El perjudicial y lucrativo retraso procesal

Transitar con un caso jurídico como el que insólito, sorpresivo e ingrato me ha tocado soportar, sin solución, por más de !1.000 días!, se ha transformado en el más laberíntico peregrinaje interminable de retraso procesal calificado como “perjudicial y lucrativo que vamos a execrar”, por la Comisión Presidencial para reformar el sistema judicial definitivamente.

El ejemplar Himno del MP les exige ser “Guardián que avance con audacia tenaz a construir la patriótica alianza de la Ley con el pueblo y la Paz”, estrofa utópica en las regiones que se deduce al escuchar al Fiscal General tener que imputar y detener a más de ¡1.600 fiscales! por “irregularidades de corruptelas”…es decir, sus conciencias nunca se aliaron con la justicia y menos con la voluntad de la Ley….lamentablemente un alto número de funcionarios lo consideran “himno muerto” e inacatable;..de allí que a nadie sorprendió la irritación evidente del Fiscal al informar la detención de los fiscales por las graves e inmorales faltas en diferentes despachos del país, con la corrupción haciendo de las suyas en un solo afán “comprometido” para obviar lo justo y así satisfacer al “buen postor”, haciendo ilimitado el nauseabundo retardo procesal.

Así se develó el “astuto” camino del delito más perverso entronizado — obvio — en el Ministerio Público, a pesar de la terca y leal insistencia moralizante del FG, tal como hasta el cansancio insistía en sus intervenciones el presidente Chávez.

La finalidad expresa de la comisión es la de llevar a cabo, cuanto antes, las profundas y radicales reformas revolucionarias indispensables e infranqueables con énfasis en lo relativo al “lucrativo retraso procesal”, enarbolando una justicia bolivariana invulnerable, ciclópea, purificada a fondo en todo su cuerpo doctrinal.

Se deduce, sin mucho esfuerzo, que nos acogota una justicia ficticia que ronda “al acecho” en no pocos ambientes burocráticos fiscal-tribunalicios infames, enquistada hasta los tuétanos, generando el lucro –no cesante – y creando, impunemente, un demoníaco calvario al denunciante.

Corresponde a la Comisión, sin duda, execrar todo abuso y sanear la Judicatura hacia una real y honesta convivencia, donde sea un clarín la voluntad de la ley y reine una imperecedera justicia social, ambiente único para poder alcanzar “la mayor suma de felicidad posible”, indeleble máxima del padre Bolívar.

Otro Sí!: Con respecto a los ‘súbitos” planteamientos apátridas sobre nuestras tierras esequibas, los venezolanos tenemos una sencilla pero poderosa frase muy coloquial y demoledora, cito : “lo mío no lo discuto”….y punto,..agrego.

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