El momento estelar para producir de todo
Lo acontecido hasta ahora indica el acierto del presidente Chávez en la preclara decisión de incorporar al otrora acuartelado sector castrense – en sinergia civil – para realizar labores de bienestar social fundamentalmente en una acción de ejemplar solidaridad hacia el desarrollo integral del país, fomentando una beneficiosa revolución positiva cívico-militar sin precedentes.
En este orden de ideas, no podía ser mejor el momento propicio y oportuno como el actual para insistir en la imperiosa necesidad de reglamentar lo que me he permitido sugerir como indispensable para alcanzar, en el menor tiempo, el autoabastecimiento nacional de al menos en los principales alimentos agrícolas básicos. Se trata de implementar un Servicio Agrícola Obligatorio (SAO) que estaría incorporado a la Ley del Servicio Militar al que cada año se alistan millares de jóvenes, los cuales recibirían, durante esos dos años de adiestramiento castrense, pasantías de aprendizaje en el campo venezolano en labores que tienen que ver con la siembra, cultivo, cosechas e instrucción en los conocimientos de las faenas agrícolas incluyendo, por supuesto, lo relativo a operar maquinarias y equipos indispensables para reimpulsar una verdadera revolución agroalimentaria. Sería el aporte patriótico de la juventud venezolana a la ahora bolivariana “Siembra del Petróleo”. La Facultad de Agronomía debe incorporarse, obviamente.
Para esta estupenda labor agro-nacionalista, sólo un Servicio Agrícola Obligatorio – similar a un INCES cívicocastrense –, donde ingresarían los jóvenes que cada año deben realizar su servicio militar, resulta la gran alternativa para consolidar definitivamente nuestra independencia económica tanto como la soberanía y seguridad alimenticia. Pienso que resulta impostergable, entonces, que la Asamblea Nacional Constituyente incorpore a su agenda legislativa el estudio, discusión y urgente aprobación de esta sencilla idea para que luego los organismos respectivos oficiales la implementen sin dilación. Sería “sembrar el petróleo” también desde el ámbito castrense, con las Brigadas Agrícolas civicomilitares que con ahínco planteó el presidente Chávez para incorporarlas a combatir la crisis económica-social que encontró al asumir el poder el 2 de febrero de 1999.
¿Se imaginan esa enorme legión de patriotas juveniles, eficientemente capacitados en labores del campo, impulsando una colosal producción de todos los alimentos que requerimos?.
Invertir más con sensatez, y sin demora, lo necesario en el campo venezolano – como lo afirmó ¡en l936¡ el insigne Uslar Pietri – se hace inaplazable hasta optimizar el desarrollo agrícola y eliminar el déficit social y tantas importaciones, y el SAO es el instrumento idóneo que aportará el material humano joven, instruido y de primera. Es la vía que, por negligencia y desidia, no iniciamos 100 años atrás. Ahora sí y el compromiso es de todos con la consigna de oro¡ : Trabajar y Producir¡.
¡Los constituyentes – ANC – tienen la palabra ¡
Vainitas en el postre:
** La Misión Superior de la Revolución Bolivariana, primera prioridad en el legado de Chávez, orienta para que más temprano ninguna familia viva mal…** Los sabotajes a los servicios públicos causan tanto daño como no pocos gerentes nada capaces e ineficientes y no aptos para el cargo…¡Elíjase al idóneo sin importar más nada¡.**Nuestras dignas FANB no tienen similar en el mundo en cuanto a : “Leales siempre, traidores nunca”. ** Bolsonaro : “el Hitler del mundo natural..”
Frase 1: “La verdadera riqueza es la salud”.
Frase 2: El revolucionario bolivariano sólo aspira que ningún venezolano viva mal.
Frase 3: “El terrorismo imperial es una lacra vinculada al capital”.
Frase bolivariana: “Mantener una vida con rectitud y dejar que el tiempo haga prodigios”.
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