Hablemos hoy de: Amabilidad y Cortesía

La vida fue concebida de manera espectacular, casi mágica, llena de cosas maravillosas, con sueños y realidades, y muchas oportunidades para todos.

Trajo consigo a una raza llamada la raza humana. Ellos tendrían en sus manos todo lo que quisieran alcanzar enmarcado en una serie de textos escritos, cuyo contenido lo conocemos como valores y principios elementales para la vida.

Lamentablemente, hubo una desviación en el camino, algunos siguieron rumbos equivocados y en el trayecto fueron apareciendo situaciones que invitaban a lo bueno y lo malo.

Tristemente, muchos eligieron el camino de lo negativo, de lo adverso, de lo fácil, del no me importa mientras yo me beneficie, y así sucesivamente siguieron sucediendo situaciones que desviaron totalmente a los humanos del camino que se había señalado como el correcto para tener una vida plena, sin prejuicios, alegre, sin que faltara nada, con todo servido para ser aprovechado por el hombre, eso sí, de manera racional y adecuada a las circunstancias, y que trajera beneficio para todos y no solamente, para grupos reducidos.

Tal fue la desviación que se ha llegado incluso a pasar por encima del valor fundamental como lo es la vida, con tal de conseguir lo que se quiere.

Pareciera que el ser humano ha perdido valor y lo material se ha colocado por encima de este valor primordial, como lo es la existencia.

Todo esto nos indica que temas como el de la amabilidad y la cortesía han desaparecido o están extraviados. Nada más agradable que ser tratado bien en cualquier lugar al que lleguemos, y para esto solo debemos practicar estos valores que son altamente significativos para la sana convivencia entre humanos.

La amabilidad es una cualidad en el ser humano, que traducida en comportamiento se convierte en actos de valor, afecto, reconocimiento, respeto, benevolencia y cortesía, entre otros, que facilitan la interacción entre las personas y hablan muy bien de quien hace uso de ella.

Que positivo fuera que en estos tiempos nuestro comportamiento apuntara a la práctica de este importante valor, y que se reforzara con la cortesía para hacer una dupla que redunde en beneficio del buen desenvolvimiento de las relaciones entre humanos, y nos conduzca al camino de la armonía y el equilibrio para tener una sociedad menos atormentada y reactiva, y más estable, tranquila y ponderada.

En este sentido vemos que la cortesía está totalmente relacionada, a un comportamiento humano solidario, respetuoso y practicante de las buenas costumbres, que resaltan en el individuo su respeto hacia las normas sociales más elementales y adecuadas.

Cuando hablamos de una persona amable, estamos hablando de un ser humano que posee de manera natural, gestos agradables, afectuosos, de cariño y amor, y los expresa con facilidad. Pero s hablamos de una persona cortes, este expresa sus sentimientos de manera más superficial, desde lo externo y suele aplicar su inteligencia ya que sabe que siendo cortes con los demás, puede obtener lo que realmente quiere. En otras palabras se facilita el camino hacia algo.

Ambas se complementan y permiten que se establezca un ambiente lleno de sinergia y agradable que facilitan las relaciones humanas.

Cuanto me gustaría que las nuevas generaciones se atrevieran a practicar de manera correcta y adecuada estos valores que como lo dije al principio, están un poco escondidos y así, se permitieran descubrir un mundo maravilloso en el cual todos nos veamos con valor, respeto y admiración desde lo que cada uno hace, para contribuir con el desarrollo de la moral y las buenas costumbres en nuestra sociedad.

Cuánta falta nos hace escuchar expresiones como: por favor, disculpe la molestia, muy amable, que agradable, perdón, es un placer conocerle, usted primero o después de usted, buenos días, buenas tardes, buenas noches, que bien se ve usted hoy, que ambiente tan agradable hay aquí, tenga la amabilidad de sentarse, bienvenido, en qué le podemos servir, gracias por su amabilidad, entre otros muchos que hacen que la persona se sienta complacida por tan positivas atenciones.

Recordemos que para tratar a alguien con amabilidad y cortesía solo debemos tratarlo como nos gustaría que nos tratasen a nosotros, demostrando un nivel de educación significativo, utilizando un léxico positivo, practicando las normas del buen hablante y buen oyente, siendo gentil, solidario y respetuoso.

Ser amable y cortes, demuestra el valor que sentimos hacia los seres humanos y manifiesta un nivel importante en nuestra formación, además puede ser utilizado como nuestra carta de presentación ya que el solo hecho de practicarlos, habla muy bien de quienes somos realmente.

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