Opinión

El Arte de Ser Familia: La vulnerabilidad una posibilidad de crecimiento

Muchos creen incluso que por ser terapeuta y psicóloga tengo todas las cartas en la mano y los ases bajo la manga, para jugar la partida de la vida perfecta, pero ¡NO! No es así.
jueves, 18 febrero 2021

Muchas veces me han preguntado que cómo he logrado ser tan fuerte y tener tanto coraje. Y mi respuesta es que no ha sido fácil, y muchas veces he llegado a tocar fondo y el hecho de no querer estar en este recinto de quiebre, hago que el rebote me lleve al tope.

¿Cómo lo he logrado? A punta de escucharme, de sentirme, de reconocerme, de valorarme de manera constante y sin duda alguna de llorar también. Y aun cuando es parte de mi tarea diaria no quiere decir que no sea vulnerable en muchos momentos de mi vida actual, si vulnerable.

Muchos creen incluso que por ser terapeuta y psicóloga tengo todas las cartas en la mano y los ases bajo la manga, para jugar la partida de la vida perfecta, pero ¡NO! No es así.

Como ser humano que soy poseo mis picos de vulnerabilidad ante aquello que no está en mis dominios, aquello que es imprevisto, lo que impacta con mis expectativas y deseos, la diferencia es que esas vivencias me han permitido darle un resignificado a la experiencia de ser vulnerable, transformándola en un escenario de encuentro conmigo misma.

Definitivamente descubrirme y liderarme es parte de la premisa que me guía cada vez que alguna circunstancia me desestabiliza y quiebra, claro está igualmente lloro porque allí siempre estarán presentes las emociones, y es que sentir significa ser vulnerable.

Existe una falsa creencia que muestra la vulnerabilidad como debilidad, más allá de lo que culturalmente nos han hecho creer, es un valor psicológico, una cualidad implícita en la constitución humana que nos acompañara siempre, por lo cual, la debemos aceptar.

Forma parte de nuestro universo emocional, y además, permite que podamos conectar auténticamente con nuestra realidad.

Lejos de ser una debilidad, la vulnerabilidad requiere de una gran fortaleza, coraje y valentía para afrontar ese momento en el cual sentimos que el mundo se nos viene encima y rompe nuestra coraza de seguridad, es allí donde justo dejamos de ser súper héroes o heroínas para darnos cuenta que tan solo somos humanos.

Humanos que no siempre podemos con todo, que cometemos errores, que no somos perfectos, que sentimos dolor, frustración, miedo, tristeza ante algunas circunstancias que no sabemos abordar.

Ante ello detenerse y aceptar que la situación nos supera, que carecemos de recursos o quizás que necesitamos ayuda es un paso crucial y admirable que expone como, la fortaleza convive con la fragilidad.

Muchos han aprendido a enmascarar la vulnerabilidad tras un carácter duro, áspero, implacable, rígido, bloqueando totalmente sus octanaje emocional, en consecuencia, se privan de realidades cumbres de la vida como la felicidad, el bienestar, la sana convivencia, etc.

Somos perfectos cuando en un momento dado, reconocemos o nos permitimos ser vulnerables. Detrás de la vulnerabilidad se esconden las grandes fortalezas que moran en nuestro interior que nos hacen únicos, y que aún no hemos descubierto.

Según Brené Brown, profesora e investigadora en la Universidad de Houston, la vulnerabilidad es el lugar de nacimiento del amor, la pertenencia, la alegría, el coraje, la empatía y la creatividad. Entonces como vamos a desaprovechar todo este caudal de fluye dentro de cada uno.

Claro está que esta cualidad está presente en distintos ámbitos de la vida, en lo personal, en la familia, la pareja, en el trabajo, entre otras áreas; lo importante es poder apreciar como cuando hace acto de presencia nos esta haciendo un llamado de atención a la revisión para reciclar, alinear o incorporar nuevas cualidades y acciones, en síntesis se requiere transformación.

Ciertamente la vivencia de la vulnerabilidad siempre implica malestar, y según como cada persona la interprete puede representar, un paso a la autorrealización, llevando a la persona a contemplar nuevas posibilidades de ser, ya sea resignificando valores o haciendo cambios de perspectiva, desde los más sencillos hasta los más trascendentales.

O bien, podría frenar, estancar y evidenciar sensaciones de incapacidad personal, distanciando a la persona de sus potencialidades, impidiendo su desarrollo. Según los recursos psicológicos que cada quien posea avanzara o se estancara. Muchos pueden avanzar solos, otros necesitaran guía apoyo y hasta acompañamiento terapéutico.

Mirar la vulnerabilidad como una posibilidad de crecimiento quizás no resulte muy cómodo al principio, sin embargo, te aseguro si aprendes a utilizarla como una oportunidad de crecimiento y conexión lograras adquirir tanto coraje, fortaleza y certeza como poseo Yo, hoy día.

Pon el foco en evaluar qué te hace sentir vulnerable y cómo actúas ante esas circunstancias, que recursos posees para hacerle frente y cuales te hacen falta. Sé compasivo contigo, recuerda no eres perfecto, cometer errores es parte del recorrido para crecer y trascender.

Sé consciente de ti, de tus pensamientos, emociones y acciones diariamente. Stop a la autocrítica destructiva. Elije cuidadosamente tus relaciones y no te expongas. Si deseas darle un significado diferente a tu vida, a tu vulnerabilidad ¡Atrévete a sentir!

Lcda. Irma Vecchionacce
Psicóloga
Terapeuta Sistémico familiar
Coach Profesional
Especialista PNL
@irma.vecchionacce

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