¿Están protegidas las mujeres?

El pasado 25 de marzo fui invitado por el Ateneo Ecológico del Orinoco a un encuentro virtual, en el que bajo la conducción de su presidente el Doctor Ricardo Aquino y acompañado de la experimentada Doctora Diyuly Chourio, debatimos las distintas aristas de la recién aprobada reforma a la Ley Orgánica Sobre los Derechos de la Mujer a una Vida Libre de Violencia.

En ese sustancioso encuentro se debatieron los avances, retrocesos, aciertos y desafíos de la nueva ley que regirá el sistema de protección de los derechos de las mujeres en nuestro país y que servirá también como marco jurídico de la política criminal en los asuntos de violencia contra la mujer.

Pareció definir el encuentro la pregunta de si en efecto con la nueva ley las mujeres estarán más o menos protegidas que con la ley derogada.

Con ocasión a mi ponencia hice un recuento de las innovaciones de la ley, como la incorporación de nuevos artículos, la creación de un par de nuevas instituciones como son la Comisión Nacional para Garantizar los Derechos de la Mujer a una vida libre de violencia y la Defensoría Pública de la Mujer, el incremento de algunas penas como en el caso de los delitos de Violencia Física, Violencia Sexual y la prostitución forzada, innovaciones éstas que deberán ser instrumentadas para verificar en el campo de su ejercicio, si están acordes o no con la realidad respecto al incremento vertiginoso de la violencia.

Son muchos los desafíos que se plantean en el futuro próximo con respecto a la aplicación efectiva de las políticas públicas, que han de ejecutarse con la entrada en vigor de la nueva ley, entre ellos los posibles conflictos de intereses que pudieren resultar entre la recién creada Defensoría Pública de la Mujer y el Ministerio Público o los cuerpos de seguridad cuando no se atiendan efectivamente a las víctimas, o cuando por ejemplo, el Ministerio Público no ejerza efectivamente la acción penal en resguardo de las víctimas y deba en prescindencia de éste ejercerlo la Defensoría Pública de la mujer, tal como ha sostenido la vigente jurisprudencia de nuestro máximo tribunal, avizorándose una segura confrontación entre instituciones del estado.

Abogo y deseo que con esta ley se renueven los bríos y se consoliden sus objetivos, aunque muchos de ellos sigan siendo una deuda desde su primera edición, como las casas de abrigo, herramienta fundamental en el esquema de protección y cuya planificación se encuentra plasmada desde la primigenia Ley de Protección a la Mujer y la Familia, sin lograrse aún su puesta en marcha conjuntamente con el plan de resguardo integral a las víctimas, ruego sirva este reimpulso para su final y efectiva implementación.

En la disertación que sostuvimos en esta actividad que giró exclusivamente en torno a la reforma de la ley, surgió en algún momento la pregunta ¿Qué quieren las mujeres víctimas de violencia? La respuesta obvia aunque con varias aristas es: Justicia, pero ¿cómo conciben las víctimas esa anhelada demanda de Justicia?

Interpretando las voces de muchas de ellas y más aún caracterizando las estadísticas que nos muestran las falencias, puedo decir que hay Justicia cuando los casos son atendidos oportunamente, a tiempo, sin dilaciones indebidas, con trato cordial de los operadores y servidores, con celeridad, sin temor a la nefasta impunidad, con una sanción acorde a cada caso específico y obviamente con una justa indemnización y reparación del daño.

Nunca ha sido ni será empresa sencilla la de administrar Justicia en estos y en otros lares, por ello la ley debe ser el conducto más amplio y transparente a través del cual se llegue a ella.

De nada nos sirve promulgar leyes de amplios estándares garantistas si no se puede implementar sus planes a cabalidad para lograr siquiera algunos de sus objetivos, lo propio ha sucedido con las anteriores ediciones a la Ley Orgánica sobre los Derechos de la Mujer a una vida libre de Violencia, esperemos no ocurra lo mismo con la reciente reforma y poder responder a través de su efectiva implementación si ¿Están protegidas las mujeres?

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