El Arte de Ser Familia: ¿Padres sin derechos?

En este mes de noviembre se celebra el Día Internacional del Niño, cuyo objetivo es concienciar sobre los derechos de los más pequeños Apegados a la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño; y se ponen en el tapete muchos temas en materia de interés para niños, adolescentes, familias, deberes y derechos.

En nuestro país desde el nacimiento de la Ley Orgánica de Protección de Niños, Niñas y adolescentes (LOPNNA) se fue gestando un grueso de interpretaciones en las que se ha llegado a pensar que los padres han perdido ciertos derechos ante la crianza, educación y modelado de los hijos, tras no integrarse que los nuevos paradigmas expresan la necesidad de una crianza respetuosa, basada en los postulados de la psicología positiva; cuyo fin mayor es generar una sociedad más saludable desde lo emocional, mental y social.

Por supuesto ante estas interpretaciones extremas muchos se han beneficiado, otros se han apartado del compromiso de educar por el simple hecho de evitar ser sancionados legalmente. Y todo porque se ha perdido de vista que todo derecho implica al mismo tiempo deber y obligación, de parte y parte.

El reconocer a nuestros niños y adolescentes como sujetos plenos de derechos, los hace ser protagonistas de la vivencia de sus derechos humanos, no los exime del cumplimiento de sus deberes y ello los expondrá ineludiblemente ante ciertos patrones de disciplina, educación y modelaje que aun hoy por hoy la familia, la escuela y la sociedad debe seguir ejerciendo.

Lo que sí es necesario comprender es que este nuevo paradigma solo vino a aportar una nueva forma de crianza, donde se rompa la creencia de que la violencia es parte esencial del proceso de criar a un hijo; donde los padres y figuras de autoridad deben dar paso a nuevas formas de conexión e instrucción, bajo un esquema de respeto, comprendiendo que el modelaje es un patrón de enseñanza humana más poderoso que la instrucción de la palabra, es decir, educar y tratar a nuestros niños y adolescentes con respeto, con el pleno reconocimiento de su entidad de ser, donde no se sientan vulnerados o violentados proporcionará en ellos un esquema de valor, que les dejara como moraleja como me tratan, trato, me trato.

Una de las debilidades de esta mala interpretación ha sido la que muy comúnmente escuchamos de parte de muchos padres y educadores, “hay que dejarlos ser” y hoy les digo ojo con “el dejarlos ser”… recordemos que cada niño y adolescente atraviesa por una etapa de crecimiento, de un ciclo evolutivo donde se experimentan necesidades y cambios y en su mayoría requieren de un acompañamiento para solventar y madurar esa etapa de vida.

Debemos comprender que el nuevo paradigma de educación y crianza no planea la anulación de las figuras parentales de autoridad, solo reta a un nuevo crecimiento para implementar la crianza con firmeza y flexibilidad, con presencia y conciencia, donde los hijos puedan entender que hay situaciones negociables, otras que no y que una u otra trae sus consecuencias que siendo buenas o malas habrá que asumirlas y aprender de las mismas.

La LOPNNA no nos ha robado el derecho de criar y disciplinar, tan solo nos ha puesto ante la posibilidad de desaprender, aprender y aprehender un nuevo estilo de crianza donde valoremos a la familia, a nuestros hijos como seres plenos poseedores derechos humanos que deben ser respetado y modelados; pero también con deberes que los harán individuos con conciencia social, protagonistas de una nueva sociedad.

Sé que romper viejos patrones mentales no es fácil, pero estamos ante el compromiso de asumir el reto de transformación en el arte de ser padres. Comprender que el modelo de disciplina responsable, positiva y respetuosa será asimilada por nuestros hijos como un formato de comportamiento social.

Este es nuestro momento, sin miedos de prepararnos para ser padres de la nueva era, nuestros hijos sabrán a futuro valorarlo, pues crecerán más sanos emocionalmente, con más autonomía, más seguros de sí mismos, responsables, disciplinados y sobre todo con conciencia social, reconociendo que cada una de sus acciones impactaran en el ambiente donde se desarrollen e interactúen.

Entonces padres, comencemos por revisar en qué etapa de crecimiento están nuestros hijos y hagamos conscientes sus necesidades y comportamientos, estos nos permitirá ir un paso adelante para atender y responder asertivamente ante las mismas.

Sí, y en todo momento sí, seguimos siendo padres con derechos, que cada día podemos valorar ser más conscientes de la importancia de ofrecer a los niños, niñas y adolescentes el disfrute de crecer y educarles en acciones y valores que permitan que en un futuro vivan en un mundo con menos desigualdades, comprendiendo que sus derechos terminan donde comienzan los de los demás.

Lcda. Irma Vecchionacce
Terapeuta Sistémico familiar
Coach Profesional
Especialista PNL
@irmavcoach

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