¿Estamos al borde de una Guerra?

Las cartas están echadas a decir por los principales voceros del gobierno de Estados Unidos y sus socios en la cruzada contra Venezuela. El ensayo de la supuesta ayuda humanitaria fracasó tal cómo lo habían diseñado. No pudieron pasar las fronteras terrestres y marítimas el día Veintitrés como lo habían anunciado, tanto *Juan Guido, Iván Duque, Marco Rubio, Sebastián Piñera, El Puma, Nacho, Miguel Bosé, Juanes y otros que estimulan el conflicto, quedaron con los crespos hechos. Perdieron este round con el gobierno y pueblo bolivariano. No pudieron entrar a la fuerza y mucho menos pudieron sembrar los fallecidos que querían para acelerar la intervención armada de Fuerzas Gringas, Colombianas y paracos. Tuvieron que recular. ¿Pero está derrotada la pretensión?

El lobo está loco y herido. A Estados Unidos le ha costado y le costará muy caro una aventura golpista, violenta y la intervención armada en Venezuela. Donald Trump está perdiendo las encuestas para una reelección y toma el tema de Venezuela para animar a los electores latinos, sobre todo la comunidad cubana y de pitiyankys Venezolanos que viven allá. Pero la política es otra cosa. Ni Rusia, ni China , ni Irán, menos Turquía, que tienen un poderío militar en el mundo, está de acuerdo con una invasión a Venezuela. Eventualmente apoyarán al pueblo y gobierno legítimo de Nicolás Maduro. Eso lo han reiterado. Internamente las fuerzas políticas de la derecha están dividas. El neonazi grupo de Juan Guido y Leopoldo López, está aislado. Estos son una minoría pero muy violenta. AD que es un partido con tradición política tiene más apoyo y controla varías Gobernaciones, pero guarda silencio ante esta locura de Voluntad Popular. Los demás sectores callan esperando resultados. Del lado del chavismo es donde se nota más unión y coherencia política. El chavismo está movilizado y unido en torno a la defensa de la patria, independientemente de la opinión que se tenga en torno a Nicolás Maduro. La agresión imperial une a los más críticos de Maduro para defender la revolución a pesar de errores y la tradición cómo símbolo de éstos tiempos. Así las cosas Estados Unidos y sus aliados no las tienen fácil. Un conflicto armado en tierras de Simón Bolívar, sería prenderse la pradera y no sabemos cuándo se apague esa llama. El mundo y sobre todo los pueblos libres y soberanos están en tensión, con la mirada puesta en nuestra patria. El combate sería a muerte y los invasores sufrirán la peor y humillante derrota jamás ocurrida los últimos años por el imperio yanqui y sus aliados. VENEZUELA no es Libia, ni Maduro es Kadafi.

Suenan los tambores de la guerra. El país entero espera que se imponga la paz.

Los grupos radicales de la oposición venezolana en un gesto de nueva aventura y violencia estimulan eventos en la frontera y se extenderá a las grandes ciudades, con el fin de crear el escenario para la intervención armada. Estamos en el momento más crítico de esa estrategia macabra. Denunciar eso y llamar a la unión nacional es nuestro deber patrio. No importa si somos rojos, verdes o blancos. La patria es primera.

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