El insólito caso del KOKI

No podemos negar que las fuerzas de seguridad del Estado venezolano dieron una demostración de pericia y fuerza, capaces de doblegar a la delincuencia dentro de una situación de dificultades extremas. Para mí es una muestra de que nuestra patria es capaz de enfrentar las grandes dificultades a pesar de que quienes gobiernen traten de manejar el país de manera caprichosa y personal. Allí comienza la debacle y nos encontramos sumergidos en ese mundo donde muchas veces se desconocen las decisiones de los jueces.

Algunos pueden creer que ese gran problema se ha solucionado, pero no es así. Las fuerzas policiales cumplen con sus funciones de combatir y doblegar a la delincuencia, pero se limita a ese peligroso renglón de la estructura social, muchas veces sin los recursos apropiados para lograr el éxito y otras veces penetrado por la delincuencia y no podemos hacernos los ciegos frente a esta realidad.

Las fuerzas policiales están formadas por seres humanos, no por extraterrestres ni nada parecido, en consecuencia, un 30 % de quienes las conforman llevan la maldad por dentro y un 70 % son personas con principios y valores que no requieren vigilancia extrema para que actúen correctamente. Así es la sociedad según los expertos y por eso se crean las organizaciones correspondientes para tratar de evitar que los malos se impongan frente a los buenos. Los mismos cuerpos de seguridad tienen auto vigilancia interna para evitar el abuso y el desvío de la autoridad que poseen sobre los ciudadanos. Un mal ejemplo son las cientos de alcabalas establecidas a lo largo y ancho de nuestro país, donde hasta los mejores caen en la tentación de extorsionar en función de sus extremas necesidades económicas y es algo difícil, absolutamente muy difícil de manejar.

El famoso Koki y su gran banda de delincuentes, son producto de errores estratégicos que no se corrigen por no mostrar la equivocación. Solo los cuerpos de seguridad deben poseer la autoridad para manejar el delito, nada ni nadie deben sustituirlos. Las famosas zonas de seguridad, llamadas de paz, creadas pensando que los delincuentes cometen delitos por el simple hecho de tener necesidades que deben cubrir, es algo absurdo. Allí están las consecuencias de pensar que el desarrollo de la sociedad ha transitado por caminos equivocados y no se percatan que esto no tiene fundamentos.

Las fuerzas policiales han logrado salir airosas en esta peligrosa batalla, donde deben proteger a quienes se convierten en anillos de seguridad de los delincuentes, por habitar en esos sitios donde lograron establecer sus residencias, pero saben que esta es una guerra de grandes dimensiones y muchos de sus guerreros se quedarán en el camino luchando por protegernos de quienes se han convertido en grupo de cazadores de nosotros, la población común y corriente.

¡Que Dios los cuide y los proteja! ¡Buena suerte!

Nota.- Algo que deseo destacar desde hace tiempo, es que los empresarios venezolanos asumen la publicidad como una ayuda a los medios de comunicación y no se percatan que esta es una inversión imprescindible que les da rentabilidad a sus empresas.
Tengo a un amigo que muestra sus servicios en los chats que son grupos pequeños de personas y le aconsejo que publique en PRIMICIA, que tiene más de 150 mil visitas de lectores cada día. Él cree que tengo algún interés económico en eso y no asume que le estoy dando un excelente consejo. Su respuesta es que tiene algunos gastos que no se lo permiten, ve la publicidad como un gasto. Eso eran otros tiempos, llegó la hora de la competencia.

Uno de los errores políticos de mayores dimensiones que se han visto en los últimos tiempos, es la detención de Javier Tarazona. Es algo sin sentido común. Es posible que alguien se disguste por lo que denuncien, que en la realidad no tiene una fuerza que perjudique al gobierno y no sé cómo hacen para inducir a las autoridades que hagan algo que los perjudica a nivel mundial. A veces creo que Nicolás Maduro tiene más enemigos en los que dicen que lo apoyan, que en quienes lo combaten abiertamente.

Creo que dentro de la oposición no hay cientos de candidatos para las elecciones de gobernadores, alcaldes, diputados y concejales, sino miles, es algo asombroso, realmente increíble. Desunidos no llegan a ninguna parte y de paso los peores enemigos los tienen dentro diciendo que son opositores y en la realidad son partidarios del gobierno. Después de las elecciones, muchos que se creyeron dueños de la oposición y aún se creen, se convertirán en un ceros a la izquierda y aparecerá otro liderazgo.

@dabega26

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