El Arte de Ser Familia: Los hijos y la separación de los padres (I)
Conformar una pareja y avanzar en la construcción de una vida en común es un proceso complicado que a medida que avanza se complejiza cada vez mas debido a las distintas responsabilidades y exigencias del proceso mismo para avanzar y fortalecer la unión, lo cual obligatoriamente implica comprometerse mutuamente en la vivencia de ese proyecto llamado pareja y familia. Si a esta realidad le sumamos la concepción de los hijos, vaya que surgen nuevas experiencias demandantes de integridad, crecimiento personal y emocional, buena comunicación, revisión de la misión familiar, entre otros muchos aspectos; que en determinadas circunstancias la pareja no logra superar y deciden separarse.
Toda separación siempre acarreara demandas emocionales muy altas, sin embargo, cuando ante la decisión de separarse hay hijos inmersos en la situación existe todo un embrollo en el que se arrastra a los hijos ante un drama que los ubica como actores pasivos, donde por lo general, la pareja se enfoca en su libertad, una nueva oportunidad para avanzar, crecer y ser feliz.
Vagamente llega a pensarse en el sentir de los hijos quienes también vivirán un proceso indiscutible de duelo, en el que tendrán que ajustarse aun cuando no comprendan lo que sucede, a una nueva realidad que los expondrá emocionalmente por representar para ellos un proceso de perdida.
Es importante poder comprender que, ciertamente una separación puede representar la única vía de solución de la problemática de la pareja es imprescindible, detenerse y pensar que para los hijos la separación de sus padres, implica en todo momento perdida de su seguridad, esa que, en todo momento, les era prodigada en la unión de sus padres. La separación acarrea para ellos el inicio de una nueva y diferente vida, en la que tendrán que ajustarse a nuevos estilos de relaciones, de espacios y de tiempo, de compartir con sus padres, amén de otra multiplicidad de cambios.
Los padres ante una situación de separación, así como piensan en su deseo de bienestar, es importante que piensen en el de sus hijos. Entendiendo claro está, que para la pareja separarse es la única opción de estabilidad; pero no deben pasar por alto que sea lo que sea el o los hijos serán impactados por esta decisión.
Por ello es necesario que los padres aborden la situación ante ellos según su edad, su etapa de desarrollo, reconociendo sus necesidades y lenguaje emocional; no implicándolos en los conflictos adultos, comprendiendo que entre el mundo infantil y el adulto hay diferencias; motivos por los cuales los padres deben darse el permiso de contemplar el funcionamiento intelectual de sus hijos, su universo emocional, su firma de comunicarse y como ve e interpreta su realidad.
Entendamos que los hijos ante el proceso de separación de sus padres viven una fuerte sacudida, en la que algunas veces los padres no se detienen a mirar que ellos también están inmersos en una realidad dolorosa, para la cual no estaban preparados, aunque lo hubiesen avizorado. Por lo cual lo hijos son un punto de atención importante durante ese proceso de separación que desbordará en ellos una marea de emociones que al no ser atendidas traerá otras consecuencias para nada positivas. Es necesario entender que un niño no es un adulto, es sencillamente un ser que esta en el huerto de su crecimiento a la adultez, pero no es un adulto, comprenderlo es valorarlo.
Lcda. Irma Vecchionacce
Psicóloga
Terapeuta Sistémico familiar
Coach Profesional
Especialista PNL
@irma.vecchionacce
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