Opinión

El Arte de Ser Familia: Procesos conductuales de los hijos ante la separación de los padres

Ante estas reacciones los padres deben asumir una postura de alta comprensión ya que sus hijos viven una experiencia que los llena de angustia generada por lo que traducen como la desestabilización de su seguridad, y su única manera de gestionarla es a través de su conducta.
jueves, 23 septiembre 2021

Anteriormente he expuesto que, ante el proceso de separación de los padres, los hijos atraviesan una ola de cambios y experiencias que alteran su ritmo habitual de vida emocional y social, estas alteraciones pueden ser expresadas con comportamientos y conductas a través de las cuales manifiestan directa o indirectamente su sentir, su dolor.

Por supuesto, es importante contemplar que estas manifestaciones conductuales dependerán de su edad, desarrollo emocional y características muy propias de su personalidad. Lo básicamente habitual ante esta situación que índice un proceso de elaboración del duelo, es que existan cambios en su comportamiento, pueden llegar a exacerbarse algunas conductas y generar aun mas intensidad a la crisis como también puede darse la supresión de otras conductas que eran parte de su dinámica cotidiana constante por perdida del deseo y motivación.

Según sea la etapa evolutiva que atraviesa el hijo durante la separación, puede ocurrir que se exponga un retroceso en sus avances evolutivos y hábitos, como, por ejemplo, comience a orinarse encima o en la cama, en casa o la escuela; no querer dormir solo manifestando terror nocturno, haga rabietas de manera constante, entre otras.

Ante estas reacciones los padres deben asumir una postura de alta comprensión ya que sus hijos viven una experiencia que los llena de angustia generada por lo que traducen como la desestabilización de su seguridad, y su única manera de gestionarla es a través de su conducta.

Ante la angustia los hijos pueden llegar a experimentar alteraciones en sus hábitos de aseo, de sueño, alimentarios, manifiesta la perdida de temporal de conductas que ya estaban consolidadas como comer solo, control de esfínteres, además pueden presentar trastornos del sueño, pesadillas, llanto desorganizado (sin razón aparente), se muestra siempre temeroso a estar solo, a la oscuridad, sonambulismo, etc.

En pocas palabras los niños pueden llegar a evidenciar un retroceso en sus fases de vida todo con la intención inconsciente de vivir otra etapa diferente a la actual, donde según él se sentía más seguro porque le resulta muy difícil adaptarse a la nueva situación de la vida familiar.

Otras de las conductas que se pueden llegar a poner en relieve ante la separación de los padres es que los niños pueden llegar a evidenciar alteraciones del lenguaje, algo como tartamudeo, mutismo selectivo que conlleva altos niveles de sufrimiento personal, además de importantes problemas de adaptación al entorno, produciéndose así un estancamiento en el proceso del desarrollo del lenguaje y su comunicación. Esto por resonancia si el niño esta escolarizado redundara en su rendimiento y funcionamiento escolar, donde aunado al proceso de duelo que vive produce un descenso en su rendimiento escolar, así como la falta de motivación por los compromisos académicos, no siendo evidentemente productivo.

Otras de las emociones que se viven en este proceso en los hijos, es la tristeza que también queramos o no incidirá en la evolución de conductas que expresan su sentir y ante ello los padres es necesario estar atentos a cada una de las señales y no traducirla como por lo general erradamente se hace, “el/ella solo esta manipulando” “es un malcriado/a”.

Los niños van a experimentar cambios y alteraciones en sus estados de ánimo, apatía, desgano llanto recurrente, aislamiento, fatiga, cansancio; todo ello producto de la tristeza. Bajo este esquema emocional también pueden argumentar dolencias físicas, malestares gastrointestinales, respiratorios, alergias, como decodificación de su tristeza.

Si la emoción manifiesta es rabia las conductas evidentes pueden ser pataletas, gritos que pueden ser vaciados en los padres, otras personas (maestras, familiares, etc.), objetos y ante los cual no tiene ni control ni discriminación de lugar, tiempo y espacio. Es importante considerar prestar atención a su frecuencia, intensidad y forma de expresión ya que muchas veces el niño puede llegar a exponerse y no cuenta con una regulación emocional adecuada.

De igual manera, puede presentarse que por estar encerrado en la rabia hagan cosas que sabe que a sus padres le molestan con el fin de llamar su atención, como, por ejemplo, faltar a clases, no hacer las tareas, no ordenar sus juguetes, no cumplir instrucciones, dañar objetos de la casa, etc.

La culpa es parte de esta experiencia emocional devastadora ocasionada por la separación de los padres, el niño siente que es el responsable de generar la ruptura y puede llegar a causar autocastigos, como accidentes, heridas… todo con la intención inconsciente de liberar su culpa, esta emoción no le permite disfrutar de si mismo ni de su vida.

Estas conductas durarán de acuerdo a cómo el niño elabore la interpretación de lo que vive en el proceso y para ello la participación de los padres es fundamental, de esta manera se evitaran conflictos adicionales. La prolongación de estas conductas en el tiempo puede llegar a tornarse permanentes de no se abordadas y sensibilizadas oportuna y adecuadamente, ya que además de impedir que el hijo/a se adapte a la situación aflorara nuevos contextos de atención y manejo especial.

Este recorrido ante el mapa conductual de los hijos durante la separación de sus padres pone de manifiesto la necesidad de prestar atención a sus conductas para poder hacer la traducción de su sentir ante la situación que están viviendo, considerar que una conducta puede mostrar la constelación de emociones que el esta experimentando en su mundo interior, es vital.

Motivo por el cual los padres deben proporcionar espacios de acompañamiento y observación de sus hijos, esto será la garantía de poder captar sus emociones sin censurar y poder descrifrar su llamado de atención, sus S.O.S papás.

Tomemos en cuenta que cuando este mensaje se decodifica de manera apropiada ellos consiguen sentirse contenidos y solo así podemos darle el apoyo y acompañamiento que realmente necesitan.

Lcda. Irma Vecchionacce
Psicóloga
Terapeuta Sistémico familiar
Coach Profesional
Especialista PNL
@irma.vecchionacce

Ten la información al instante en tu celular. Únete al grupo de Diario Primicia en WhatsApp a través del siguiente link: https://chat.whatsapp.com/DcvTVzIIlZR8vPrj4kfwXb

También estamos en Telegram como @DiarioPrimicia, únete aquí:https://t.me/diarioprimicia

error: