas oportunidades viajar en el tiempo y reconstruir momentos maravillosos que nos recuerdan lo bello de estar vivo.

Cada día es un espectáculo al que somos invitados al abrir los ojos cada mañana.

Por tal motivo, debemos avanzar sin tener miedo de los errores que hayamos cometido, por lo tanto mostremos nuestra disposición a ser agradecidos y hacer las cosas lo mejor posible, asumiendo en cada momento los errores, y aplicando los correctivos que sean necesarios.

Recordemos que el tiempo es un juez que no tiene prisa, y que en el momento menos esperado nos pasa la sentencia de lo mal que hemos hecho. Cuidemos nuestros pasos.

Nuestro ayer, bueno o malo es nuestro. Es mejor dejarlo tranquilo, ya que aunque no quieras, siempre habrá algo o alguien que se encargará de recordártelo.

Hay que hacer un ejercicio que ubique nuestros pasos en la vida. Porque solo estamos de paso y por eso debemos dejar una huella bonita. Debemos vivir sin prejuicios y ubicarnos en que formamos parte de una sola raza que debe aprender a sacarse los prejuicios de creernos más que los demás.

Vivamos la vida con alegría, con la mirada libre y expresemos a través de ella, las ganas de vivir en paz y armonía, y el deseo por vivir una vida espectacular compartiendo con grandes seres humanos como los miembros de nuestra familia, los amigos y las personas que se dan el permiso de acompañarme en esta hermosa aventura, leyendo mis artículos. Gracias.

No debemos subestimar al tiempo porque todo puede cambiar en un instante. Por eso debemos hacer ahora lo que queremos hacer para no despertar y darnos cuenta que ya no tenemos tiempo.

Seguro que como lo hiciste ayer, hoy también puedes decirle a alguien te quiero, gracias, eres maravilloso (a), eres un gran amigo, soy capaz de esto, entre otras cosas, y además y muy importante, gracias Dios por tan bellas oportunidades.

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