El asalto en la base de misión y una crítica en alta voz

Es la base de Misión en Valle alto en la parroquia 11de abril. Allí vive un número de misioneros cubanos, médicos todos, que vinieron a prestar servicios a nuestro país en el marco del convenio Cuba- Venezuela, firmado por Chávez y Fidel.

La madrugada del sábado fueron asaltados, rompieron una de las puertas e ingresaron. No pasó a mayores, porque los malhechores no ingresaron a los cuartos donde duermen, entre amenazas y gritos, sólo pudieron llevar pocas cosas de valor.

Cuál es el punto? Esta no es la única situación que viven los camaradas colaboradores en esta ciudad y otras partes del país. Igual ocurre en los Centros Diagnóstico Integrales, que los han desmantelado en sus equipos de aires y bienes. Los asaltan en las consultas, les asaltan en sus casas y los organismos de investigación criminal nunca actúan, pero si muestran cifras de supuestos enfrentamientos y reducción del delito, que no son tales. El desorden es tal que pocas autoridades les importa el destino de la Misión médica cubana y también sus calamidades.

Vivimos de acto en acto, de marcha en marcha y lo que debemos atender, lo que debemos cuidar lo hemos echado al abandono. La desidia es estructural alcaldes, diputados, constituyentes, concejales, gobernadores, empresas, cuerpos policiales, controlamos todo y casi nada funciona bien.

Una revolución socialista, que aspiramos construir, no deja que esto ocurra. Mala imagen se llevan los cubanos de nosotros. Muy mal andamos.

Represión en el Barrio: Es Vista al Sol, parroquia aguerrida de Guayana, sus habitantes padecen de carencias de servicios públicos como el agua, pero lo más grave es la violencia policial. Recientemente grupos de funcionarios del Cicpc y el SIP ingresaron a matar y robar. Ese película la vimos tantas veces en la mal llamada cuarta república. Ahora se ha incrementado esa política de represión policial, pero ahora con el saqueo. Ingresan a las casas, allanan sin orden judicial, secuestran a los detenidos y si no pagan en dólares, oro, prendas, los golpean, torturan y hasta los matan. La lista de abusos es larga.

La Policía está fuera de control. Mientras los choros, los que si roban como en las bases de misiones, escuelas, CDI y no hay detenidos, ni investigan, van a Vista al Sol, para perseguir a dirigentes y miembros de los colectivos, robar a los pequeños mineros. Es decir, esos grupos policiales están al servicio del discurso opuesto. Están haciendo lo que tanto enfrentamos en los tiempos adecos y copeyanos, pero siguen intactos.

La pregunta es: ¿Quién dirige esa política policial? Lo sabe el señor Gobernador? ¿Lo sabe TITO? ¿Qué hacen para frenar está arremetida? Ambos grupos policiales dependen uno del despacho del gobernador y otro es del ministro Reverol y Douglas Rico. Cómplices?

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