Escenario político para el 06-D

En un océano de aprieto político y de covid-19, las posibilidades de llevar a cabo las elecciones parlamentarias para elegir a los diputados nacionales el 06 de diciembre 2.020, eran poco factibles. Pero el 13 de mayo del año en curso, el Presidente Nicolás Maduro anunció llevar a cabo dichas elecciones en esa fecha imprimida en la Constitución Nacional y que permitirá remozar ese Parlamento y así los venezolanos solventaremos nuestros asuntos internos a través del voto popular.

Esto, dentro del oficialismo, alborotó las pasiones y son muchos los candidatos que afloraron de repente como niñas bonitas, con intenciones de ser escogidos para esos cargos relevantes legislativos.

Escribo de repente, porque muchos “y que según”, y que por contar con el apoyo del Gobernador y del Alcalde en sus diferentes regiones, tienen su nominación asegurada no importa que nadie los conozca y no importa que no se haya jodido en nada en pro de la construcción de la Revolución Bolivariana. Todo lo contrario, en otrora, unos de estos fueron V columna dentro del MVR Y dentro del PSUV. Y otros, grandes enemigos de los chavista de a pie y ahora resulta que son jefes de estos humildes militantes que a ciencia cierta son los verdaderos constructores de la Revolución Bolivariana. Que nadie se equivoque, porque el autobús de Chávez él se lo llevó. Y dicen, porque y que habían muchos bacalaos, viva la pepa.

Dentro del sector del oposicionismo, esto, cayó como un balde de agua fría porque creyó que estas elecciones no se darían por los múltiples argumentos que manejó contra el gobierno rojo rojito y contra el ente rector (CNE).

Ahora ha este sector en conflicto entre sí, primero, se le presente la horrible tarea de convencer a un sector de la oposición para que no participe en esta disputa alegando que no hay garantías para efectuar el mismo; sector, que si está dispuesto a participar contra viento y marea en esta contienda, alegando estar cansado de tantas triquiñuelas de este porción oposicionista y porque está convencido que esta es la única vía legal que tiene el pueblo para sacar a Maduro de la presidencia como manda la ley.

Segundo, bajo este escenario divisionista interno dentro de la derecha venezolana, sin un trabajo político realizado en las bases-en la calle y con un abstencionismo bárbaro que se avizora, sin duda, la derecha criolla no será capaz de presentar un candidato único con liderazgo que supere al chavismo.

Esto es lo que tiene loco a los oposicionistas jefes de los partidos de oposición del llamado G-4, integrado por Voluntad Popular, Primero Justicia, Acción Democrática y Un Nuevo Tiempo, que ladran sin cesar para que la gente no salga a votar y ellos seguir manteniéndose cómodos y zagaletonamente en sus curules de poder en el legislativo nacional.

En fin, este es el escenario que presenta las elecciones venideras, donde el oficialismo no debe cometer el mismo error que cometió en la pasada contienda parlamentaria y que le costó una derrota aplastante. Por el bien de la Revolución, tiene que ir al combate con representantes aprobados por el pueblo, nada de dedo.

En cuanto a los oposicionistas, ya basta de tanta ridiculez, dejen el quiquiriguiqui y dejen que el sector de oposición que quiere salir a votar salga tranquilo a votar ¿O es que sus esquizofrenias para que no se salgan a votar tienen que ver con ganar tiempo para que su amo el gringo Trump, invada al País? Eso no lo quiere el gran pueblo porque está consciente que los daños que esto ocasionaría al País y a su población serian irreparables.

Señores oposicionistas ¿Cuál es el miedo? Únanse al criterio de la gran mayoría y cumplan como buenos ciudadanos con lo que está escrito en nuestra Carta Magna. Así que a votar todo el mundo. He escrito. Hasta el Próximo.

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