El Arte de Ser Familia: Trastorno por videojuegos en niños y adolescentes

La globalización y evolución de la tecnología ha inhabilitado en gran medida los espacios de recreación e interacción familiar y la posibilidad de desarrollo de ciertas habilidades sociales en nuestros niños, niñas y adolescentes.

El uso de las pantallas de videojuegod, tabletas, entre otras, se ha convertido en el sustituto de la crianza de los hijos hoy por hoy, lo cual representa una señal de alarma que como padres debemos tener presente y considerar las secuelas que ello traerá consigo en la salud mental de nuestros hijos debido a la falta de información y no regular su uso.

Es necesario que los padres estén en conocimiento que hoy en día la OMS (Organización Mundial de la Salud) ha incluido en la clasificación de enfermedades el Trastorno por uso de videojuegos como un comportamiento adictivo.

Este tipo de trastorno se define como un patrón de comportamiento caracterizado por la falta de control sobre la necesidad de jugar, este se evalúa según la intensidad, frecuencia, inicio, final del comportamiento y el contexto en el que se desarrolla.

Es decir, que el niño o adolescente incurre en un aumento desmedido en el tiempo invertido para jugar, en consecuencia, suprime la ejecución de otras actividades que antes eran de su interés u obligación, aun cuando saben que dicho comportamiento no le es beneficioso. Para tipificarlo como trastorno el patrón debe manifestarse al menos durante un año.

En los niños y adolescentes el uso continuo y sin control de los videojuegos impacta en la organización estructural y funcional de las regiones cerebrales, necesarias para la ejecución de las funciones cognitivas (atención, percepción, memoria…), tengamos en cuenta que está en un proceso de desarrollo evolutivo.

Al estar inmerso en el mundo del video juego el adolescente se ve sometido a los altos niveles de estímulos donde lo cotidiano pasa a ser aburrido, poco interesante y motivador para él, disminuyendo su interés por aprender, dispersando su atención y sumergiéndolo en el refuerzo intermitente de seguir jugando para ganaren ese mundo de fantasía que crea el video juego.

Aunado a ello, el vivir en ese mundo de fantasía lo debilita en el desarrollo de las habilidades sociales necesarias para la interacción, ya que se aísla y solo sabe establecer contacto a distancia y con quien comparte mismo interés o necesidad de jugar.

Entonces, ¿qué hacer como padres ante una situación como esta?, bien, lo elemental es supervisar la frecuencia y duración de la exposición al videojuego, evitar que durante la ejecución de otras actividades reuniones familiares, hora de la comida, al ver televisión, realizar tareas, etc. el niño o adolescente haga uso de algún video juego.

Es sumamente importante reglar el tiempo de exposición a los video juegos. En el caso de niños y adolescentes hasta los 15 años lo recomendable es un lapso de 1 hora y media al día y, a partir de 16 años 2 horas.

Los padres pueden acordar y estipular con los hijos el tiempo de disfrute con videosjuegos, y así evitar que su vida gire en torno a satisfacer la necesidad de jugar sin control, pues de ser así estaría en presencia de un trastorno.

Otra acción es motivarlos e integrarlos en otras actividades, donde papá y/o mamá compartan con ellos, disfruten de su compañía, realicen actividades que despierten su interés y al mismo tiempo les permitas el desarrollo de nuevas capacidades y habilidades cognitivas, emocionales y sociales.

Lcda. Irma Vecchionacce
Psicóloga
Terapeuta Sistémico familiar
Coach Profesional
Especialista PNL
@irma.vecchionacce

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