El arte de ser familia: Una familia política

En el camino del encuentro hombre y mujer se enamoran, trayecto por el que indiscutiblemente todos transitamos, unos repetidas veces, otros una sola vez, en fin, son experiencias imborrables para luego llegar al casamiento y seguir avanzando en el ciclo vital de la familia.

Desde muy pequeños nos relatan cuentos de fantasía donde dos personajes se encuentran, enamoran y viven felices para siempre, sin contarnos que para vivir felices se necesita más que el puro amor. Ahora te pregunto ¿Alguna vez te has enamorado? ¿Cómo sucedió? ¿De quién te enamoras? En principio nos enamoramos de la persona pasando por alto que viene cargado con su propio equipaje familiar. En ese momento desconocemos totalmente su historia, costumbres, tradiciones, maneras de comunicarse, creencias y valores.

Un hecho significativo es que ese acto de amor implica una elección; “YO TE ELIJO, TÚ ME ELIGES”. Es el punto de partida, que sin darnos cuenta abarca una gran responsabilidad para ambos. A partir de allí se avanza al conocimiento más profundo del otro e inicia el acercamiento a su historia, a su grupo familiar donde pueden ocurrir muchas cosas; ser aceptados o rechazados, donde surgirán diferencias y puntos comunes, vinculaciones, alianzas o triangulaciones; todo es parte del proceso que conlleva a una maestría única de crecimiento humano de aceptación e integración, que asintiendo la historia del otro.

En el encuentro todo, todo es posible desde adoptar la familia del otro como propia o no, sea lo que sea que ocurra es posible construir una relación cuya base sea el respeto, la solidaridad, apoyo mutuo, amabilidad como simientes saludables para el sostenimiento futuro de dicha unión.

Es importante considerar que en la elección misma de ser pareja hay implícita además una negociación que debe manifestarse a lo largo de toda la construcción de esa vinculación amorosa y familiar. Esta negociación o alianza vincular es la oportunidad de conocer y construir relaciones de calidad partiendo de:

Asumir que elegimos a la persona y esta posee su propia historia.

Validar a cada miembro por lo que ofrece, siempre hay personas valiosas dentro de una familia con la que podemos relacionarnos incluso en familias difíciles.

Permitirnos conocer las costumbres y creencias que poseen como familia, sin desmeritar por mas diferente que sean a las nuestras.

Concienciar la importancia de respetar las dinámicas y tradiciones que esa pareja elegida tiene con su familia. Lo que no implica que de manera obligada debas participar en ellas, para ello la comunicación es la premisa máxima mediante la cual se negociara en que actividades y tradiciones se participara y en cuáles no.

Desde la mirada de respeto a la dinámica de la familia política, definir y diseñar las nuevas tradiciones y costumbres de manera abierta y estable para el nuevo contexto relacional.

Dentro del proceso de construcción de la relación es esencial tener presente que el uno y el otro tiene el derecho de elegir relacionarse o no con la familia política, asumiendo y validando las consecuencias que con ello sobrevendrán. En cualquier caso, lo vital es el dialogo honesto, expresándose desde el sentir, marcando límites con respeto conscientes de la elección realizada de esa persona.

Al final, en el sentir y ser conscientes uno y otro serán los responsables universales de crear su propia dinámica y estilo de familia teniendo para ello la flexibilidad de pensamiento es fundamental para apreciar la historia de la familia política sin juicios y condenas, solo asintiendo a lo que es y se eligió. Te acepto y te Tomo con toda tu historia sea cual sea, será la frase que selle esa unión y honre a cada familia política.

@irmavcoach

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