Opinión

El Diván en la Radio: Las abuelas y la genética

Las abuelas comprendieron que ubicar a los chicos era solo el primer paso. Ahora tenían que probar ante los jueces que ellos eran efectivamente sus familiares.
viernes, 29 abril 2022

Les traemos un estudio denominado: Las abuelas y la genética. El aporte de la ciencia en la búsqueda de los chicos desaparecidos. Se trata de un texto de las Abuelas de Plaza de Mayo con ocasión a lo vivido por la sociedad argentina en el periodo 1976 y 1983.

Una mañana de 1979, las Abuelas de Plaza de Mayo leyeron en el diario El Día de La Plata, una noticia que las llenó de esperanza. “Un hombre que negaba su paternidad fue sometido a un examen de sangre comparativo al del presunto hijo y resultó ser el padre”. Luego de allí, a las Abuelas les nace la inquietud y se les ocurrió la idea de utilizar la genética para identificar a sus nietos, una gran cantidad de niños apropiados y desaparecidos.

En marzo de 1980, cuando las Abuelas localizaron a las hermanitas Tatiana Ruarte Britos y Malena Jotar Britos, debieron enfrentarse al problema de su identificación. Tenían fotos y otros elementos, pero no eran suficientes. El juez quería una prueba incontrovertible del origen de las niñas. Además, habían pasado tres años desde su secuestro y habían crecido.

Las abuelas comprendieron que ubicar a los chicos era solo el primer paso. Ahora tenían que probar ante los jueces que ellos eran efectivamente sus familiares.

Comenzaron la gesta en plena dictadura y transcurrió durante años en las principales capitales del mundo con las abuelas, haciendo de acicate permanente a los científicos, hasta la formulación de lo que se denominó “índice de abuelidad” el cual dio su primer fruto con la identificación de Paula Eva Logares en 1984.

El Índice de abuelidad es una fórmula estadística que, a partir de material genético, establece con una precisión indubitada la probabilidad de parentesco entre una abuela y su nieto o nieta. La genetista Mary Claire King, junto con otros científicos, trabajaron en la formulación de este índice a instancias de las Abuelas de Plaza de Mayo, quienes necesitaban un método válido de establecer la identidad de sus nietos desaparecidos.

Señala Víctor B. Penchaszadeh Profesor de Genética, Escuela de Salud Pública, Universidad de Columbia, Nueva York. Consultor en Genética y Salud Pública, Organización Panamericana de la Salud, Buenos Aires, en el prólogo del texto que: “Como genetista, me caben dos comentarios que considero esenciales en este tema. En primer lugar, no hay duda que las Abuelas han dado a la genética una oportunidad única, la de redimirse como ciencia ante la sociedad”.

Puntualiza el prologuista “Ciertamente, la genética había tenido una triste historia durante el siglo pasado, pues estuvo asociada al racismo, a la discriminación, a la violación de derechos reproductivos en nombre de la “eugenesia” y hasta al genocidio. Pues bien, gracias a la gran oportunidad dada por las Abuelas, la genética ha podido ponerse del lado de los derechos humanos y posibilitar la efectivización del derecho a la identidad y la reparación a la grave violación de la apropiación de niños”

Parte de los relatos de las abuelas fueron: “yo tenía mechones de pelo de mi nieta de antes de que la secuestraran. Los envié a Amnistía Internacional para ver si podían usarlos para identificarla. Recibí una respuesta en que decían que iba a ser difícil, en especial porque el pelo había sido cortado muchos años atrás y no contenía folículos”

Otras “Tengo un diente de leche que guardé de mi nieto, ¿podría usarse para identificarlo?” Así como “Bueno, los chicos secuestrados deben poseer huellas plantares, porque en todas las salas de parto, ni bien nace un bebé, se lo identifica por medio del dedo pulgar de la madre y de las plantas de sus pies”.

No queda lugar a dudas la hermosa labor de las Abuelas, de su amor y de su entrega.

Les invitamos a buscar en Google este hermoso libro: Las abuelas y la genética. El aporte de la ciencia en la búsqueda de los chicos desaparecidos, ejemplo de un amor que trasciende, fronteras, y que logro transformar la genética. Un ejemplo de lo que pueden hacer nuestras abuelas.

Gracias por tomarse el tiempo de leer este espacio, lo hacemos con amor.

Somos:

• Licenciada y abogado Maria Quiroz
Coproductora y colocutora del programa de la radio: El diván en la radio

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