En absoluto: A los manetos

En plena revolución francesa, por allá en 1789, surgen las expresiones políticas de izquierda y derecha, como contradicciones, tesis o corrientes del pensamiento entre ellas, quedando el termino izquierda, asociado a las opciones políticas que propugnaban el cambio político y social, mientras que el término derecha quedó asociado a las que se oponían a dichos cambios.

En política, la derecha es el segmento del espectro político que afirma que determinados órdenes sociales y jerárquicos, son inevitables o deseables, apoyándose por lo general sobre el derecho natural, la economía o la tradición. Más de lo mismo sin llegar a nada.

En Venezuela, la izquierda desde los años 40 a los 70, se dedicó a la academia, se encerró en las universidades y desde ahí fijaba posición y se hicieron sentir. Ñangaras se les denominó también.

Ahora bien; comento todo esto para ubicarnos políticamente en tiempo y espacio, la derecha venezolana, está herida dada su derrota permanente, eso los hace muy peligroso, ya han demostrado de lo que son capaces cada vez que pierden.

Sin embargo, son el adversario para debatir, para la conflictividad política, para la confrontación permanente, es contra la derecha que siempre se opone a que avance la izquierda constituida en revolución. Es contra ellos el peo.

Algunos vivarachos de derecha, buscan sumarse a movimientos de izquierda, a veces según, muy según, son necesarios en el marco de una nueva mayoría, otras veces, son infiltrados que ameritan combustible, no quieren hacer cola, buscan el bono patrio, quieren saturar y alejarse de la situación que ellos mismos generaron aupando bloqueos y sanciones.

El otro extremo está dividido entre los que el presidente Maduro llamo la izquierda trasnochada, aquellos chavistas puritanos y criticones contumaz que sienten que el gobierno de Nicolás o de algún gobernador o alcalde, no va bien, básicamente, porque ellos no están en los cargos, pero tampoco aportan mayor elemento para corregir y avanzar, sino es la criticación.

Los otros son aquellos que prefieren increpar a un chavista, mirar la paja en el ojo de un compatriota y hacerle un juicio de valor, con argumentos fatuos, antes que debatir y confrontar con la derecha.

Algunos dicen; es que no voy a oxigenar a un escuálido, cuando argumentos en la revolución, es lo que sobra, para confrontar en el terreno político con la derecha que se opone a que avancemos con el proyecto de Hugo Chávez.

Estoy convencido, que hay cosas que corregir y mejorar a lo interno, pero muchas más aberraciones ha cometido la oposición contra este pueblo, que debemos cobrárselas al calor del debate, la confrontación política y la vía electoral, ellos son el adversario, es contra ellos y no entre nosotros, dejemos lo maneto y enfoquémonos en reelegir a Nicolás y profundizar el proyecto de Hugo Chávez.

A LO INTERNO: Cuidado Barrabas!!!!!

@HoracioAlarcon

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