Opinión

El Arte de Ser Familia, Responsabilidad afectiva: Clave para construir relaciones saludables

La responsabilidad afectiva es una ética cuyo objetivo es no hacer sufrir al otro de manera innecesaria.
irma
jueves, 17 noviembre 2022

Relacionarnos es parte de la naturaleza humana, tiene una significativa relevancia e impacto en la vida personal y a pesar de ello, en ocasiones por no generalizar es una de las áreas menos atendidas hasta que se nos presenta un punto de quiebre que sacude alguna dinámica vincular.

Estamos en un buen momento para evaluarnos, analizar, tomar acción y hacernos responsables de las relaciones que establecemos con los otros y con nosotros mismos, lo que representa todo un reto personal de crecimiento, donde abrirse a comprender y tener consciente que no existimos solos, sino que somos parte de un gran entramado de relaciones con los demás que marcan la dinámica de nuestro vivir, es el punto de partida.

Y aquí cabe preguntarse ¿Cuán responsable soy de la manera en que me relaciono con los demás? ¿Qué hago para construir un entorno saludable de relaciones humanas?

Es imprescindible tener en cuenta que las relaciones van más allá de nosotros mismos, por lo que cultivar la empatía, es clave. Es aquí donde hablar de responsabilidad afectiva es esencial, este es un termino relativamente nuevo, pero profundo que de tenerlo en cuenta será un elemento de contribución importante dentro del plano de las relaciones humanas.

La responsabilidad afectiva es una ética cuyo objetivo es no hacer sufrir al otro de manera innecesaria.

En consecuencia, es una habilidad para establecer vínculos y/o relaciones conscientes donde cada uno es capa de decir lo que siente y piensa con empatía, honestidad, claridad y respeto para prevenir y evitar conflictos, en este sentido construir una relación saludable y equilibrada.

Actuar con responsabilidad afectiva, implica tener en cuenta al mismo tiempo las consecuencias de las propias acciones en el otro y, por supuesto, tener capacidad para hacerse cargo de las propias acciones.

La responsabilidad afectiva es un balance entre lo que yo pienso y siento y, lo que el otro piensa y siente sin dejarse anular. Es cuidado mutuo, que no quiere decir hacerse cargo de las emociones del otro, pero si el considerar que cada uno tiene su forma particular de sentir y expresar lo que piensa y siente.

En consecuencia, para aplicarla es necesario aprender a comunicarse de forma asertiva, eficaz y con compromiso. Ser responsable afectivamente no quiere decir que no habrá conflictos o problemas en las relaciones o que no se cometerán errores, sin embargo, serlo faculta a mayores posibilidades de resolución de los conflictos y posibilidades para superarlos de la mejor manera.

Hacernos responsables afectivamente es permitirnos la oportunidad de construir vínculos con un sentido más humano. ¿tú ya estás preparado para asumir tu responsabilidad afectiva?

Lcda. Irma Vecchionacce
Psicóloga
Terapeuta Sistémico familiar
Coach Profesional
@irma.vecchionacce

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