En absoluto: La diáspora fue obligada
Nada más lejos que pretender igualar a Chucho García, Norma Romero (T) Casimira Monasterio, Marizabel Blanco, Nora Delgado Reinaldo Bolívar, Carlos Chourio, Aixa Antúnez, o Roraima Gutiérrez, quienes son un@s versad@s en el tema afro y más lo concerniente a las luchas históricas de la mujer negra, de aquellos orígenes que se remontan a la diáspora obligada a la que sometieron a nuestra negritud.
Lo cierto es que cada 25 de julio se celebra el día de la mujer afrolatinoamericana, caribeña y la diáspora, celebrada desde 1992 dado aquel congreso en dominicana, tierra de José Francisco Moreta y Pancha Lara.
La diáspora africana fue un proceso de migración forzada de africanos comercializados y traídos a Brasil, Haití, USA y el Caribe.
Venezuela no escapó. Con ellos trajeron su cultura, su comida, su religión de la que se burla la oposición y los tildan de brujos y macumberos, también su música, su forma de hacer política y hasta su fuerza para la resistencia.
Estamos condenados a resarcir las múltiples desigualdades que han sufrido históricamente nuestras mujeres afro en América Latina y el Caribe, todo como parte de un perverso sistema de discriminación estructural, -lo he escrito-, sistema legado por el pasado colonial esclavista.
Las mujeres negras, desgraciadamente, aún carecen de los recursos socioeconómicos y del poder necesario para el logro de la autonomía física, económica e incluso, para la toma de decisiones.
Vincular la lucha al racismo con la superación de la discriminación de género y la búsqueda de la autonomía de las mujeres afrodescendientes, exige asumir como sociedad, los grandes desafíos para su reconocimiento individual y colectivo como sujetos de derechos, dijera mi hermano, el doctor Alcalá. Aunque no cree que hay discriminación.
Debemos reconocer las luchas por la emancipación y la igualdad de un sector discriminado y pisoteado con elegancia, como lo es la mujer negra, aunque algunos digan que no, por eso, sociológicamente, me atrevo a plantear algunas consideraciones producto de investigaciones:
Debemos reconocer las luchas de mujeres negras como Josefa Camejo, Juana Ramírez, Matea Bolívar, entre otras, que demostraron su valor y compromiso con la causa libertaria, igual reconocer la resistencia de las mujeres afro en tiempos de Gómez, quienes tuvieron varias formas de protesta y organización popular, como las sociedades de socorro mutuo, las ligas feministas y las huelgas obreras.
Nuestras negras también lucharon por el voto femenino en 1928, con la fundación del Partido Nacional Femenino junto a las feministas y revolucionarias Teresa de la Parra, Eumelia Hernández y Argelia Laya. Pendejaita!!
Pero además no reconocer las luchas de Isidora Agnes, Lulú Basanta Cleotilde Stapleton en el Callao, las Santamaría y las Tomedes en el Cumbe de Aripao, Mireya London, Bárbara de Freitas, Beatriz Level, Dulce Guarnizo, Ydalis Flores, Lisbethy Rodríguez en Ciudad Bolivar, Adilia González, Yrali López y Oveida Trillo, en Guayana, entre otras, seria egoísta.
Celebremos siempre con nuestras mujeres diásporicas en cada rincón. Falta mucho por hacer.
A LO INTERNO: Hakuna Matata criatura.
@HoracioAlarcon
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