El Arte de ser Familia: Paternidad consciente
Una de las grandes afirmaciones que comúnmente escuchamos e incluso repetimos es que no fuimos a ninguna escuela para ser padres.
Algo totalmente cierto, sin embargo, hoy quiero invitarte a apoderarte de una nueva visión que te impulse desde la experiencia a valorar que tus hijos son tu gran escuela, y convertirte de esta manera en un Padre/Madre Consciente.
Sé que esto resultara algo incómodo e inaceptable, así como lo ha sido la propuesta de la disciplina positiva y, es que el rechazo radica justamente en que la transformación, el cambio, el aprendizaje o como quieras llamarle no están obligados a asumirlo los hijos, sino los padres.
¿Qué tal? Así como lo lees, hemos ejercido una paternidad en replica al estilo heredado de nuestros padres, aun cuando en mucho deseamos diferenciarnos.
De esta manera hemos impuesto nuestro estilo de ser padres.
Los padres debemos aprender a relajarnos, esto solo se logra reconociendo que somos padres desde el miedo, miedo a fallar, a no ser un buen padre/madre.
Al soltar el esquema del miedo podemos ser libres y esforzarnos proactivamente para ser cada día una mejor versión ser padres conscientes, que implica darse el tiempo de estar para y con los hijos en presencia y esencia.
Valdría la pena que te preguntes y cheques con honestidad ¿Cuál es el tiempo que pasas con tu hijo? Y ¿Cómo pasas el tiempo con tus hijos?, revisa como te dije con honestidad, porque muchas veces en ese tiempo terminamos imponiendo a los hijos nuestra idea de ser padres, y precisamente al ser padres desde el patrón del miedo a que no sean exitosos, felices, etc., ocupamos su tiempo con y para nosotros en el aprendizaje de nuevas habilidades y conocimientos que según nosotros los harán más útiles, todo esto asumiendo que son esponjas y hay que aprovecharlos, sin tomar en cuenta que esas esponjas también absorben desatención, estrés, desvalorización, desconexión, entre otras.
En fin, estilamos a no tener actividades en libertad. Los padres podemos relajarnos un poco y eso está bien.
Convertirnos en padres/madres conscientes seria el regalo más valioso que pudiéramos dar a nuestros hijos.
Los respetaríamos como los seres individuales que son y no como lo que queremos, exigimos o necesitamos que sean. Tener presente que no solo los padres son los que enseñan, sino que también los hijos enseñan a los padres.
Vivir desde la paternidad consciente puede conducirnos a una experiencia significativamente transformadora en el arte de ser padres, ya que nos enfoca a procurar la conexión antes que la corrección, donde continuamente el cambio en nosotros venga desde el interior.
Desmontará el impulso de calificar su comportamiento desde las etiquetas, lo bueno o lo malo; para conducirnos a mirar más allá del comportamiento cuál es su verdadera necesidad y lograr la conexión para la orientación asertiva.
Reconocerlos como seres individuales no es dejarlos hacer lo que quieran sin supervisión, ¡No! Es conectar con su Alma, su propia esencia.
La paternidad consciente invita a desmontar el patrón tradicional que expresa y ejerce control unilateral de los padres hacia los hijos, violentando su verdadera esencia.
Ser padres/madres conscientes es despertar espiritualmente (nada de religión) es mostrarte desde tu ser, desde tu esencia, desde la conexión consigo mismo para trascender a la conexión con ellos, tus hijos.
Ser conscientes como padres nos obliga a descubrir las necesidades no satisfechas en nosotros, las cuales se buscan cubrir a través de los hijos, esclavizándolos a una responsabilidad que no les corresponde.
¡¡Explórate!! Cuando no sintonizamos con nuestros hijos terminamos imponiendo nuestros deseos, ejercemos presión en ellos, nos distanciamos o los distanciamos a ellos.
Brindémonos la oportunidad de aprovechar a nuestros hijos como una fuente de crecimiento, cambiemos el control por la conexión, deja tu ego a un lado, no etiquetes a tu/s hijo/s como bueno o malo, reconócelos sencillamente como humanos únicos, no son tu premio o castigo.
Date la oportunidad de abrirte y sintonizar conscientemente con ellos; crea estrategias de negociación sin control. La paternidad consciente invita a cambiar paradigmas de crianza, a crecer los padres no los hijos.
Cuando crecemos nosotros primero, sanamos nuestro mundo interior, nos llenamos de fortaleza humana, ampliamos la radiación de nuestra esencia y conectamos fluidamente con los hijos.
Todo esto es crecer saludablemente como padres, dejando de usar a los hijos para sanar o cubrir las propias carencias.
La paternidad consciente es una oportunidad de crecimiento invaluable, de conexión profunda con los hijos, crea seres resilientes y lo mejor nos permite aceptar que los hijos son unos grandes maestros. Ellos muestran algo de nosotros y juntos co-creamos relaciones saludables.
Lcda. Irma Vecchionacce
Terapeuta Sistémico familiar
Coach Profesional
Especialista PNL
@irmavcoach
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