¿Es la nueva industria del aluminio viable?

El sector aluminio sí puede ser recuperado. Por sector, me refiero a Bauxilum. Mina de Bauxita; Interalúmina, transformadora de bauxita en alúmina; Alcasa y Venalum, plantas de reducción de aluminio; Carbonorca, fabrica de ánodos para Alcasa y Venalum y Sural, la única fábrica que le da valor agregado al aluminio primario, salvo por Alcasa, que en sus laminadores, convierte el aluminio primario en láminas y/o foil.

Sí es posible volver a producir aluminio en Guayana, pero jamás con los mismos patrones del pasado.

La primera razón es que el estado venezolano no dispone del capital necesario para reflotar esa industria, la cual hoy por hoy, no solo requiere de mucha inversión para adquirir y reponer equipos (algunos de ellos, sumamente costosos), refaccionar instalaciones, reentrenar personal y elevar sus niveles de ingreso, sino que además debe modernizar muchos de sus procesos y será a un elevado costo.

Por otro lado, la nueva industria, no dispone de una de las pocas materias primas que el país suplía, como es la energía eléctrica, componente fundamental del producto.
El sistema eléctrico nacional, ha contraído sus niveles de generación por las razones que todos conocemos y las empresas básicas, quedaron sin esa fundamental materia prima. Ahora, para producir aluminio, será necesario construir una central termo-eléctrica, exclusivamente para esta industria, lo cual requerirá de una inversión, para la adquisición, instalación y operación de una planta generadora, de por lo menos 2.000 MW.

La operación de la planta termo-eléctrica para el sector, bien sea mediante turbinas de gas o turbinas de vapor, requerirá un consumo importante de gas; este tendrá que ser suplido por la entumecida industria del petróleo y ello, igualmente, necesita una inversión importante para aprovechar el gas que hoy es venteado o quemado; para ello, el mismo tendrá que ser procesado y enviado por gasoducto, a Ciudad Guayana o a donde quiera que se construya esa nueva planta de generación.

Siendo futuristas y queriendo preservar el medio ambiente, también se requiere efectuar una inversión importante en materia de medio ambiente. Interalúmina es la planta más contaminante del grupo, por aquello de los lodos rojos que se filtran al río Orinoco y también se contamina el agua de lluvia, la cual lava todos los desechos sólidos de las reductoras y se mezcla con los líquidos; que al final terminan en dos lagunas al norte de Venalum, hoy muertas, o en el río Orinoco. Esta nueva industria del aluminio, ya no dispondrá de materias primas subsidiadas; todos los costos serán transferidos al producto final. Es entonces, cuando podremos evaluar, si conviene conformar un consorcio constituido por empresas privadas para explotar ese recurso en Venezuela, o si la nación asume nuevamente sus operaciones, en el entendido que, volverían las ineficiencias y también esa corrupción que siempre ensombreció el éxito posible de estas industrias.

Por tanto, la nueva junta directiva nombrada para la Corporación Venezolana de Guayana, deberá comenzar a organizarse, nombrando una Gerencia de Industrialización, a fin de determinar la viabilidad de la reflotación de esta industria. Sin temor a equivocarnos, podemos de antemano concluir, que se necesita la mano disciplinada, creativa y audaz de un sector privado emprendedor y visionario, que enfrente este reto que tiene proyección mundial.

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