Opinión

El liderazgo de Juan Guaidó

“En la actualidad no puede considerarse como una persona, es un símbolo político alrededor del cual se aglutinan más de 8 millones de venezolanos”
martes, 05 febrero 2019

Hasta hace pocas semanas la oposición al gobierno de Venezuela parecía inexistente, muerta ni siquiera adormecida, pero emerge como de la nada, un joven atrevido, valiente y aguerrido dispuesto a combatir por la mayoría de los venezolanos que carecen de derechos que los protejan. Pocos lo conocían pero se convierte en la luz que alumbra el camino que venimos buscando desde hace mucho tiempo, se llama simplemente Juan Guaidó.

 

El gobierno trató de acobardarlo pero se les ha hecho imposible y cada día se agiganta y se fortalece más y más. Se ve absolutamente invencible, indetenible, imposible de doblegar. Tratan de introducirlo en la mecánica tradicional de lo que llaman negociación, que según las experiencias vividas, no son otra cosa que instrumentos demoledores de los dirigentes de la oposición.

 

Es evidente que quienes manejan los recursos del gobierno son protegidos por la fidelidad del estamento militar y eso les da la fortaleza para permanecer, pero eso no es permanente y requiere asumir la realidad buscando desarrollar mecanismos que permitan entregar el gobierno con la tranquilidad y sosiego necesarios, que permita volver a la normalidad en nuestra maravillosa patria. Se hace difícil reconocer que las últimas elecciones donde triunfó Nicolás Maduro Moros, fue producto de realizarlas con todas las ventajas, con los grandes partidos anulados y dirigentes populares inhabilitados, presos o exiliados. Sabían que la mayoría de la población opositora no los enfrentaría electoralmente, no obstante no midieron las consecuencias de creer que se puede hacer y deshacer con un país lleno de personas luchadoras, que no se amilanan frente a la adversidad y que a pesar de ser golpeadas una y otra vez, no se entregarán fácilmente y van a regresar al campo de batalla en cualquier momento oportuno, cada vez corrigiendo cada uno y todos los elementos nocivos que los llevaron a derrotas tras derrotas.

 

La inhabilitada pero persistente ASAMBLEA NACIONAL, símbolo de la legalidad democrática, mediante la cual se controla el poder ejecutivo y designa a los miembros que constituyen la estructura de los otros poderes del Estado, votan por una nueva junta directiva y designan al diputado Juan Guaidó como presidente, según convenios políticos establecidos desde el inicio de este período donde la oposición logró la mayoría absoluta y el gobierno se la desconoció y luego la declaró sin atribuciones legislativas.

 

El presidente Nicolás Maduro Moros finaliza su período de presidente el 10 de enero del 2019 y quien lo sustituya debe juramentarse en la Asamblea Nacional. Nicolás Maduro Moros asume que él es el nuevo presidente electo a pesar de los cuestionamientos legales, pero no lo hace en la Asamblea Nacional, sino en el Tribunal Supremo de Justicia.

 

Pasan los días y llega el 23 enero, fecha en la cual los venezolanos celebramos la caída del dictador Marcos Pérez Jiménez. La oposición se reúne en una gigantesca manifestación y el presidente de la Asamblea Nacional, el diputado Juan Guaidó, asume la presidencia de la república por cuanto le corresponde al presidente de la Asamblea Nacional, asumir el cargo de presidente provisional de la República Bolivariana de Venezuela debido a la ausencia absoluta del presidente, que según lo explicado, no había sido elegido nadie, las elecciones se consideran nulas.

 

En el momento en el cual Juan Guaidó se juramenta como presidente provisional, se estremece Venezuela y emerge de nuevo la fortaleza inmensa e imbatible de la gran mayoría de los venezolanos y convierten a Juan Guaidó en el gran líder de nuestra patria y allí se encuentra reconocido por la mayoría de los países de Latino América y por muchas otras naciones del mundo y llevará a Venezuela a un proceso electoral que nos retornará a la democracia verdadera donde votar sea símbolo de la libertad y no artilugio para perpetuarse en el poder. ¡Buena suerte!

Nota. Voy a reproducir un párrafo de mi artículo publicado el 22 de enero de este año, a un día de la juramentación de Juan Guaidó como presidente. Fue llevado a las redes por el doctor Genio Lobo, ex presidente del Colegio de Abogados. “Juan Guaidó es un joven ingeniero con el instinto político sembrado en el corazón. En la actualidad no puede considerarse como una persona, es un símbolo político alrededor del cual se aglutinan más de 8 millones de venezolanos con derecho a decidir quiénes pueden conducir el destino de los venezolanos”. @dabega26

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