El Arte de Ser Familia: Una Navidad sintiente
Una vez más la pandemia nos expone ante una oportunidad de aprendizaje, sí, así tal cual de aprendizaje, de resignificación de cada una de las experiencias vividas durante este ciclo.
Sin embargo, sea lo que sea que nos está tocando vivir, en este ahora, es importante poder prodigarnos una Navidad con un nuevo significado por y para nosotros nuestros hijos y la familia.
En el interior de cada familia podemos resignificar esta época, validar la tradición desde una perspectiva más natural, espontánea sin artificios, más sublime, de mayor conexión y unión. Resignificar la navidad es un acto invaluable.
Hoy firmemente estamos ante la oportunidad de asumir por amor a nuestros hijos, nuestra pareja, nuestra familia y a nosotros mismos, el compromiso de resignificar la Navidad, más allá de todos los agregados materiales que se entretejen alrededor de la navidad, cada uno de nosotros puede dar nuevos matices a esta experiencia y vivencia conectando con la esencia anidada en el mundo interior de cada uno.
Resignificar la Navidad no implica hacer borrón y cuenta nueva, al contrario, es permitirnos darle un nuevo valor empoderante a la experiencia y elegir en el hoy que voy hacer con lo que soy, con lo que tengo, reconociendo lo valioso que si se posee y de esta manera accionar para proporcionárselas y cada uno de los seres que amamos.
Resignificar es trazar un mapa de ruta que nos guíe a encontrar el baúl de los tesoros interior, ese cajón donde están depositadas las riquezas que quizás no hemos descubierto porque hemos vividos conectados o preocupados por mantener lo tangible, lo material, para garantizar que somos felices y sin darnos cuenta, hemos limitado el sentir.
La Navidad alberga una riqueza maravillosa, el reencuentro, el perdón, la reconciliación como un milagro de la vida.
La Navidad nos regala la diversión, el disfrute, el compartir, el conectar desde el amor, es una oportunidad para diseñar y crear espacios para compartir con los hijos, la pareja, los padres y la familia en general de una manera espontánea, sencilla y natural, con la sencillez de tus posibilidades darás valor agregado a tu vida y a la de tu familia y así los hijos copiaran este modelo dignamente.
Resignificar la Navidad es hacerla sintiente, conectar con el ser, con la emociones, con el amor propio, es rescatarnos, rehabilitarnos, cuidarnos, reenfocarnos, respetarnos, escucharnos, reconocernos, sentirnos, validarnos, proveernos con amor. La Navidad es un estado sintiente.
No permitamos que ninguna circunstancia nos robe la felicidad y la plenitud, ambos estados son proyección de nuestro mundo interior; cuidémoslo cual jardín.
Resignificar la navidad es convertirnos en jardineros del propio ser, podar la maleza, renovar el abono; y ofrecer a los nuestros un jardín más florido y esplendoroso.
Cultivemos en ese jardín una navidad donde el intercambio sean regalos de unión, confianza, comunicación, amor, conexión, presencia, alegría y felicidad y donde también se sienta la vivencia de los que ya no están a nuestro lado pero que su esencia sigue presente en los corazones de cada uno.
Activemos la Gratitud, como la clave que convierte los problemas en bendiciones, que da sentido al pasado, a lo vivido, y nos obsequia un presente lleno de paz y nos alienta a avanzar hacia el futuro.
La gratitud es más que un “gracias”. Una navidad resignificada es una forma de honrar la vida. Es el momento de ampliar el significado de la Navidad más que como un hecho viviente, validarla como un acto sintiente. Vivamos todos una Navidad Sintiente.
Lcda. Irma Vecchionacce
Psicóloga
Terapeuta Sistémico familiar
Coach Profesional
Especialista PNL
@irma.vecchionacce
Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link: https://chat.whatsapp.com/DzC1LhY8XG83xfwU0phael
También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí: https://t.me/diarioprimicia